Capítulo 9

119K 9K 1.6K
                                    

FELIZ CUMPLEAÑOS, NORA



Me remuevo un tanto incómoda, al mismo tiempo que fruncía mi ceño al sentir demasiada luz en mi rostro.

«¿Quién mierda dejó la cortina abierta? ¿Es que no saben que hay personas que duermen literalmente todo el día y tan solo se levantan para comer?»

Abro lentamente mis ojos, un tanto confundida al sentir la desconocida cama en la que me encontraba acostada. Mi cama no era tan incómoda y sobre todo, yo nunca dejaba la cortina abierta. «A no ser que mi madre esté en casa, porque definitivamente a ella le encantaba molestar a tan temprana hora».

Me siento bruscamente al recordar todo lo que había vivido, haciéndome soltar un bufido al darme cuenta de que nada había sido un sueño. Realmente estaba secuestrada, y sin tener noticias de mi madre.

Dirijo mi mirada hacia la mesita de luz y al ver que mi móvil seguía ahí, lo tomo con una de mis manos, mientras que con la otra desconecto el cargador. Lo enciendo, e inevitablemente un bostezo escapa de mis labios.

Sonrío levemente al ver que el móvil se había cargado del todo, por lo que al ver la pantalla de inicio, decido llamar a mi madre sin detenerme a ver nada más.

Hija, —me dijo ni bien responder — dime por favor que has logrado escapar.

—No, mamá. —le respondo, soltando un pequeño bufido — Todo se fue a la mierda. Cuando estaba escapando, él logró encontrarme y me encerró en una habitación.

Oh no, hija. —la oigo sollozar.

—Mamá, por favor no te preocupes. —le digo rápidamente — Volveré a escapar y te informaré. Lamento no habértelo dicho antes, es que tuve que cargar el móvil y al parecer me dormí, lo siento.

No, cariño, no lo entiendes..., no tienes salida. —me confiesa, lamentándose de algo que desconocía — No creí que sucedería tan pronto. Perdóname, hija. Por favor, perdóname. —me habla, sintiendo una inmensa angustia en su voz.

—Mamá... — La nombro, pero ella continúa hablando.

Tenía que habértelo contado mucho antes, porque quizá de esa forma podrías comprender lo que te está sucediendo ahora mismo —musita—, pero no lo hice. Tenía miedo, cariño. Sin embargo nada puede justificar mi silencio. Tú tenías todo el derecho de saber la verdad.

—¿De qué hablas, mamá? —le pregunto, bastante confundida, pero también preocupada por el comportamiento que ella estaba teniendo.

Hija... — Me nombra, pero de inmediato enmudeció. Y un milisegundo después, pude oír un gran estruendo que se había originado en dónde ella se encontraba precisamente ahora, pero aún así, no había podido distinguir de qué se trataba. —Oh no, me encontraron. — Habla para ella misma, con una voz agitada.

—¿Qué? ¿Quién te encontró? —le hago otra pregunta, levantándome bruscamente de la cama — ¿Qué está pasando, mamá?

Cariño, perdóname. —Me volvió a decir, más agitada que antes, por lo que me daba a entender que había comenzado a correr.

—Te perdono todo lo que quieras, mamá. Ahora dime qué está sucediendo, —le pido, demasiado desesperada por no saber lo que le estaba sucediendo — por favor háblame.

Ella se mantuvo unos segundos en silencio, simplemente siguió corriendo con suma velocidad, hasta que de un momento a otro, no se oía ningún movimiento de ella.

Descubriendo un nuevo mundo. | Parte 1 y 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora