Despedida

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Narra Rukia

Oficialmente éramos libres de los cursos de verano y ahora podíamos disfrutar del resto de las vacaciones y qué mejor forma de hacerlo que ir a la playa, nos quedamos en la casa de verano de los Kurosaki. Habían sido muy amables los padres de Orihime y de los gemelos al prestarnos su casa de la playa.

Desde el primer día disfrutamos de estar en el agua salada del mar, estuvimos casi todo el día en el agua, al punto en que casi nos convertimos en pasitas.

Tras estar todo el día en la playa, después de cenar tanto yo como Orihime decidimos retirarnos a dormir a nuestra respectiva habitación dejando a Ichigo y Ulquiorra en la sala, los cuales estaban discutiendo sobre quién dormiría en la cama que daba a la ventana, mientras que los gemelos apostaban por quien era el vencedor y Natsuki estaba comiendo sin un fin.

—estoy muy cansada, seguramente mañana nos despertemos muy tarde.

—sí, yo igual estoy cansada, espero con esto poder descansar un poco.

—¿no has dormido bien?

—no, he estado estresada por los exámenes, pero ahora si puedo darme el lujo de levantarme más tarde de lo usual.

—yo haré lo mismo, dormiré mas hora, ya que yo igual me desvelaba estudiando para los exámenes.

La realidad era que mi falta de sueño era por el dolor de cabeza, que era insoportable.

Mi cuerpo y mi mente no soportaría los recuerdos de mi vida anterior y la actual.

Además debía buscar una forma en la que Natsuki no sea capturado por la sociedad de almas.

Urahara me había informado que Renji lo había visitado y que le advirtió que la Sociedad de almas estaba por dar con la ubicación exacta de Natsuki, por lo cual sería capturado.

Kazui al estar enterado de eso, optó por prestarnos su casa de verano, con la excusa de pasar una temporada cerca del mar con el fin de despistarlos, además de que Urahara y Kazui iban a buscar una forma de convencer al Seritei para que no consideren enemigo a Natsuki.

Sacarlo de ahí fue la mejor forma de mantenerlo a salvo de manera momentánea.

Como era de esperarse no lograba conciliar el sueño, el dolor era cada vez más insoportable.

Me levanté un poco de agua para tomar las pastillas que me dio Kazui para poder disminuir los dolores.

Tome una botella del refrigerador y tome mis pastillas que estaban en mi mochila que dejé en la barra de la cocina.

Mientras bebía el resto del agua escuche unos pasos acercándose, decidí ignorarlos, seguramente era Orihime que se había levantado para ir al baño.

—Rukia.

Al escuchar su voz, giro mi rostro.

A pesar de la poca iluminación que había, logré ver que Ichigo entró a la cocina.

—también vienes a tomar agua—preguntó

—no, quiero hablar contigo, ya es tiempo de que hablemos sobre nosotros.

—¿a qué te refieres? No entiendo de lo que hablas.

—de nuestra vida pasada.

—que cosas dices Ichigo, seguramente estas aun dormido.

Avanzó lo más rápido posible para la salida, aun no me atrevía a darle la cara, aun no podía olvidar mi amor por él.

Para mi desgracia Ichigo era más ágil que yo, y rápidamente atrapó mi brazo para detenerme.

Segunda oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora