«Entre Letras»

Vivir sin realidad

Hay veces que me despierto y tan solo pienso en una cosa, quizá no sea demasiado enorme ni tan importante para algunos, pero es considerado por mi como un gran motor de felicidad.
Tal vez algunos lo llamen exageración, otros tal vez me entiendan, pero es difícil despertar y no pensar en ese gran amor.
Quizá estoy despierta en sueño, quizá no solo sea un capricho, tal vez de verdad siento la profundidad.
¿Es normal sentirlo tan cerca?
Es decir, a mis pensamientos vienen ideas y puedo palparlas, puedo sentir su roce de piel con la mía, me llena de emociones fuertes el imaginar caminar juntos de las manos, entrelazando nuestros pequeños y grandes dedos, haciéndolos bailar entre piel, anillos y vergüenza de la primera vez.
Es, además, algo indescriptible. Es sentir sus manos sobre mi cuerpo, recorriendo una sensación de electricidad y euforia del futuro.
¿Es normal imaginarlo en cualquier situación y tan solo desear que se cumplan?
Me refiero, no, en efecto temprano si, tal vez... Desconcierta mi persona, ya que no me he encontrado desde este perfil nunca; en mi pecho siento como... ¿Cosquillas? Realmente no sabría describirlo. Es esa emoción dónde eres feliz, dónde te encuentras en paz, dónde sientes abrigo... Pensar en él y en sus cosas diarias solo me llena de orgullo, verlo tan recto y ordenado, verlo sonreírme y de besos querer llenarlo.
Solo imagino un día ambos en la cocina, charlar con mates de por medio, música, mirarnos y por un segundo hacernos eternos en esa conexión, sonreír, ser feliz...
A veces pienso en su altura, ¿Cómo será la primera vez que lo abrace? ¿El primer beso? Vaya, me siento niña de nuevo... Quizá jugar un poco, bailar algún tema mientras ordenamos, palmearle las espalda cuando trabaja y abrazarlo para calmarlo.
¿Por qué? ¿Para qué? Maldita distancia.
¿Sinceramente ésto es así? Me refiero, habiendo tantas personas cerca nuestro, de nuestra edad, conocidas tal vez, nos fijamos en otra persona que vive del otro lado del libro, dónde la conexión es eléctrica y virtual, pero los sentimientos viajan en una nave que no quiere parar.
¿Por qué elegirte? ¿Por qué me elijes? Tal vez porque eres la primera persona que me quiere por lo que soy, o por lo histérica que puedo volverme, quizá te elijo porque además de guapo eres elegante, pulcro y ordenado. Tal vez te elijo porque tus palabras son sinceras y verdaderas, tal vez porque tú confianza sobre mi vale mucho más que cualquier vehículo caro. Quizá te elijo porque tus chistes son malos, pero me encanta escucharte reír, quizá porque no hay algo que defina qué hiciste en mi.
Si pudiera ser suficiente decir que te quiero para demostrarte mi amor, lo diría. Pero no hay palabras ni gestos totales que englobe  mi característico amor por ti.
Ojalá pudiera acariciarte, abrazarte cada segundo y compartir mi vida con la tuya...
Es un deseo insólito, tal vez podría llamarse insípido... Es no tenerte cerca, sufrir la amarga espera pero saber que el fruto del encuentro será más que dulce.
Es cómo, así mismo, ser un analgésico para el corazón, brindar tanto cariño, amor y esperanza. No esperaba esto, de verdad, yo solo creía que eras alguien más para charlar, en efecto, y me alegra, no fue así.
Vivo sin la realidad de estar contigo, pero el vínculo es tan estrecho y fuerte que es innecesario recordar que vivimos a kilómetros de distancia, te siento cerca, conmigo.
No comprendo este pequeño trozo de cristal que sostengo, ¿Cuando se convirtió en un cristal de dos partes? ¿Cuando comenzó a surgir este amor compartido? He de cuidarlo desde entonces.
Tal vez sea difícil en las oscuras noches soñar contigo y tú cuerpo sobre el mío, sabiendo que al despertar no habrá nadie acompañándome a tocar los cielos... Dependerá de ambos de no cortar la cuerda, de mantener la llama en su lugar, cuidarla, que no se apague, ni se marchite la flor del alma.
Si tan solo pudiera expresar de alguna manera en versos lo que siento, lo que me enloqueces, si pudiera tan solo mirarte y desnudar mi alma enfrente, entenderías que más allá de la distancia te tengo más que presente...