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Acabamos de llegar al buen barrio de Marvill, déjenme decir que este barrio es un barrio de ricos. Hermosas mansiones con explendios jardines con una carismática seguridad, antes de poder acceder hemos tenido que pasar por el control de seguridad.

Lana no a parado de hablar durante todo el trayecto, sinceramente no la he estado escuchando, desconecte después de que papá nos hablará un poco de su nuevo jefe Edgar O'Cooper y sus dos hijos el mayor Edward y el menor Edwin.
Se nota que no se esforzaron mucho en los nombres, sonrío.

-Dami, Damián. Llegamos, baja- dice tocando mi hombro Padre.

Parpadeo un poco, para volver al mundo de los vivos y asiento.

Abro la puerta y salgo, ayudó a Lana ha salir del carro, me da la mano y me dirijo a la explederosa puerta de color marfil donde papá está a punto de tocar el timbre, ando un poco más apurado.

-Chicos si que tardan en salir del coche, bueno compórtense- dice padre alegre.

Ambos susurramosun si al unísono.

Abre la puerta una señora mayor con uniforme debe de ser la empleada del hogar.

-Buenas noches Señores y señorita McCartney soy la ama de llaves Elizabeth pasen, les guiare al comedor- dice amablemente la Sñr. Elizabeth.

-Buenas noches Sñr. Elizabeth- dice papá y nosotros también le seguimos con el saludó.

Pasamos por un extenso pasillo hasta que llegamos al comedor, tengo que decir que es enorme.

Ya en la mesa veo ha dos personas, se levantan. Nos acercamos.

-Hola, buen amigo- dice el señor mayor de cabello castaño con algunas cañas de más de ojos azules grisáceo a papá.

-Buenas noches, Edgar. Gracias por invitarnos- dice padre devolviendo el apretón de manos.

-Estos son tus encantadores hijos, hola chicos- dice alegre dándome la mano a mi y a Lana.

-Buenas noches señor O'Cooper, soy Damián McCartney- le digo.

-Buenas noches señor, me llamó Lana McCartney- dice mi hermana que no quita la mirada del otro individuo.

¿Esto es en serio?

-Chicos díganme Edgar, suena mejor que señor- dice intentando sonreír. Ambos asentimos. - Este pequeñín es Edwin, Edward vendrá dentro de diez minutos disculpen su retraso.

El aludido fulmina a su padre, hace un gesto de saludo el pequeño pelirrojo de ojos azules grisáceo, pero cuando vuelve a mirar a mi hermana sonríe y le da un beso en su pequeña mano.

Maldito niño pelirrojo paliducho. Le tendré vigilado.

-Vamos, a la mesa- dice el señor Edgar.

Estoy a punto de sentarme al lado de mi hermana, pero el paliducho me roba el sitio sentándose al lado de mi hermana, nunca me a caído más mal un niño hasta ahora.
Me siento al lado del niñato y el sonríe, le mandó una mirada de que como vuelva a tocar a mi hermana le pasarán cosas muy malas.

Están a punto de servir la cena cuando veo a alguien entrar por la puerta, creo que el tiempo se paró sólo para observarlo detalladamente cada vez se acerca un poco a la mesa. Es como si todo fuera a cámara lenta.

Su cabello corto brillante totalmente negro contrasta con su pálida piel, tiene una cara demasiado dura y salvaje para su hermoso rostro; cejas gruesas y separadas, sus ojos son lo más hermoso que he visto en mi corta vida uno completamente azul y el otro gris son completamentes inexpresivos e impenetrables,
de orejas redondas y pequeñas, de nariz puntiaguda, mejillas redondas, boca grande y firme de labios finos rosados y sensuales, tiene un largo cuello y grueso, manos grandes firmes y sexys, piernas musculosos largas y delgadas. Es alto y esta macizo, tiene que ser Edward, va vestido con zapatos beige, vaqueros oscuros y camisa beige de seda.

Damián despierta ya por lo que más quiera, dejó de estar en las nubes para encontrarme al joven sentado, dándole una escusa absurda de su tardanza. Mi plato ya servido.

Que vergüenza, siento mis mejillas arder, miró hacia mi hermana y ella me sonríe se ha dado cuenta que me gusta y mucho.

Esto es lo que llaman amor a primera vista ¿no?

Damián te gusta y punto. Nada más.

El susodicho sexy, se levanta para decir algo.

-Disculpen por mi tardanza, buenas noches a todos- hace una pausa- me llamó Edward-  dice con su voz grave, que en mis oídos resultan muy sexy su voz.

Se sienta, cada uno de nosotros nos presentamos ante el, esta sentado al lado de mi padre, eso quiere decir que esta enfrente mía. Voy a ver cada movimiento suyo, como come con su sensual boca.

Eres tú, nadie más que tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora