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— Éste es tu cuarto — señaló Pietro aquella habitación con una linda sonrisa en su rostro.

Miré todo de esta, no era nada que no tuviera mi pieza en la mansión, un poco de lo mismo.
Lo que me llamó la atención fue la segunda cama.

— ¿Quién más duerme acá?

— ¿Eh? Ah, yo.

Su acento me da pequeños espasmos involuntarios, es tan excitante.
Lo quedé mirando unos cuantos segundos antes de que alguien entrara sin tocar por la única puerta del lugar.

— Barton te llama para entrenar.

Era su hermana, ella nos sonreía con ternura a los dos. Ni siquiera me acuerdo de su nombre, no le preste atención.
Pietro volteó a mirarla con ternura y asentir.

— Dile que ahora iré, primero debo darle el recorrido — me señaló con la mano.

— Esta bien — nos regaló una cálida sonrisa de irse por donde entró.

Nos quedamos unos segundos en silencio, esperando encontrar de que hablar.

— ¿Qué tan rápido corres?

Pregunté para romper el silencio, obteniendo unos segundos de duda por su parte.

— No lo sé.

— ¿Te gustaría hacer una carrerita conmigo? — soné entusiasmado, como niño chiquito.

Él lo pensó otros segundos más, ¿Le dolerá el cerebro de tanto pensar las cosas? Es aburrido que haga eso, le quita la diversión al momento.

— Es una buena idea, ¿Cuándo?

— Ahora, a no ser que ese tal Barton sea más importante.

Insinúe con picardía, pronto sus mejillas se pintaron de un perceptible rosa, eso es malo, sea quien sea ese me lo esta quitando, aunque aun no es mio, pero lo será o de otro modo dejaré de llamarme Peter Maximoff.

No Somos La Misma Persona (Pietro x Pietro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora