『gιrl crυѕн』 {ʝɛѳɳgyɛѳɳ, ʝiɦyѳ, ɳɑyɛѳɳ}

CAPÍTULO 3.

Esta vez sí que me desperté temprano, ya que hoy mi pandilla y yo iríamos al videoclub para alquilar algunas películas y pasar los días que nos quedaban para volver a la preparatoria.
Así que me despejé con una ducha fría, me vestí y fui a desayunar.

***

Fui a recoger a Momo y luego esperamos a Dahyun en la plaza que había frente su casa.
Minutos después de llegar a la plaza, Dahyun llegó. Nos dimos una abrazo entre las tres, mientras reíamos.
Deambulamos por las calles hasta que las tiendas y otros negocios abrieron y, finalmente encontramos nuestro videoclub de confianza. Mucha gente haciendo cola, pero como era por la mañana no nos molestaba esperar, ya que teníamos aún que buscar las películas.

Mientras buscaba una película en el pasillo de ciencia ficción, choqué con una chica más baja que yo.
—Perdone —Me disculpé elevando la mirada a ella e hice una breve reverencia siguiendo en la busca de la película.
—No se preocupe... —susurró. Su apariencia era adorable. ¿Cómo a una chica como a ella le interesa este tipo de películas? Quizás buscaba otro tipo de películas y se equivocó de pasillo.

Mientras alcanzaba la película, alguien tocó mi hombro y más tarde me arrastró del brazo haciendo que me voltease con la película en la mano contraria.
—¡Momo! ¿Qué te pasa? —la miré muy extrañada.
—Por... Por favor vámonos ya... —seguía arrastrando de mi brazo hacia el mostrador para alquilar. Algo andaba mal, o bien... Momo estaba más sonrojada que de normal... Una vez estábamos junto a Dahyun el mostrador, mientras le atendía a ella con todas las películas que elegimos, la mirada de Momo se dirigía a alguien, seguí el camino de su mirada la cual se fijaba en una chica que hablaba con la misma chica con la que choqué. Volví mi mirada a Momo y sonríe perversa.
—¿Nombre? —susurré para que tan solo Moguri pudiese escucharme.
—Mi-Mina... —susurró en repuesta. Y yo sonreí más.

Alquilamos por una semana todas las películas y cuando íbamos a salir, choqué a propósito con la chica que miraba Momo cuando el dependiente nos atendía, y la película que llevaba en sus manos cayó al suelo.
—Perdone, Mina yeodongsaeng... —sonreí mientras hice una reverencia y luego me dirigí a la salida. Me giré y pude observar como Momo se agachaba a recoger la película al mismo tiempo que Mina, se miraron simultáneamente y la afectada le agradeció la ayuda con una sonrisa que también hizo sonreír a mi amiga japonesa.

***

Al salir del videoclub, Dahyun nos miraba interrogante pero riéndose como siempre hacía ella.
—¿Qué fue eso? —preguntaba ella.— ¿Cupido las flechó? —yo asentí con una sonrisa sin que Momo me viese y Momo en cambio negó con un sonrojo inmenso en sus mejillas.
Todas empezamos a reír y seguimos dando vueltas a la ciudad, comprando chucherías y demás para pasar el rato en una plaza.

***P.O.V. Nayeon*** (Point Of View~Punto de vista)

Iba buscando una película extranjera que me recomendó Chaeyoung, ya que ella no podía venir hoy con nosotras, quedé sola con Mina, la cual buscaba por otros pasillos por si entre las dos lográbamos encontrarlas. Según Chaeyoung, era una película de ciencia ficción, pero de repente una chica más alta que yo habíamos chocado. Ella se disculpó, mirándome fijo a los ojos. Algo intimidante que me hizo sonrojar. Su belleza también era despampanante, porque no decirlo.

Al final Mina logró encontrar la película y nos dirigimos al mostrador, íbamos detrás de la chica con la que choqué y otras dos chicas más. Me pude fijar que una de ellas no paraba de mirar a Mina y eso me daba algo de... ¿celos? Bueno, no sé si es esa palabra, pero me enfurecía. No me gustaba, claro que no, es una de mis mejores amigas, pero eso no quiere decir que no la quiera cuidar y proteger.

Cuando las chicas de antes terminaron de alquilar las películas, la chica peliazul chocó  a propósito con Mina, o eso pienso yo, porque luego se marchó sonriendo como si nada.
—Per-perdonale, es muy torpe... —decía la joven que no paraba de mirar a Minari anteriormente, agachándose al mismo tiempo que Mina para devolverle la película. Mina le agradeció con una sonrisa y luego la chica se marchó junto a su otra amiga.
—¿A qué vino eso? —pregunté algo extrañada.
—Tan sólo se chocó, tranquila Nayeon... —intentó tranquilizarme
—¿No viste que estaba sonriendo? Estaba claro que era a propósito —algo exaltada.
—¡Im Nayeon! —llamó mi atención con un grito en bajo para no molestar a los demás clientes— Vivimos en Corea del Sur, ¡aquí es normal esos tipos de sucesos! Cálmate... —me abrazó un poco y luego nos atendió el dependiente.