2

93 10 5
                                    

Suena el timbre para el receso, los chicos salen de clases algo fastidiados de las charlas con sus profesores, unos hablan sobre sus materias y otros sobre sus vidas, lo que sucede siempre en los días antes de cerrar el ciclo escolar.
   Ella se encuentra sentada en las mismas bancas blancas que suele visitar durante el descanso, alrededor de ella, su amigas; presta muy poca atención a las palabras esbozadas por estás, ella solo piensa en que libro tomará para perderse el resto de la tarde.
   Él se acerca a las chicas con un saludo, sentadose frente a ella dejandole un libro en la mesa, frente a sus ojos, poco le interesaba el como actuaban las personas, pero ese gesto es inusual.
   Ella observa con curiosidad aquella llamativa portada de maticez morados; en realidad, desconoce al chico, sus intenciones, nada y sin preguntarlo, volteo el libro y lee la reseña.
  Al parecer, él no le tomo mucha importancia y se pierde en charla con las amigas de ella por un buen rato.
  Ella abre el libro con curiosidad y se dispone a leer, desapareciendo totalmente del panorama, sumergida en el acto.
   Sonó el timbre a lo que él mira a la chica y con delicadeza, arrebata el libro de las manos de ella, tratando de ser lo menos grosero posible, sin embargo, en ese momento se produce algo no antes visto para él.

¿Podrías prestármelo...?- dice ella con esos delgados pero lindos labios, en sus ojos se nota el interés por su lectura, un brillo inusual para él. Él observa el libro.

-Aun tengo que terminarlo.- Responde el muchacho alto.

No se dijo ni una sola palabra más, él se retiró hacia sus clases y ella también, pero, ese libro, una historia totalmente diferente, con algunos clichés pero una buena trama, por fin Mar siente intereses sobre algo que no puede saciar a la inmediatez.

Ese día transcurre con total normalidad para ellos, él sufriendo dolor de cabeza por medicamentos para sus condiciones recién diagnosticadas, ella aburrida, esperando a la noche.
   Las amigas de Mar habían organizado el verse con ella en su casa, a eso de las 7:30 y así mismo es como pasa; ella es mala para establecer relaciones románticas, y sus amigas piensan en darle un empujoncito con un chico que vive cerca.

Por otro lado, él llega a casa cansado, pues acompañó a mamá a hacer las compras; se soba la nuca mientras sube a su habitación y enciende su teclado para comenzar a practicar un par de canciones.
   Nora, una de las amigas de Mar, decide llamarle a él, ellos dos son buenos amigos desde hace ya tiempo y él inmediatamente contesta; ella lo cita para verse con las demás, nunca lo habían hecho fuera de la escuela, y cómo el vive a un par de calles, acepta sin dudar, así que busca sus tenis.

Para este momento, Mar se encuentra hablando con el chico que las amigas propusieron como un buen candidato para una relación, se encuentran frente a la casa de este, sin embargo, a ella no le interesa ni un poco el muchacho y no presta atención a nada de lo que él está hablando, quizás es por esto que el mucha logra robar un beso a Mar sin problema alguno. (Para futuras referencias, en palabras de ella "Esos fueron los 5 segundos más horribles de mi vida").
   Él finalmente después de batallar por encontrar su calzado y encontrarlo, llega al lugar mirando aquella escena y esboza una sonrisa, por fin la chica más extraña del grupo de sus amigas tenía novio, o eso es lo que le parece.
  Pasa una hora, entre charlas y más chistes, las chicas tienen que retirarse, sin embargo, Nora convence que él las acompañe a casa de Mar, y este accede, no es muy tarde y poco le importa si su madre se enfada; al llegar, se sientan junto a la camioneta de la madre de Mar y tienen conversaciones risueñas.
   Mar, ante todo pronóstico, le presta atención a él; no le interesa en lo absoluto pero quiere borrar aquel momento fatídico del día, mientras ellas les dan preguntas a él y Mar guarda silencio esperando las respuestas de este.

Alejassandro es un nombre lindo.- Menciona Mar interrumpiendo a sus amigas.- Te diremos Ale. - Y finalmente esboza una ligera sonrisa, impresionado a sus amigas.

Cuando menos se dan cuenta, los que charlan son únicamente Mar y Ale, las amigas se excusan con ir al baño para dejarlos solos y estos charlan del libro, y comienzan a recomerdarse libros de amor, series y películas.
  Finalmente se despiden el uno del otro, Mar entra a casa contenta, pues logró con éxito olvidar el horrible sabor del beso y además, consiguió un amigo que vive cerca.
   Ale llega casa y se tumba en cama logrando conciliar el sueño con facilidad, el dolor de cabeza se le fue charlando con la chica, algo que no había pasado jamás.

"Besa la lluvia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora