Todavía por las noches siento el momento del impacto. Mis ojos lo ven, mi cuerpo lo siente y mente repite una y otra vez la misma pregunta: ¿De verdad está pasando?
A veces, aunque no quiera, está ahí la fría sensación de la angustia y el terror.
Cuando cierro los ojos... Me veo en ese cuarto oscuro sintiendo mi cuerpo temblar y sin poder moverse. Solo un latido me acompaña en cada parte del cuerpo dañado.
Y ese silencio...
Se hace eterna la respuesta de quienes ahora me cuidan. Solo dicen palabras extrañas y mis oídos entienden posibilidades extremas.
Duele.
Por dios que duele mucho.
Tengo todo el cuerpo lleno de tierra y zacate. Estoy acostada boca arriba y mis lágrimas llegan a perderse entre el cabello. Tengo mucho frío.
A veces, intento pensar que solo es un sueño.
¿Porque a mí?
Ruego a Dios, por qué lo que estoy sintiendo pase pronto y pueda salir caminando.
Estoy asustada. El automóvil no se detiene y mis ojos no logran cerrarse.
¡Por favor¡ ¡Qué ya se detenga!
No puedo respirar. Algo en mi abdomen corta. Mis brazos ya no aguantan sostenerme, pero tengo miedo a salir por la ventana
¿Y si doy vueltas?
¡Qué ya se detenga!
A veces, cuando cierro los ojos, solo te veo venir a toda velocidad. Todo pasa tan rápido que en lo único que pienso es: No es cierto, esto no va a pasar.
Y pasa...
Cuando cierro los ojos, tengo miedo de perder ante lo que pensé por un instante...
Qué sería el final.
#esasvocesnoparan
#recuerdos
