Crónicas de un corazón roto.

Abandonada.

All o' sudden you're not into me
And maybe it's not deliberate
And I know you never asked me
I just gotta put it out there

Sarah me contó todo una semana después. Resulta que Saúl se había ido de intercambio por un año y quería despedirse de mi antes. Me dejó una carta con Sarah. Ella dijo que no la había leído, pero definitivamente lo hizo.

"Querida Ademia:
Me voy de intercambio a España. Le he pedido a Sarah que te cuente todo de mi parte, así no tengo que darte la mala noticia yo en persona, lo intenté, pero soy cobarde para esas cosas, y mi prima es algo comunicativa. Has de estar confundida sobre por qué no te dije nada, y no te culpo, es algo por lo que yo también me enojaría bastante, pero te pido que te pongas en mi lugar por un momento y pienses las cosas más allá de tu (poco coherente) sentido común.
Resulta que me dieron una beca por la que estuve compitiendo durante mucho tiempo, y, es justamente para ir a aprender sobre la carrera que quiero estudiar. No creas que es porque he querido alejarme, es solo que oportunidades así no se presentan a diario, y tengo que aprovechar mientras las tenga.

Pero te juro que voy a volver. Por ti.
Atentamente
-Saúl"

Bueno, en realidad esperaba algo peor. Algo como "no te quiero volver a ver, eres una pinche freak y tu música está bien culera". Fue mucho mejor de lo que esperaba, de hecho. Y no volví a verlo.
Pasaron como 2 semanas, yo seguía algo triste porque por fin había conocido a una persona a la que probablemente le gustaba genuinamente, y se tuvo que ir así, de la nada. Jacobo se dio cuenta de ello, y estuvo tratando de obligarme a ir a varias fiestas. La verdad, yo no quería ir, porque sabía que iba a estar ilusionada con ver a Saúl, y si no, con encontrar a alguien que me salvara del perreo intenso. Hasta que a Sarah se le ocurrió la idea millonaria.

.-No puedes estar así toda la vida, Ady, tienes que salir con nosotras, vas a ver que te la vas a pasar bien.

Y bueno, al final me convencieron. Quedamos en casa de Celia, el viernes a las 7, para preparar todo. Yo no sabía qué era "todo", pero quise respetar ese acuerdo aunque no supiera de qué iba. 
Cuando llegué me di cuenta de qué era "todo". Su casa la habían decorado con unos cuantos focos de luz negra y habían conseguido (Dios sabe cómo lo hicieron) varias muñecas de esas que todos creen que son aterradoras. Las habían puesto por tooooda la casa, TODA. Me preguntaron si la música estaba bien, y la verdad es que ni me había percatado de que lo que sonaba no era Wisin y Yandel, sino los Ramones. Para ser sincera, nunca fui muy fan de los Ramones, siempre pensé que era de lo más comercial que había, y ser comercial era muy poco punk de su parte, entonces no me convencían.
Aún así, supe apreciar de inmediato el esfuerzo que habían hecho por hacerme sentir mejor, y a pesar de que no éramos muchos (supongo que a los demás no les convencía la idea de ir a una fiesta en donde bailar significaba meterse putazos unos a otros) me la pasé muy bien.