Alex Jean: Falso Suicidio

"CULPABLE"

Habían pasado dos semanas del accidente y Alex estaba estable.
El país entero era consciente de la noticia y todo el mundo estaba al tanto de la vida de Alex, consiguió lo que quería, ser famoso con su muerte. Pero eso tendría graves consecuencias que quizás él no pensó o no quiso hacerlo.

- No puedo creer que mi hijo haya hecho semejante disparate. Es atroz. - se lamentaba Dona mientras lloraba.

Jessica se acercaba a ella, le daba un beso en la frente.

- Mamá, no es culpa tuya que Alex piense y haga cosas que no debe. Creo que ha hecho daño a sus parientes más cercanos, pero también el país entero anda consternado. Van a querer hacerle pagar mamá, y va a necesitar nuestro apoyo para sobrevivir.

2 días para el juicio.

Alex permanecía en la cárcel hasta el día del juicio, que un juez se encargara de hacerle pagar.

- Venga, arriba. - el policía levantaba a Alex para llevarlo a una habitación insonorizada donde se encontraría con un médico mental.

- Hola Alex, siéntese. Soy Matt Stilsson, doctor en psiquiatría y enfermedades mentales.
- No sé qué hago aquí. No estoy loco.
- Eso tendré que valorarlo yo. ¿Por qué intentó simular un suicidio?

Alex no decía nada, sólo se limitaba a mirarlo.

- Que me mires así no me asusta, si no hablas te perjudicará solo a ti. Yo estoy aquí para ayudarte.
- ¿Cómo me han encontrado? ¿Se lo chivó Lindsay?
- Pusieron rastreadores en los móviles de todos tus amigos. Sabían que recurrirías a alguno de ellos en algún momento. Ahora responde - le exige.
- Quería hacerme famoso con mi muerte.
- ¿Y eso te llevó a matar a Sam?

Lo miró y se quedó mudo.

- Alex, con tus actos has demostrado síntomas de bipolaridad extrema y un trastorno obsesivo compulsivo. ¿Sabes que significa eso?
- No.
- Que el juez te encerrará, pero no en la cárcel.
- Yo no estoy loco, se lo juro. ¡Sáqueme de aquí por favor! - le pedía Alex.
- Nos veremos en el juicio. - responde mientras coge sus instrumentos y sale de la habitación.

Lo llevaron de nuevo a su celda. Donde lo esperaba su abogado.

- Hola, Alex. - se presentaba - Soy Lucas Winters. Soy tu abogado en el juicio.
- ¿Y qué? ¿Me vas a ayudar? - le preguntaba Alex irónicamente.
- Para eso estoy aquí. - le responde - He leído su expediente y todo lo que lleva atrás. Yo diría que te encerrarán unos veinte años en la cárcel. Si te portas bien, quizás sólo estés diecisiete.
- ¿Y que me ayuda eso? Yo no quiero ir a la cárcel.
- Ahí es donde quiero llegar. - le responde Lucas entusiasmado.

Alex lo mira extrañado y se acerca para escucharlo.

- Bien. - comienza el abogado - Pongamos un ejemplo, con todo lo que usted a hecho; imagínese que usted está loco. Y esto es parte de su locura.
- No sé a dónde quiere llegar, Lucas.
- Piensa un poco. Si dices en el juicio que todo esto ha sido causa de un desorden mental y les cuentas que escuchas voces que te dicen que hacer, todos creerán que estás loco.
- Vale, ya sé - aclara Alex - Pero, ¿en qué me ayuda eso?
- Bueno. - le responde - Ya te he dicho, en la cárcel mínimo estarías diecisiete años. En un hospital de salud mental estarás como doce años o así. Y con buen comportamiento y reinsertación diría que incluso se puede quedar en ocho años.

Alex se queda pensándolo. Y le sale una media sonrisa.

- Eres bastante listo. - le dice Alex al abogado con una sonrisa atractiva.
- Lo sé. - responde Lucas - Nos vemos en el juicio.

2:12 p.m.
Chelsea volvió al hospital por su embarazo de riesgo. Aunque se encontraba bastante mejor.

( - El país no duerme con la historia de Alex, se ha hecho mundialmente famosa. Recibimos mensajes de todos los países del mundo. Todos quieren saber qué se le pasaba por la cabeza, lo llaman "el suicida asesino". Todos quieren asistir a su juicio y ver qué dice. Tendremos a un periodista allí que grabará todo.)