『gιrl crυѕн』 {ʝɛѳɳgyɛѳɳ, ʝiɦyѳ, ɳɑyɛѳɳ}

CAPÍTULO 12.

Narra Jeongyeon.

Habían pasado varias semanas desde mi beso con Nayeon, siempre que Jihyo quería amenazarla, allí estaba yo. No dejaría que le hiciese nada, no se lo merecía. Y yo protegería a mi linda conejita, pase lo que pase, y aunque no quisiese, mi instinto me hacía tener que proteger a cada ser que se sintiese amenazado; mis amigas decían que parecía una madre cuidando de sus pequeñas, porque incluso cuando cruzamos un paso de peatones, las detengo a que miren ambos lados, porque con tantas chácharas cualquier cosa es posible.
Y realmente, no entiendo esa actitud de Jihyo contra ella y conmigo; si es hetero, ¿por qué se comporta así? Era como si tuviese un ataque de celos cada vez que me ve junto a ella.

Tampoco había dejado de lado a mis amigas, como era normal, yo no soy de esas típicas chicas que cuando ha besado a alguien, se olvida de sus mejores amigas, eso es algo rastrero y por desgracia, algo que se hace mucho hoy en día, y no seré yo quien se convierta así.
Fuimos a más convenciones y concursos de baile y talentos múltiples, y tuvimos suerte en ganar unas especies de medallas en uno de los concursos, al ganar el primer puesto.

***

La sirena para salir al receso sonó y en cuestión de segundos todo el aula quedó vacía, aunque mi pandilla y yo fuimos de las últimas en salir ya que odiábamos el barullo que formaba la gente al salir.
Luego fuimos al gimnasio, puesto que teníamos que ensayar unas canciones y como el profesorado nos lo permitía, pues había que aprovechar al máximo.

Estábamos bailando cuando de repente se escucha un fuerte golpe, como si algo hubiese caído al suelo, a lo que todas giramos sorprendidas al escucharlo.
-¡Jihyo! -Solté un pequeño grito y me acerqué para ayudarla a levantarse.- ¿Estás bien? -Todo me salía por aquel instinto maternal, me gustaba cuidar a la gente que estaba lastimada o se sentía mal, incluso cuando ella le lastimaba a Nayeon.
-Yo pensaba en invitaros a una fiesta en mi casa pero luego del empujón que me ha dado Dahyun, estoy en duda... -Esa voz era la de Jihyo. Soltó una leve risa tomando mis manos y la levanté.
-Dahyunnie... -Miré a Dahyun arqueando una ceja y ella se encogió de hombros a lo que Sana rió. Solté un suspiro y miré de nuevo a Jihyo.- ¿Una fiesta en tu casa con qué motivo? -Pregunté extrañada.
-Con ninguno -Soltó una leve risa- sólo es una fiesta, ¿vendréis? -Dirigí mi mirada hacia mis dos compañeras de baile, que asentían con su cabeza en respuesta a la pregunta.
-Está bien, iremos -Esbocé una sonrisa.
-De acuerdo, nos veremos esta tarde... -Asintió con una sonrisa para luego marcharse junto a su grupo de amigas. Mientras que entre nosotras nos mirábamos algo extrañadas.
-Esto es... raro. -Dijimos al unísono una vez ellas se marcharon. Era como si nos pudiéramos leer la mente en cuestión de segundos.

Después de acabar la hora de receso, devolvimos el pequeño altavoz a la sala de música.

***

A la salida, mientras yo esperaba a mis compañeras, noté como alguien se abrazaba a mi brazo y al dirigir mi mirada hacia la persona que lo hizo, me encontré con la hermosa sonrisa de Nayeon. Sin duda alguna la abracé, no me importaba ni lo más mínimo lo que llegaran a pensar de nosotras.
-Hey Jeong-ie... ¿Jihyo también te invitó a su fiesta? -me preguntó en dulce tono a lo que asentí en respuesta.
-¿Te invitó a ti también? -Pregunté algo extrañada, puesto que después de tantas amenazas era extraño que ahora viniese así como así a invitarla.
-Sí, me dijo que quería hacer las paces y que pues entonces fuese a su fiesta junto a mis amigas. -Asentí algo pensativa y acaricié el sedoso cabello de Nayeon hasta que llegaron Dahyun y Momo.
-Entonces nos veremos allí, hasta luego, princesa... -Besé la frente y las comisuras de los labios de Nayeon, dándole un último abrazo y ella se despidió de mí con su dulce sonrisa, con un suave sonrojo invadiendo sus mejillas.
-¿Princesa? -Preguntó Momo con una sonrisa algo traviesa.
-Sí, es tan sólo un apodo, no pienses cosas que no son... -Solté una nerviosa risa.
-¿Segura que no te estarás pillando por la conejita Nayeon? -Preguntó esta vez Dahyun con un tono casi algo burlón. Noté como mis mejillas enrojecían en cuestión de pocos segundos.
¿Me estaré pillando por Nayeon? Es cierto que sí me siento a gusto cuando estoy con ella, me hace feliz con tan sólo una sonrisa y cuando lo hace mi interior se siente invadido por una paz inmensa. Y sí, también me sentía atraída hacia ella, pero no, no quiero caer en las garras del amor. Tengo miedo a enamorarme, y si me enamoro... ¿cómo sabré que estoy realmente enamorada y no es un amor pasajero? Me siento confundida.