Convénceme
Y te prometo que cumpliré mi palabra de volver con ella, pero convénceme.
Hazme creer que fue un error haber luchado para soltarla. Que fueron insignificantes todas las noches que sufrí por ella. Que aquellas lágrimas no fueron suficientes para borrarla de mi memoria.
Dime ¿Debo olvidar la noche que se fue? ¿Debo borrar de mi pecho la agonía de ser siempre su segunda opción?
Porque se fue pensando en alguien más...
No le importo verme llorar. No lo movió ni tantito oír mi corazón romperse cuando dijo que se iba y con quien se iba.
¿Y Ahora tengo que pensar en una posibilidad?
No me hagas reír con tal tontería.
Convénceme.
Dime que las noches de insomnio fueron bobadas porque tarde o temprano volvería.
Que todas las veces que me viste llorar solo fueron niñerías. Que al final del día soy tan débil y estúpida que cuando regrese, yo seré su premio de consolación. Que no hay valor en mí y que solo merezco lo que allá no encontró. Que su equivocación y fracaso es el triunfo a mi soledad. Que después de todo, siempre supo que me tenía segura... como aquel juguete viejo que nunca se destruye.
Al fin y al cabo siempre lo fui.
Anda, convénceme.
Hazme creer que está bien aceptar las sobras de alguien más. Que esta vez todo será diferente solo porque no encontró lo que fue a buscar.
Quiero que me digas una sola razón para: AHORA SER ESO QUE NUNCA VALORO.
No puedo.
Y aunque siento envidia por su valentía de luchar por lo que ama, no puedo olvidar el dolor que me hizo pasar y que aun así lo tuve que aceptar callada.
Convénceme, con un carajo convence a mi corazón de ser el plato de segunda mesa.
Enséñame a que no duela. Muéstrame como no tener amor propio para recibir con los brazos abiertos a quien un día me lastimo.
Dimo como, porque yo no sé.
Yo no sé...