Alas rotas

CAPITULO 6: Cartas a los vivos.

Todo ante mi estaba nevado, pero no hacia frio, no sentía nada, tan solo la sensación de que algo iba mal. A lo lejos las nubes grises se perdían, un olor asqueroso llego hasta mi haciendo que me tapara la nariz, no podía soportarlo, olía a putrefacción, como si algo se estuviera pudriendo, un animal o tal vez ... Mire hacia mis manos, estaban manchadas de un liquido rojo, sangre, mire hacia el suelo y lo vi ... allí en el suelo me encontraba yo, tirada, en la nieve, con mi piel tan blanca ... los ojos entre abiertos y oscuros, pero no miraban a ninguna parte, simplemente no miraban a ninguna parte, los labios, morados por el frio estaban entreabiertos, llevaba un vestido blanco, tanto como la nieve, con la diferencia que ... en el pecho sangre salía de una herida ... oh no, esa era yo... y estaba muerta.

Me desperté jadeando y me senté en la cama es solo una pesadilla, no es real, yo estoy viva...

Estuve media hora dando vueltas en la cama, no podía ser, ¿ Era real lo que había pasado en casa de Jeff ? ¿ Era real todo aquello ? De repente me acuerdo del libro que Jeff me había regalado asique decido leerlo.

Para Nora W. Hale:

Cada noche, soñaba con nuestro encuentro ... La guerra no ha hecho posible nuestro reencuentro. Hoy el cielo y la tierra pelean como si esta guerra jamás fuera a terminar. Tengo no muy buenas noticias, ya que El Señor todavía no se ha puesto de acuerdo con nada, pero esto no parece acabar muy amistosamente. Un día te prometí que iría a verte, jamás te dejare del todo, aquí me tienes, un diablo como yo, intentando que el corazón de un ángel como tu se ablande a semejante criatura como yo. Solo espero que no cambies tu decisión, ya sabes donde hemos quedado reencontrarnos, esta vez no nos separaremos jamás, pues mi amor es más grande que mi deber ... recuerda esto:

'' Cada día, varias veces, pienso en ti y eso es lo que hoy me hace estar tan cerca de ti ''

Robian M. Gremory. 27 de Enero de 1679.

1 de enero de 1679:

La fiesta a ido bien, tenía la impresión de que un joven con cabellos blancos no hacía más que mirarme, tenía la piel muy blanca, los diamantes tenían mucho que envidiar, la fiesta ha ido magnifica, el joven se acerco a mí, pidiéndome un baile, al principio me negó pero el volvió a insistir diez minutos después, diciendo que mi belleza le había dejado cautivo y otros muchos alagas a los que no me pude resistir, bailamos bajo las miradas de todos los presentes, sabía que todos me miraban, no sabía la razón, pues me di cuenta después que ambos deslumbrábamos ante todos, mi pelo rojo y su pelo blanco eran la mezcla perfecta, sus pasos eran animados y muy elegantes, me miraba con dulzura y no me percate en todas las admiradoras que parecía tener y con todo el recelo que me miraban, era la atención de todos los presentes, fue relámete magnifico... pero algo paso, pues un gran estruendo inundo la sala y techo se vino abajo con todos los presentes en el salón, a mí y a mi ánimo compañero no nos pillo ya que el me empujo hacia atrás y los pedazos de techo se derrumbaron a mi lado, el caos hundió el salón y mi hermana Calíope vino a por mi alejándome así de el joven que acababa de conquistar mi corazón, hoy residimos en la gran mansión de nuestro padre, sin saber nada de lo ocurrido hace tres noches y yo sin saber nada más que el hermoso nombre de aquel noble joven... Robian.

9 de enero de 1679:

Hoy he recibido una carta con la firma de Robien, veo que el no se a olvidado de mi, para él tampoco lo que paso aquella noche no fue solo un baile, algo que de verdad me conmueve, ya que cada día le quiero mas solo con el recuerdo de su rostro frente al mío. Pero malas noticas me temo, pues su belleza era extraña y ahora lo entiendo, pues Caliope me ayudo a saber cuáles eran las ramas de mi amado, ya que en la carta el firmo con la firma de los Gremory, una gran cas demonice. Esto hace nuestro amor mas difícil, ya que el casamiento entre demonios y ángeles, como es mi honorable casa, no está permitido. En la carta hablaba de mi belleza y de un posible reencuentro.

10 de enero de 1679:

Ya me han dicho lo peor, la razón por que el techo se desmorono el día del baile, no es porque el palacio estaba muy antiguo, si no, porque atacaron la fiesta, las malas noticias son que fueron la sede de los Morgerstern, la gran casa demonice, lo peor es que eso a iniciado una guerra, una guerra entre demonios y ángeles a la cual mi querido hermano Louis y mi gran padre Edward van a tener que combatir en nombre de la casa Hale.

16 de enero de 1679:

Aceptado la invitación de reencontrarme con Robian, nuestro reencuentro fue ayer, al mediodía, en el lago de los Vasallajes, era un día precioso, estuvimos comiendo lo más dulces y apetitosos manjares, me a dicho muchas cosas hermosas, incluyendo que le da igual mi genero, que aunque yo sea ángel y el demonio nuestro amor perdurara y un día cuando acabe la guerra juntos podremos estar, pero por desgracia al mediodía me dio la mala noticia, pues mi amado me conto, que lo habían alistado para defender su casa y que en pocos días partiría y que así a la guerra iría, con nuestro recuerdo de ese día. Esa misma noche decidimos entregarnos uno al otro, bajo la luna del lago de los Vasallajes nuestros cuerpos en uno solo se unían, así entre nosotros un vínculo crear, para que ninguno del otro se pueda olvidar.

Algo me vuelve a despertar horas más tarde, me había quedado dormida sin darme cuenta leyendo el libro, parecía un diario donde una chica escribía sus pensamientos, pero me había llamado realmente la atención el apellido de la chica, que es el mismo que el mío, también el del chico, que es el mismo que el de Jeff, tal como el había dicho, el chico tiene apellido Gremory, que es el apellido de un demonio y la chica, Hale que es el apellido de un ángel, pero aun así, no parece real. Últimamente han pasado cosas extrañas pero ninguna que me dé a entender que tiene algo que ver algún tipo de fuerza sobrenatural o algo así, nunca he creído en esas cosas y parece todo más un cuento que otra cosa y no entendía nada la necesidad que tenia Jeff de separarme de Kai y viceversa.

El ruido que me a despertando sigue sonando ¿ Qué es eso ? miro a la ventana que es de donde procede el ruido, me acerco a la venta y veo a Kai cogiendo una piedra muy pequeña del suelo para volver a lanzarla contra la ventana, pero lo detengo.

-¿ Oye que quieres? - le grito - ¿ Es que no sabes qué hora es ? - le sigo gritando.

- He vale no grites, te he oído - me dice.

La ventana no está muy lejos del suelo asique tampoco tiene mucho esfuerzo que hacer para que lo oiga.

- Oye, ¿ Me dejas pasar ? - me pregunta.

- Ni de coña, son las 5 de la mañana.

- Creía que estabas despierta... antes lo estabas - me dice.

- ¿ que ?

- Da igual ... - hace una pausa - ¿ Puedes quedar por la mañana ?

- No se ...

- Enserio, ¿ No tienes dudas ? ¿ Preguntas ? no quieres saber toda la verdad acaso... - me dice.

- No es eso, es que ... dejad de jugar conmigo.

- No es juego, bien lo sabes, ¿ nunca te ha pasado nada extraño ? ¿ Algo que no puedes explicar ? - me intenta convencer y lo hace.

- De acuerdo, ¿ Donde quedamos ?

- En Place Tood, para almorzar ¿ Sabes donde esta ? - me dice sonriendo por su victoria.

- Si, se donde esta

- Genial allí nos vemos - me vuelve a sonreír de una forma escalofriante

Cerré la ventana y me metí en la cama, todo lo que necesitaba era dormir.