Pijamada

49 1 0
                                    

Cuando esperaba el bus llegó una madre con su hijo y ambos se sentaron a mi lado , ella trataba de ocultar a su hijo, pero no fue difícil ver que su hijo tenía la mitad de la cara algo deformada, mis conclusiones más cercanas llegaron a ser de que durante el embarazo ella ponía vendas en su vientre para que su pansita no creciera más, pero realmente quería ahorrarme esas palabras así que me las guarde en el corazón ,pues tal vez podrían llegar a ser hirientes ante esa madre.

Cálculos inecesarios corrieron por mi mente ,miré mi reloj 6:35pm, el autobús se supone que llegará a las 6:40pm.
Momento perfecto para decirle a Dayana que voy a visitarla:

-Hola?
Mariela estoy muriendo de aburrimiento ¿que haces?
-hola,precisamente estoy esperando el autobús llego en 20min
-Es enserio? ???
Que bien!!!!
-Bueno hasta pronto ya llegó el autobús.

Sólo me monté,pague y me fui a los últimos asientos y mientras miraba por la ventana,escuchaba música.
Nunca pensé de que ese viaje se haría tan corto.

Cuando llegue no tuve que tocar la puerta pues Dayana me esperaba en el balcón y desde ahí me lanzó las llaves para que pudiera entrar a casa.

Así que abrí la puerta y comenzó un dolor fuerte de cabeza,algo que casi nunca me sucede, Jessica me miró y me dijo:

-Todo bien?
- Si eso creo.

Dayana se abalanzó sobre mi y me abrazó muy fuerte tan fuerte, que casi me deja sin aire.

-¡Marielaaaa!
-¡O..xi.gen.o !
-ni te estoy apretando mucho dramática!
- Aiuda :'v
- Dayana sueltala ya !

Inmediatamente Dayana me soltó y "mi alma volvió al cuerpo"

-Ten cariño un poco de agua..
-gracias!

Cuando tomé el primer sorbo noté que sabía algo raro entonces dejé de tomar esa cosa y dije que iría a dejar el vaso a la cocina.
Ya en la cocina puse el vaso en el lava platos y al voltearme pasó un ratón frente a mi, me tape la boca para no gritar tan fuerte,pues me dan mucho miedo.
La mejor idea que tuve fue mirar hacia la ventana pero eso lo empeoró todo por completo.

Era una niña con un gorro de fiesta mirándome fijamente,mi cuerpo se paralizó por completo, como si en ese momento sólo existieran la niña, mi conciencia y esa estúpida ventana.

Poco a poco todo se fue tranformando en una fiesta de cumpleaños infantil ,pero no podía escapar de ese lugar
el miedo me comía a bocados, mis manos sudaban más que nunca. La niña se acercó a mi y dijo:
-Nadie llegó a mi fiesta, ¿Quieres pastel?
Acercó un pastel con cabezas de niños sobre el.

-MARIELAAAAA!
-MARIELA!
Gritaba Dayana
-¿Qué pasó?

Dije yo completamente confundida.

-Me desmaye?
-Si
-Te sientes mejor?
-Si mejor vamos a tu cuarto
-Boba estamos en mi cuarto! Ja ja ja ja ja
-Omg si es cierto!
JAJAJAJAJA

Después de reírnos como retrasadas ,decidimos que sería bueno ponernos la pijama e ir a comer después.
Mientras nos poníamos la pijama noté que Dayana se cortaba las piernas y que seguía con muchos moretones ,y eso no me dio buena espina, y como siempre le pregunte:
-¿Quién te los hizo?
-Ana.. ¿Por qué lo preguntas si sabes bien la respuesta.
-Pero y los cortes?

Ella se resignó a resolver mi pregunta ,no quería empeorar las cosas así que mejor me quede callada.
De pronto escuchamos a Jessica anunciar la cena.

Entonces Dayana me dijo:

-Ve ,y toma los dos platos que están en la mesa y los pones en una bandeja,¡ah! por cierto trae las 2 gaseosas de la nevera ,las compré especialmente para nosotras.
-Esta bien no hay problema.

Durante el recorrido del cuarto a la cocina tenía que caminar por un pasadillo lleno de plantas, fotos y puertas con candados muy robustos.
Bajé las escaleras muy muy rápido y corrí hasta llegar a la cocina sin levantar la mirada ni una sola vez, tomé los dos platos y las dos gaseosas y cuando me di la vuelta supe que la niña estaba en la ventana pero no quería vivir esa experiencia otra vez... entonces solo apresuré mi caminar hasta las escaleras y subí hasta el pasillo.
Justo ahí me detuve por que escuche a Dayana hablando sola, mi intriga me hizo acercarme cada vez más hacia la puerta de su habitación, pude ver como ella hablaba incoherencias con un nudo en la garganta impidiendo salir todo aquel dolor que pesaba en su alma.

Entré a su habitación, puse la bandeja sobre el escritorio y la miré, ella tan solo se levantó del suelo y me abrazó y me dijo:

-¿Qué hice yo para merecer esto?
¡Mariela te quiere lastimar a ti también!

Tome su rostro y le dije:
-Todo estará bien ya verás, nada es eterno.
Ahí esta la comida,vamos al balcón.

Inocencia de NiñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora