Cap22. El tiempo lo dirá...

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Eadlyn

Me faltaba el aire, la cabeza me mareaba...
-Adriano- dije intentando respirar
- Eadlyn- dijo e intente respirar- Eadlyn respira...
- No puedo- dije e intente nuevamente respirar- Adriano, ay...
Dije y me dolió la cabeza.
-Necesito aire- dije y Adriano abrió rápidamente la puerta- mi cabeza...
-Tranquilizate Eadlyn- dijo Adriano sacándome hacia el balcón...
- Adriano... - dije eso y todo se oscurecio...

-Mi princesa- dijo el un Señor alado mio- esto será tuyo desde hoy
-Gracias papi- dije y entre a la habitación era de color azul y con muchos decorados...
- Mi cariño- dijo una señora- cuidala esto es todo tuyo y mira - dijo señalando a la ventana.
-Mami ¿eso también es mio?- dije y todas las personas me abrazaron...
-Si cariño todo esto es tuyo- dijeron y me abrazaron....
-Nunca olvidaré esto- dije viendo el jardín.
-Nunca, nunca, nunca...- repetía la señora que me estaba abrazando...

- Es posible que no sólo sean desmayos por el trabajo- dijo alguien pero no podía abrir los ojos- creo que los recuerdos son fuertes y está débil moralmente.
Por lo visto otra vez estaba soñando...
-¿cómo podemos solucionarlo?- dijo a la que parecía la voz de Adriano
-Adriano tu ya lo estás haciendo...- dijo la otra voz- esta chica a mejorado desde su primera llegada hasta hoy su ánimo pero todavía falta y se que tu lo vas a conseguir.
- Ya cállate Alex- dijo y reconocí que era la voz de Adriano... y por lo visto Alex lo estaba molestando.

Que me pasa no puedo abrir los ojos... pero escucho lo que dicen...

- Buenos días hijo- era la voz de Carolina
-Madre- escuche a Adriano decir- buenos días
- ¿Como sigue?- dijo Carolina y sentí que se sentó a el ras de mis pies.
-Alex dice que... - se quedó en silencio un momento- que... los desmayos son provocados por los recuerdos, entre más fuerte sean los recuerdos, más serán sus desmayos...
-Pobre chica- sentí que dijo Carolina y su mano tocó mis piernas- perder la memoria asi de un día para el otro
- Creo que debe distraerse un poco- dijo Adriano con delicadeza
- ¿Qué has dicho hijo?- dijo Carolina de forma pasiva
- Que... que... - Adriano estaba balbuceando- creo que todas las chicas deberán distraerse un poco- y empezó a toser...
- Creo que tienes razón hijo- dijo Carolina de una manera delicada- pero creo que este no es el momento para hablar sobre eso... me tengo que ir.

Escuche unos zapatos de tacos alejarse y la puerta cerrarse.
Después sentí que alguien tomaba mi mano le dio un beso y la puso debajo de su cabeza...
Por el beso pude identificar que se traba de Adriano...

¡Por fin! Mis ojos se abrieron y mire a todos lados... Esto es la habitación de la princesa y estoy en la cama de la princesa.
Y observe que mi mano se encontraba debajo de la cabeza de Adriano.
Con mi otra mano le frote la cabeza...
- Adriano-dije y el levantó su cabeza despacio.
- Eadlyn- dijo y una sonrisa apareció en su rostro- ya despertaste.
- Si-respondi y vi hacia la ventana que el sol iluminaba- ¿Qué hora es?
- Ya es otro día- dijo poniéndose de pie- y la hora es...- regreso a ver un reloj de pared- son las diez de la mañana
-¿Y ahora qué me paso?- dije y puse las dos manos encima de mis ojos
- Te desmallaste el día de ayer- dijo mientras se sentaba alado de mis pies -y nos encontrábamos aquí, ¿Eadlyn...
-¿Qué pasa Adriano?- dije intendo sentarme en la cama y lo logre
-Cuando te desmayas... ¿recuerdas algo?- su voz cambio a tono de preocupación
-Solo algunas cosas pero borrosas- dije mientras acomodaba la almohada -como esta vez quisiera que todos estos recuerdos me sirvieran para recordar de donde soy y quien soy, pero estoy mejor así- dije tomando su mano
- Creo que todos estamos mejor así- dijo Adriano y apretó mi mano, nos regresamos a mirar, todo parecía diferente y me encerre en los ojos de él.

Paso su mano por mi mejilla, la sentía tan suave que lo único que si fue un suspiró.
No me había dado encuenta que el no sólo estaba al pie de la cama sino estaba al frente mío.
Su nariz rozó con la mía, mi corazón se agitó al sentir su nariz en la mía.
Su celular comenzó a sonar y tuve que despertar del trance
- Adriano... - me dificultaba el habla- contesta- lo hice con un ruego.
El desapego su nariz de la mía...
- Claro- dijo y se levantó de la cama- ¿qué quieres Joel?

Mi Vida alado tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora