Camina por la calle, viendo al suelo,
pensando, meditando, sintiendo ese espacio muerto,
esa parte que simula vida pero que nunca la ha tenido,
siente su cara entumecida, siente de adentro hacia afuera,
como si esa piel no fuera suya, pero él lo sabe, no es ajena.
Nada es como debería, todo es una triste imitación,
que no encuentra su lugar, y se aferra a la imaginación
Pero que triste, no lo puede siquiera imaginar
uno no puede imaginar algo que jamás ha visto,
o al menos visto algo que le sea similar
Una vez soñó que al verse a si mismo todo era normal,
que despertaba y al echar al espejo una mirada
encontraba todo con algunas puntadas y en su lugar,
pero sólo se engañaba a si mismo diciendo que lo que veía
era diferente a lo que le era habitual
Sabe que esas cicatrices le han hecho mucho mal,
que le han quitado mucha luz a su mundo
y que le quitarán cada vez más, que le van silenciando las palabras, hasta ya no permitirle articular
Incluso siente como va ensordeciendo su mundo, sin saberlo evitar.
Camina por la calle, viendo al suelo,
pensando, meditando, sintiendo ese espacio negro que entre dos ojos no es normal
trata de disfrutar los ruidos y rayos luminicos que le quedan, pero sólo sale a caminar cuando su mundo anda mal
Se limita a imaginar otras vidas, otras mentes, otros problemas y otras suertes, a imaginar como se sentiría el aire puro y caliente en unos pulmones, el correr sin dolores, muchos de los cada vez más tenues olores, a imaginar una vida distinta, una donde ver su rostro feliz no le apague la sonrisa
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Ocaso
No Ficción"Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable serlo alguna vez" - Blaise Pascal Esta no es una historia, es una antología que recopila algunos fragmentos de realidad hechos poesía.
