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Jueves, la semana entrante es la graduación; las emociones son evidentes en el aire, algunos de los profesores dedican palabras lindas a sus alumnos, otros cómo el profe Lalo se dedica a aconsejarlos sobre la vida y muchos otros solo les dan las horas libres.
   Para este momento, Ale y Mar comenzaban a asustarse un poco sobre su futuro, sobre qué les depara a los dos, si estarían juntos, y la única respuesta para ambos era "Hay que esperar para averiguarlo".

Para Mar es inusual estar preocupada con el futuro, usualmente se relajaba y decía 'Que pase lo que tenga que pasar', sin embargo, las cosas cambiaron de un segundo a otro. Por otro lado, Ale, con dificultad para controlar sus emociones, estaba preocupado por el futuro, por Anna y su relación con Mar, y las constantes peleas con su madre; pese a qué habla mucho de esto con Mar, no logra encontrar solucion, cada vez las peleas son mas absurdas y más largas, él no esta bien con su madre.

Saliendo de la rutinas, nuestros protagonistas caminan por la escuela con las chicas, charlando, sin embargo, era muy notorio el malestar de Anna con ver a Ale y a Mar tan cerca.
   Alessandro intenta ignorar el hecho, pero su cabeza está atiborrada de problemas y la de Mar ni se diga, solo se preguntaba si para Anna era más importante un chico que su amistad de hace años y en efecto, la presión fue superior, Mar rompe en llanto y Ale se aleja abrumado; la chicas se acercan a ella preocupadas, inclusive Anna, pero Mar no logra articular palabras asi que ni lo intenta.

¿Sabes lo que le pasa?.- Pregunta Nora a Ale, con seriedad y algo de brusquedad.

Si.- Responde el muchacho com un suspiro

Pues dilo ahora.- Lo confronta Nora mientras abraza a Mar.

No creo que sea yo quien deba decirlo...- Dice Ale con un tono de enfado y se aleja de las chicas.

La culpa lo carcomía, cosa que Ale no entendía, se culpaba a si mismo del problema de Anna con Mar, de su manejo de la situación con su madre, de que son sus planes a futuro los que lo alejarán de Mar; finalmente se oculta detras de los salones para respirar y poder llorar con calma.

Pasó el día completo, ella logró conversar del tema con Anna, y llegaron a un acuerdo, arreglaron la situación. Realmente un chico no es más importante que una amistad, al menos no en ese momento.

Sin embargo, él ya no apareció en todo el día, ella mandaba mensajes pero ninguno llegaba, la preocupación comenzaba a ser grande, pensó en acercarse a su casa pero la lluvia evito esto. La pantalla de ella se ilumina con un mensaje.

Ale ~Lo lamento cariño mío, ya no quiero seguir, eres mi ancla a este mundo, y si, disfrute tanto el tiempo que pasamos juntos pero, ya no puedo seguir adelante, ya no puedo mirar tus ojos y sonreírte, claro que soy feliz contigo, pero cuando no estás, los problemas me arrinconan y no puedo respirar, lo lamento.

Mar~ ¿Qué estás diciendo?

Ale se encontraba en una esquina de su habitación llorando con fuerza; hoy, al llegar a casa, su madre no le dirigió la palabra, ni siquiera la mirada, además, pensaba erróneamente que había arruinado la relación de Anna con Mar, quería estar con Mar, pero no dejaba de pensar que eso tenía fecha de caducidad, dolía, le dolía tanto inclusive respirar, sentía su cabeza a punto de estallar cuando mira de su mochila como cae a un costado su cinta negra, cinta de el arte marcial que práctica y que tanto ama.

Ale~ Te amo, nos vemos en el otro lado.

El chico toma la cinta, hace un nudo corredizo, el llamado 'nudo del ahorcado' y el otro extremo lo amarra con fuerza a la parte superior del ropero.

Mar ~ No lo hagas por favor.

Ale~ Soy un cobarde, lo lamento tanto.

Mar~ Tienes que seguir, no arreglas nada así.

Ale ~ Ya no puedo seguir así, ya no tengo fuerzas.

Mar~ Tu eres mi mundo, yo te daré las fuerzas para que no te desmorones, te necesito.

Ale~ Lo siento.


El muchacho deja el teléfono y se coloca la cinta al cuello, apretando lentamente el nudo con miedo y dispuesto a dejarse caer, cuando se ilumina la pantalla del teléfono dejando mirar un mensaje de ella.

Mar ~ Alessandro, me prometiste un vals, me convenciste de bailar cuando no quería, ahora me cumples, no quiero ni un pero...


El mira el mensaje hasta que la pantalla se apaga, y llora, temblando deshata el nudo lentamente y se aleja de este, cuando el teléfono vuelve a iluminarse

Mar ~ Ven por favor, te necesito.

Ale~ En el cuadrito, ya.

Él sale rápido de casa y corre directo al transformador, donde se ven y ella ya lo está esperando, la lluvia había bajado, pero seguía lloviznando, cosa que al parecer a nadie le importaba; ella corre directo a él y lanza sus brazos por encima de sus hombros abrazándolo con fuerza.

¿Porque te enamoraste de este desorden?- Pregunta él suspirando.

Me haces feliz.- responde ella y cierra los ojos abrazándolo con más fuerza.- En poco tiempo te volviste tan importante para mí.

¿Porque lo haces?...-


¿Hacer que?-

Seguirme, ¿porque tanto empeño en salvarme en este mundo horrible?...- Ale comienza a sollozar

Porque el mundo es extraño... y extraño es igual a hermoso, o decías algo así, el problema es que aún no ves lo hermoso del mundo.- Responde ella.

Sigo sin entenderlo.-

Deja de pensar tanto, te amo y ya.- dice ella y besa su mejilla, separándose del abrazo, él la toma de la cintura.

Lo lamento, solo soy una carga.- dice él con pesadez en los ojos.

¿Qué no soy tu ancla?- Dice ella y le sonríe.

Te amo tanto Mar...-

¿Que? No te escuché, repítelo.~

"Besa la lluvia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora