Narra Rukia
Me encontraba guardando mis zapatos en el locker cuando escucho la voz de Ichigo.
—buenos días Rukia.
—hola Ichigo—salude
Ambos nos dirigimos al salón.
Aun aparecía varias escenas en las que Ichigo aprecian en mii mente y a veces provocaban un leve malestar en mí.
Por más que lo evitara siempre se me acercaba al igual que Natsuki.
No es que fueran malas personas, pero cada vez que estaban cerca de mi pasaban varias escenas que provocaban que me sintiera mal.
—voy a pasar al baño nos vemos en el salón.
—Claro—responde
Ingreso al baño de mujeres para echar agua en la cara.
Mientras salpicaba agua a mi rostro una escena viene a mente.
No era Ichigo o Natsuki, era una conversación en la que hablaba con una mujer de cabellos negros la cual me decía: 'Regresa aquí cuando resuelvas aquellas preguntas que te hice'.
—entonces si fui con la espiritista.
Era mi momento de saber que era lo que sucedía conmigo.
Cerré la llave de lavabo y tome mis cosas y salí de las instalaciones escolares.
—Rukia, ¿ a dónde vas?
La voz de Orihime me detiene.
Ella venia acompañada de sus hermanos y de Ulquiorra.
—iré a resolver una duda, volveré más tarde.
No espere a que me cuestionara a que iba.
Continúe corriendo hasta donde estaba Ururu.
—Pensé que no volverías.
—por alguna razón no me acordaba que habia venido a verla.
—pasa, te sirvo algo.
—no gracias—respondí
Comienzo a explicarle todo lo que ha sucedido últimamente.
—dígame, esos recuerdos que tengo son mi vida pasada.
—si, pero es peligroso que tu los mantengas.
—¿por qué?
—comúnmente ninguna alma que tenga derecho a entrar al ciclo de reencarnación puede permanecer con sus recuerdos de su vida anterior.
—¿Por qué no?
—es demasiado para el alma y para la vasija que es el cuerpo.
—¿Qué pasa si recupero todos mis recuerdos de mi vida anterior?
—Puedes morir, debido a qué no soportarías tener esos recuerdos—responde —por eso se eles debe borrar, no obstante hay algunos que pueden mantenerlos.
—Que hay de una regresión, estuve investigando sobre ellas.
—Si la hago colapsaras, quieres eso.
—necesito saber por qué tengo esta opresión en mi pecho.
Cada sueño o mejor dicho cada recuerdo que aparecía se sentía tan doloroso y mas los que estaba con Natsuki o con Ichigo.
—quiero saber por que cada vez que sueño con Ichigo despierto llorando por que nunca me amo; por que cuando sueño con Orihime siento odio y me siento traicionada; y con Natsuki es aun peor siento arrepentimiento por no poder protegerlo.
—¿estas segura de esto Rukia? Si tus recuerdos llegan de golpe comenzaras a colapsar—advierte
No estaba muy segura de hacerlo, pero quería respuestas, necesitaba saber que mis sentimientos hacia Ichigo eran de la persona que fui en mi vida pasada o míos.
—¿puedo olvidarlos?
—claro que si señorita Kuchiki.
Giro mi rostro para ver en la ventana a un hombre de cabellos rubios que vestía una traje verde.
Aquel hombre se me hacía tan familiar.
—¿eres conocido de mi vida anterior?
—Si y de hecho ella igual, solo que cuando la conociste era una niña. Y con respecto a tu pregunta si, solo que quiero ver si puedes resistirlo, después de todo pudiste mantener tu zamktuo al igual que él.
—¿quién es él?
—ya lo sabrás.
—entonces si harás la regresión —pregunta la señorita Ururu
—si, lo haré—respondo
Me indican que me acueste en un diván que estaba en la habitación. Hago lo que me piden.
Urahara, como dijo llamarse el hombre que entro pro la ventana, me pidió que cerrara los ojos.
Al cerrarlos empecé a escuchar la voz de Ururu.
Su voz se escuchaba tan dulce y relajante, era como un arrullo.
Sentía que volaba entre la bruma de color violeta.
—Imagínate que estas en un lugar con varias casas de madera que están cercanas a un pequeño riachuelo.
Mi mente hizo lo que me indicó.
Comenzó a formar lo que me había descrito.
—En ella debe haber varias puerta, aunque en tu caso solo debe haber una, esa es la prueba de tu vida pasada.
Al abrirla fui recibida por una luz que hizo que cerrara mis ojos dentro de mi consciencia.
Al abrirlos estaba me encontraba con varios niños corriendo, escapando de algo.
—Rukia conseguiste algo.
—Si, tome un par de manzanas—respondí con entusiasmo
Era una niña de cinco años que había crecido como huérfana, acompañada de otros niños en mi misma condición, entre ellos destacaba uno que se llamaba Renji Abarai.
Yo no portaba apellido, según una señora que nos cuidaba fui abandonada siendo una bebé. Desgraciadamente aquella señora murió, dejándonos solos.
Éramos un par de niños solos en un mundo injusto en el que teníamos que sobrevivir.
Con el tiempo aquel mundo tan cruel se fue llevando amigos hasta que solo quedamos dos.
—Renji entraré a la academia Shinigami.
Quería algo mejor para mi no quería un destino tan infeliz en este sitio, y ser Shinigami me dejaba un futuro mejor. Además de que poseía un gran poder espiritual.
—yo igual me uniré, ir acompañare.
Los dos contra el mundo, ya que al ingresar a la academia la teníamos difícil al ser marginados por provenir de un barrio tan bajo, pero todo cambió un día en la que los pétalos de las flores de cerezo caían.
Maldecía mi mala suerte, me había quedado dormida tras haber entrenado mi kido hasta alitas horas de la noche.
Corría todo lo que podía para llegar al salón o seria reprendida.
Pero como mi vida era mas de desdichas, choque con una persona y no cualquiera, era un noble.
—Lo siento.
Cuando levante mi rostro me di cuenta que el hombre me miraba con una expresión sorprendida.
No tenía el tiempo para preguntarle la razón de aquella expresión. Hice una reverencia y me volví a disculpar para después irme de ahí.
Cuando las clases terminaron fui llamada a la oficina del director.
Al llegar a la oficina entre en pánico al ver aquel noble.
Seguramente me castigarán. Había escuchado rumores que si le hacías algo a un noble serias castigado.
Comencé a disculparme entre lágrimas por chocar con él y no disculparme adecuadamente.
—No te vamos a castigar, al contrario el joven Kuchiki desea hablar contigo.
A partir de ese momento tuve un apellido y una familia.
Pero perdí a mi amigo y quien era yo realmente.
Cuando me gradué de la academia era alguien más.
Me negué a ser parte del escuadrón de mi ahora hermano, no quería estar cerca de una familia que me miraba con inferioridad eso incluía a mi hermano.
Ingrese al escuadrón trece con las mejores notas.
Ahí conocí a la primer persona de la que me enamoré.
Aquel amor era platónico Kaien Shiba no iba a saber mis sentimientos a su persona. Además él estaba enamorado de su esposa.
Mi amor por él quedo guardado en los más profundo de mi corazón hasta su muerte.
Cuando el partió de este mundo rogaba que al ser Shinigami su alma no se quedara como parte del reatsu del mundo espiritual, sino que reencarnara para que yo lo encontrará.
Y por primera vez fui escuchada.
Tras años de solo enfocarme en mi trabajo se me asigno la última tarea antes de ser teniente, lugar que le perteneció a mi amado.
Mi misión era el mundo humano.
Era la primera vez que estaba ahí, pero por lo que me contaba mis amigos no era igual a lo que me describían.
En medio de mi búsqueda de un hollow llegue a la habitación de un joven humano.
Me desplazaba por la habitación creyendo que era invisible para él.
Sin embargo su pie es estampado en mi espalda.
Yo confundida giro mi rostro para pedirle una explicación, sin embargo quedo en shock al ver a Kaien de vuelta.
Esta vez no portaba su cabello negro y sus ojos de un azul verdoso, sino un cabello naranja y unos ojos color avellana.
Con el tiempo me di cuenta que por más que fuera el alma de Kaien no era el mismo.
Ichigo Kurosaki era más poderoso y tenían personalidades tan distintas.
Ahí me di cuenta que Kaien ya no volvería.
Sin embargo al final me enamoré de él.
Con el paso del tiempo lo fui conociendo y mi amor por él aumentaba.
Además gracias a él volví a tener la amistad de Renji, mi relación con mi hermano mejoro y tenía una razón para dar lo mejor de mí.
Al terminar la guerra contra Aizen, estaba dispuesta a dejar todo con tal de estar a tu lado, si él decidía quedarse solo como humano yo sería humana, si él deseaba estar en los mundos yo haría lo mismo y si él quería ser Shinigami yo igual lo sería.
Al final Ichigo decidió ser humano y yo lo sería por igual.
Sin embargo todo termino con el regreso de los Quincys.
Tras el termino de la guerra hubo muchas muertes incluida la de mi capitán.
Yo no podía darme el lujo de iré, aun así quise ser egoísta y dejar todo.
No obstante Ichigo me rechazo en un principio pensé que era por que no quería que me fuera sabiendo que me necesitaban aquí así que pensé que seria un tiempo estar alejados.
Cuando lo volví a ver ya estaba con alguien más y no con cualquier persona, si no la que años fue mi mejor amiga.
Me sentí tan traicionada que mi amor por ambos se convirtió en odio.
Corte lazos con todo lo que me ataba al mundo humano sobre todo con Ichigo y Orihime.
Para formar nuevos lazos, eso incluía a Renji
Él me amaba y decidí corresponder sus sentimientos, aunque no lo amara.
Con el tiempo lo quise mas que un amigo, incluso tuvimos una hermosa hija de nombre Ichika.
Renji siempre se burlaba que era el nombre de mis dos amores, Ichigo y Kaien, yo le respondía que podía llamarse IchiKaRen.
La realidad es que Ichika significa mil flores y elegí su nombre por que se me hacía lindo además quedaba con emblema Kuchiki, quería que ella tuviera algo del clan, ya que ella portaría el apellido de su padre.
Con aquel nuevo lazo llego completar mi Bankai, a Hakkai y también llegué a ser capitana de mi escuadrón.
Acepte que a pesar de que esa persona fuera tu ala gemela o tu primer amor no podrías con esa persona.
No obstante, el destino no pensaba lo mismo.
Años después Ichigo se dio cuenta de sus errores y dejo su vida como humano para volver a donde realmente pertenecía, pero ya era demasiado tarde.
Ichigo no se rindo conmigo, lucho para que lo volviera amar, pero eso fue mi condena.
Aun así no me arrepiento de tener a Natsuki.
Mi error fue no dejar todo como planeaba en un principio.
Solo le hice daño a mi hijo.
Natsuki fue elegido por mi pensando en mi en Ichigo, era la combinación de verano y luna, era luna de verano.
Ichigo era el verano y yo el invierno.
Yo era la luna y él el sol.
El dolor de Natsuki de ver la tristeza de su padre y al tenerme lejos, su yo del futuro lo hizo cometer cosas, incluidas nuestras muertes y las de Orihime y Ulquiorra.
Mis ojos se abren.
Mi garganta se siente tan seca.
Ururu me pasa un vaso con agua y lo bebo inmediatamente.
Mis lágrimas caen por mis mejillas.
Me aferro a Urahara.
—por eso sentía tanto dolor en mi corazón.
—Él te amo y lo sigue haciendo.
—Ichigo y los demás recuerdan todo.
—Si—responde
—¿Qué harás con esto Rukia?
—No quiero que sepan que se que recuerdo todo. No los podría mirar a la cara sobre todo a Orihime.
Ella siempre amo alguien más, pero su miedo a la soledad le hizo aceptar a Ichigo.
—¿qué hay de Ichigo?
Tomo mi mochila y saco una libreta y mi lapicera y comienzo a escribir una carta.
—ten dásela a Ichigo, estoy segura que la sociedad de almas vendrá por mi para borrarme la memoria.
—harás que te borren la memoria.
—si, quiero tener aquellos recuerdos, así no puedo amar a Ichigo.
Un dolor comienza a manifestar.
—Por favor entrégasela cuando ya no recuerde nada.
Urahara toma la carta y justo a tiempo, no quería que la manchara con mi sangre.
—gracias por ayudarnos todo este tiempo.
—¡Rukia! ¡estas sangrando!—menciona una asustada Ururu
En ese momento caigo inconsciente.
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Segunda oportunidad
Fanfiction"Espero que el hilo rojo nos vuelva a unir en nuestra próxima vida" "Prometo que no cometeré los mismos errores en nuestra próxima vida" Dos amantes que tras los estragos de la guerra, cometieron varios errores, cuando se dieron cuenta ya era demas...