"Besa la lluvia"

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Aquel fin de semana comienza de una forma tan calmada, lluvia, no una tormenta, solo lluvia de esa que azota los techos con tanta calma que parece una melodía, y el aroma que desprende la humedad del suelo, haciendo suspirar a más de uno, hacerlo pensar en sus amoríos, en sus vidas.

Ya domingo por la tarde, toda la familia de Ale lo abandonó para ir a la capital, en su familia son cinco, dos hermanos menores y sus padres; la soledad comienza a afectarle la cabeza, los mareos constantes y ahora, el respirar pesado, se siente abrumado del silencio y comienza a pensar muy rápido.
   Mar ha pasado todo el día con sus hermanos y sobrinos, aunque en realidad, ella solo se quedó en su habitación, en sus fachas más comodas para poder leer tranquila aquel libro que Ale mencionó que iba a quitarle, olvidando totalmente ello; de la nada, su pantalla se ilumina con un mensaje, cuyas palabras dicen "Sal, te espero en el cuadrito verde, te necesito.", era Ale, y el cuadrito verde se referie al transformador, que ostenta esta forma y color.
 

Ella toma la primera ropa que encuentra y se la coloca lo más rápido que puede para salir con Ale.
   Al salir, busca los ojos de Ale, quien se encontraba sentado en aquel transformador, pero le fue imposible, este abrazaba sus piernas y observaba a otro lado; a medida que se acerca a él logra escuchar sollozos.

   ¿Que pasa? - Pregunta ella en un tono preocupado y se sienta a un costado de él; Ale levanta la mirada y coloca una mano sobre su cabeza para tomar su cabello con desesperación, sus ojos estaban rojos, pero no parecia que fuera por el llanto.

   Mis problemas me alcanzaron, y no logro hacer que se callen.- Toma una bocanada de aire para poder seguir.- Estoy tan casado de este malestar, del dolor de cabeza, hace poco lo intente con una chica y me equivoqué con ella, pensé que era especial y me cambio de la noche a la mañana.

Oye, la vida no se acaba por una chica o un par de dolores de cabeza.-Responde Mar recostando su cabeza en el hombro de él.

Se qué no, pero, ella era lo único que me mantenía con ganas de seguir, dejarla ir fue lo correcto, ni siquiera volteo para atrás, sin embargo, ella era mi ancla, ahora no se que hacer, ha pasado ya unas semanas y siento que navegó en este mar de decepciones, de errores.- Dice Ale y vuelve a bajar su cabeza a sus rodillas, sollozando.

Yo podría ser tu ancla, si así lo quieres...- dice ella y él levanta la mirada con sorpresa, la observa y se para del transformador, jalandola de los brazos y abrazándola.

No te puedo pedir eso, eres perfecta a tu manera, una chica como tú no puede estar unido a este tipo, yo no te puedo hacer feliz de la manera en la que me gustaría hacerlo.- responde Ale y rompe en llanto, ocultando su rostro en el hombro de ella, y comienza con una risita de preocupación.- ¿Cómo alguien así de perfecta querría estar con alguien tan roto como yo?

Bueno, porque no soy perfecta, soy aburrida, estresante, molesta; tú eres quien realmente parecía perfecto y si te quebraste, ahora solo me queda unir los pedazos.- Dice Mar y sin embargo él se queda en silencio, tratando de calmarse, y finalmente lo logra, sin soltarla ningún segundo.

   El cielo cae poco a poco, y se muestran las estrellas, momento en el que Ale comienza a hablarle de ellas, de las constelaciones; realmente Mar entendia poco de lo que él decia, sin embargo, totalmente ajena a su naturaleza, lo escucha con interes y bastante atención.

Creo que es hora de irme, se hará más tarde y te regañarán. - Dice Ale y se levantan del transformador, se observan a los ojos.

Ella observaba cada arrugita alrededor de los ojos de él , y este se acerca con lentitud; ella pasea sus manos por los brazos de él y finalmente encuentra su destino en sus hombros, mientras él poza sus palmas en las mejillas de ella; ambos cerrando los ojos, solo quedan a centímetros de unir sus labios, cuando él se aleja de golpe.

Yo, yo lo... lo lamento... entre en pánico. - Dice nervioso y ella solo sonríe robándole un dulce y pequeño beso en la mejilla.

Tranquilo, será otro dia- Ella le da espalda y aleja de él con lentitud- ¿Te he dicho lo lindo de tus arrugas alrededor de tus ojos?

¡Eres tan extraña!...- Responde él parado observándola.- Esperaré con ansias volver a verte.

¡Ojalá fuera cierto!- Menciona ella sin voltear a verle y solo sonríe para seguir caminando.

¡Es verdad!- Grita él, ya por la distancia

¡Te quiero!...- grita ella.

¡¿Que?!- Mar detiene su andar y voltea.

¡Que te quiero!...- repite.

¡Grita más fuerte!-

¡Te quiero!...- El chico rie un poco.

¡Realmente lo escuché la primera vwz, solo quería escucharte decirlo una y otra vez!- y finalmente se da la vuelta para retirarse.

...Tonto...- dice Mar para si misma dando un leve suspiro, con las mejillas enrojecidas y vuelve a casa.

Al día siguiente, Alessandro no asistió a clases.