CAPÍTULO 5.

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Fue pasando las dos últimas semanas, para mí todo pasó tan rápido. Nos volvimos a encontrar varias veces a las otras ambas pandillas, algo incómodo, pero no fue una prohibición para reírme con mis amigas.

Ya era el día para volver a la preparatoria; y gracias al cielo, entrábamos a las once de la mañana, y no a las ocho como suele ser.
Así que me desperté a las nueve y media, me di un baño relajante, el cuál fue interrumpido bruscamente por mi querida hermana.
—¡Jeongyeon, aquí estás!¡Andaba buscándote por todas partes! Aquí tienes la cárdigan —dijo dejando la cárdigan sobre un perchero y marchándose como si nada.
A veces pienso: «¿cómo he llegado a tener una hermana tan estúpida?»
Y luego recuerdo, que salí por el mismo agujero que ella.

Total, finalmente acabé de bañarme; me puse mi ropa que siempre suelo llevar y fui a desayunar. Algo bueno tenía ser la hermana mediana, que la mayor prepara los ricos desayunos.

Minutos más tardes llegaron Momo y Dahyun, ya dieron las diez y media, con lo cual nos fuimos dirigiendo a la universidad ya que quedaba a unas pocas cuadras de aquí, pero seguramente llegaríamos temprano. Y así fue, al menos no tendríamos que aguantar el primer sermón del curso.

Nos adentramos, y miramos las listas del curso de música y danza.
—Segundo de música y danza... Park Ji Min...—Dahyun iba nombrando a las personas que estarían en nuestra clase hasta dar con nosotras— ¡Hirai Momo!... —Todas sonreímos— Kwon Soon Young... ¡Kim Dahyun! O sea... ¡Yo! —reímos— Im Jae Bum, una tal Kim HyunA... —dejó de nombrar y me miró con tristeza— Lo siento, pero no estás en nuestra clase... —bajé mi mirada al suelo, bastante entristecida— ¡Que es broma, estás encima de HyunA! —se calló rápidamente— olvida esto último, suena fatal. ¡Pero estás en nuestra clase! —En estos momentos no sabía si matarla o abrazarla; así que decidí primero abrazarlas y luego le di un «suave» golpe en el brazo de Dahyun.

***

Nos sentamos en las sillas del salón de actos como todos los demás, y esperamos a que la orientadora nos explique todo lo de cada dichoso año, para finalmente dirigirnos a nuestra aula, que más bien era una especie de sala de ensayos.
Nos sentamos todos en el suelo, el maestro se presentó, un tal, Taeyang. Que no era de Corea, sino de Taiwán. Luego nos fuimos presentando uno por uno; diciendo como nos llamábamos, que tipo de música nos gusta, etc.
Primero, el tal Kwon Soon Young, según decía el maestro era de los mejores bailarines, ya que si estábamos todos aquí, teníamos un gran potencial. Luego, Im Jae Bum, Momo, HyunA, Ji Min que también se le veía bastante bueno en el baile, luego de él me presenté yo, y más tarde Dahyun y el resto de clase.

Todos parecían bastante amables, pero no hay que fiarse de las apariencias. Eso sí, era seguro que había bastantes buenos y buenas en esto de la danza.

***

Por fin acabaron las pocas horas que íbamos, mi pandilla salíamos de la universidad cuando por casualidad nos chocamos con la pandilla de la tal Mina.
—Perdón —nos disculpé, pero al parecer la chica de sonrisa de conejo a la que casi ni recordaba, se molestó. Ya que resopló de mala gana.
—A ver si miramos por donde vamos, no sé cuantas veces os habréis chocado a propósito con nosotras... —murmuraba ella, pero era obvio que la escuché. Así que me acerqué peligrosamente a ella y la miré fijamente a los ojos.
—A ver querida, que vosotras estéis en medio como los dichosos jueves, no es mi culpa —sonreí burlona y di un ligero toque a su nariz de forma tierna y me marché con mi grupo echándonos risas.

『gιrl crυѕн』   {ʝɛѳɳgyɛѳɳ, ʝiɦyѳ, ɳɑyɛѳɳ} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora