6/07/2018
No me importó tu cabello, no me importó tu físico, no fue tu dinero ni tus posesiones lo que me llevaron a querer conocerte; fue esa risa simpática y amigable que me invitaba a descubrir un mundo real y sin intervenciones.
Cansada de la gente y de las malas lenguas, los desamores y tristeza, creí que convertirme en una de ellas lograría entrar a su grupo y ser uno más... Pero gracias a tu persona comprendí que dejé que la influencia fluyera sobre mí, haciendo a otros lo que me hicieron. Que solo lo hacia por temor a dejarme querer.
Cada día que pasaba más mi atención se centraba en ti, en la manera que caminabas, como escuchabas a la gente cuando habla, tu postura, trataba de aprender cuando estabas nervioso y cuando no... y de a poco mi interés se incrementaba con el tiempo.¿Valía la pena intentarlo una vez más? ¿Debía quedarme callada y dejar que esta búsqueda se marchitara?
Una vez más, allí estabas riéndote a carcajadas, como si nada en el mundo pudiera hacerte daño, como si fueras tan fuerte que tu mirada ya lo decía todo. Una vez más donde ganabas que deje mis acciones para contemplar como dejabas salir esas ganas de reír,.. Una vez más donde ganabas mi atención por completo.
De a poco fui comprendiendo que te gustaba verme reír contigo, y a mi me gustaba reírme contigo, creo que fue una buena suma de factores las que influyeron y me apegaron más a ti;
me veía entre tanta gente, pero cuando hablábamos entre nosotros me sentía en un mundo aparte... Y eso me aterró. No podía dejar que sucediera de nuevo, que me robaran el corazón de una manera inocente y luego que hagan con el lo que quisieran. No podía pasar de nuevo lo mismo después de ocho años consecutivos.Pero algo en ti me hizo confiar.
No fue tu manera de hacer reír a los demás, no fue tu inteligencia, no fue leerte en mensajes... Sino la forma en que me mirabas solo a mi. Tenías una delicada y dulce mirada cuando yo estaba frente a ti, creí que era normal, y lo analicé, dándome cuenta que solo tenias esos ojos para mi... Fue tu manera de protegerme, de cuidarme como ningún otro, y no solo físicamente yendo conmigo todos los días, sino cuando algo me hace mal, me encierras en una cajita y me calmas con tus palabras y caricias hasta recuperarme entera.
Me mandabas canciones para hacerme sentir bien, mostrabas tu talento innato y espléndido, dejándome interesada por la persona que tenía en frente.
Me di cuenta que había perdido la batalla y estaba completamente entregada a quererte, y así lo estabas también, ambos con los nervios de punta sin saber lo que el otro puede responder.
Te escogí, porque vi en ti una luz y una belleza que en otra persona no pude encontrar, es paz, es calma, es querer estar contigo porque ahí estoy bien,.. es escogerte porque sabes querer.
Todavía siento mariposas cuando me escribes,.. Es ver mis mensajes y leer tu nombre, es escuchar el sonido de mi celular y esperar que seas tu quien esté detrás. Siento un cosquilleo juguetón cuando hacemos llamadas, cuando nos reímos, cuando te escucho sin irme un segundo. Me recorre el corazón de arriba abajo, es tu risa sincera, fuerte y única la que provoca en mi un mar de emociones. Siempre lo fue, siempre fue la causante de que yo esté bien.
Siempre supiste hacerme reír, y creo que eso es lo que busqué siempre, que me quieran, que me hagan reír de verdad, que me hagan saber con sonrisas sinceras que nada marcha mal.
Admito que todavía siento nervios al hablarte, quiero verte feliz, y con nada de lo que diga yo arruinarte. Confieso que todavía me emociono al saber que te voy a ver, así hayan pasado simplemente horas, no puedo no sentirme ansiosa por verte otra vez.
Soy como una niña con su juguete, no quiero perderte, y es por eso que te cuido tanto. ¡Perdóname si algún día parece exagerado! Pero no miento, eres mi tesoro más preciado.No puedo parar, desde ese día de abril, de quererte intensamente. Recorres mis pensamientos, mis notas, hasta mis poemas, te adueñaste de un corazón que solo le pertenecía a su dueña de piedra.
Ganaste un puesto importante en mi vida, eres de lo más especial que estoy hablando; mis letras expresan lo que mi corazón quiere sacar, es una felicidad que no puedo demostrar...
Solo sonreír, lo que resta de mi es reír... Fuerte, con ganas, como siempre hiciste que de mi saliera, la tristeza, el mal, soledad.., te escogí porque me enseñaste a amar de verdad.
Abrí la puerta y te dejé pasar, esto es un viaje de ida y no quiero regresar.
Estoy feliz de escogerte, porque me siento segura entre tus brazos, me siento mimada con tus manos, me siento feliz desde que te conocí.
No fue en vano nada de lo que vivimos, cada momento es una foto en mis recuerdos, somos luz en nuestros mundos tan oscuros, nos encontramos después de darnos cuenta qué era lo que buscábamos.Te escogí, y así hubiera mil vidas después, créeme, te elegiría mil veces otra vez.
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«Entre Letras»
PoesieSupongo que después de que pasaran años y haya escrito durante estos, me animo a publicar mis poesías, cartas, dedicatorias, y todo lo que lleve un nombre detrás para compartirlos con ustedes.