Paso del tiempo y FlashBack

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Maldijo a todos los cielos por el mal momento que eligio su hermana de interrumpir.

En el mejor momento de todos, con una calentura que pedia a gritos ser atendida, normalizo su respiracion como pudo, trago saliva y aun estando encima de Ariana, quien aguantaba la respiracion de los nervios, respondio lo mas natural posible. 
 
- Si, si...aqui estoy hermana... - fingio quizas estar algo adormilado.
 
- Estan bien?... Donde esta Ariana?... Por que tienen la puerta cerrada?... - su hermana no pensaria mal de el, solo era de curiosa nada mas. 
 
- Ahm... si, Ariana... eh... se esta cambiando de ropa... le empreste algo para que se saque el uniforme y este mas comoda... y... cerre la puerta para que se pudiera cambiar tranquila - hizo trabajar mucho las neuronas para armar una excusa decente.
 
- Ah... - no dejo muy convencida a su hermana - Pero me hubieras pedido ropa a mi... Mira, yo tengo que salir de urgencia ahora, asique te puedo dejar en mi habitacion ropa para que se pueda cambiar, seguro le quedara bien. - ofrecio con amabilidad.
 
- Esta bien!. No te molestes... - insistio para terminar la conversacion. 
 
- Nada de eso... Ah! por cierto... mama hablo con los padres de Ariana, y le dieron permiso de quedarse, con la condicion que no falten a clase mañana. - informo con seriedad.
 
Ambos abrieron los ojos con alegria, este dia no podia ser mas perfecto. Se aguantaron las ganas de gritar de la emocion. 
 
- Enserio?... Eso es genial! - respondio con entusiasmo.
 
- Bueno, me tengo que ir. Nos vemos luego. - la oyeron irse por fin.
 
Eiji espero hasta sentir que su hermana se habia marchado definitivamente y se relajo. Volvio la mirada a su "invitada", que aun estaba debajo de el, como una estatua. Se sonrieron complices y no iban a desperdiciar el momento que les habian regalado. Esta noche era de ellos. 
 
Retomaron donde se habian quedado. La pequeña interrupcion no fue gran obstaculo para arrepentirse de lo que estaba a punto de hacer. Ambos cuerpos ardian por sentir la plenitud del otro y no querian esperar mas.
 
Esa noche, solos en la habitacion de Eiji, solos en la casa, fueron uno. Ambos perdieron sus purezas con total tranquilidad. Desbordados de placer y lujuria, fueron el uno era para el otro. 
 
Inexpertos ambos, se conocieron a fondo. Probando que caricias eran las correctas, como si fuera un juego.

Eiji descubrio que no habia tenido una experiencia mas hermosa que esta y que daria su vida por hacerla sentir asi por el resto de su vida. A partir de ahora ella era suya, y el de ella. No queria que nadie mas la tocase, todos sus supiros serian de el, el se los provocaria y aprenderia con la practica a hacerla sentir infinidad de sensaciones. Al igual que solo ella seria dueña de sus fantasias y deseos. 
 
Despues de tanto extasis formado por los orgasmos liberados, sus cuerpos cansados y satisfechos, se abrazaron sobre la cama para descansar. 
Mirandose como si no hubiera nada mas que decirse, mas enamorados que nunca por haber dado el paso mas importante en la vida de cualquiera, y sobre todo encantados de que haya sido con la persona correspondida. 
Eiji le acaricio el rostro, ella sonria regalona por las cosquillas que le provocaba. 
 
- Eres simplemente hermosa... te amo con locura mi More. - hablo con calma, sin poder dejar de observarla.
 
- Y yo a ti... no existe otro lugar mas hermoso que estar entre tus brazos, mi Gatito. - respondio con dulzura. Se besaron, cada vez mas expertos, pues se amaban.

Ya se hacia tarde y debian dormir, al otro dia debian ir temprano a clases. Acordaron bañarse antes de domir para estar listos al otro dia. A partir de ahora, era incapaces de estar separados, no dudaron en "bañarse" juntos. Las caricias extras no faltaron. Eiji fue por la ropa que su hermana le habia ofrecido a Ariana para no rechazar su amable oferta.
Sin mas, y mas felices que nunca, durmieron placidamente abrazados hasta el amanecer.
 
Al otro dia y con mas energia que de costumbre, se alistaron, desayunaron con el resto de la familia y fueron por un dia mas de clases. 
 
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Asi fueron pasando los meses. Ellos mas enamorados que nunca, siempre muy compañeros. Absolutamente todos sabian de su relacion, tanto sus compañeros, como sus familias. Tenian la completa aprobacion.
 
Eiji, por nada del mundo descuido sus calificaciones, de hecho estaban mejor que nunca. Ambos estudiaban juntos y se esforzaban al maximo. Queria a toda costa demostrarle a su "Suegro" que era digno de su hija y no le dejaria dudas. Ni hablar del club de tennis, siempre asistia a los entrenamientos con entusiasmo aun mas euforico que siempre; le era dificil al resto seguirle el ritmo, resultaba irritante en ocasiones. Pero ni modo, el era asi y "soportaban" su felicidad.
 
Ariana, como siempre sopresaliente en sus notas, como bien acostumbrados tenia a sus padres. Al poco tiempo ingreso al club de Voleyball femenino, y no tardo mucho en obtener el titulo de capitana. No podia evitarlo, tenia un don para el deporte, era natural en ella. Con su dulzura y simpatia, mas alla del fuerte caracter, terminaba por caerle bien a quien conociera. Rodeandose asi de gente muy buena.
 
Con respecto a Gina... las cosas no siempre se ponian faciles, una que otra vez intento "aguarles la fiesta" cuando los veia muy acaramelados o en "situaciones comprometedoras" por los pasillos, pero ahi estaba Fuji para intervenir... Es mas, en una oportunidad...
 
(flashback)
 
... Como de costumbre, y cuando tenia tiempo libre de sus entrenamientos, Eiji iba a ver los entrenamientos de Ariana. Como capitana era tal cual o casi peor que Tesuka, muy estricta, se lo tomaba muy enserio. Pero aun asi, todas las chicas la querian y respetaban mucho. De hecho habia hecho muchas amigas, nunca estaba sola. Siempre se la veia en compañia de Eiji, los muchachos o de alguna amiga. 
 
Toda esta "fama" hacia que Gina hirviera en ira. Realmente la envidiaba. Por lo que decidio que ya era hora de hacerla pagar.
 
Finalizado el entrenamiento. Gina se dispuso a concretar su plan.
 
Como Ariana era capitana, siempre era la ultima en ir a los vestidores a ducharse y vestirse, ese seria su momento para dar el golpe, cuando nadie mas estuviese viendo. Y su plan consistia en algo tan simple e infantil como, mientras se este duchando, tirarle un bote de pintura mezclado con vaya dios a saber que, y detras de eso una bolsa de plumas y entre la confusion tomarle fotos, desnuda cubierta en pintura pegajoza, maloliente y plumas. Asi la humillaria. 
 
Pero alguien estaba ahi, muy atento a sus movimientos para impedirlo. Fuji.
 
Gina la vio entrar y se escondio en la ducha contigua a la que estaba Ariana para arrojarle en cualquier momento todo lo que tenia planeado. Ni bien escucho el agua correr se preparo para arrojarle la pintura, pero Fuji aparecio de la nada y se lo impidio. La acorralo en una esquina y le tapo la boca con una mano. Gina abrio los ojos con sorpresa y quiso gritarle, por entrometerse en sus asuntos. Fuji le hizo seña de que se calme y ni bien Gina logro calmarse le aflojo el agarre.
 
- Que demonios haces aqui!! - pronuncio en un grito ahogado, bastante molesta, para no ser descubierta por Ariana.
 
- Vine a impedir que cometas una locura. - le hablo bien de cerca, tratando de no ser descubierto. Pues Ariana se bañaba despreocupadamente sin tener idea de lo que pasaba en el cubiculo de al lado.
 
- Maldito... yo no.. - Fuji le volvio a tapar la boca con rudeza, sintio que Ariana ya habia terminado de ducharse y estaba a punto de salir.
 
- Shhh... - le susurro para que se mantuviera tranquila,  apegandose aun mas sobre ella. Todo para impedir ser descubiertos.
 
Gina hizo caso, no movio ni un solo musculo. Apenas si podia respirar, mientras sentia sus mellizas arder por el tan cercano y descarado roce contra el cuerpo de Fuji, quien mantenia una pose protectora y alerta a cada movimiento de Ariana. Su mirada fria y penetrante, poseedora de un profundo y enigmatico celeste la cautivaron. No pudo negar pensar que Fuji era simplemente encantador. 
 
Cuando por fin sintio a Ariana irse, libero el agarre del cuerpo de ella. Gina solto todo el aire que habia estado conteniendo, llegando a hiperventilar por la adrenalina sentida. 
 
- Estas bien? - le sonrio divertido Fuji al verla en esa situacion.
 
- Claro que si imbecil!!... - se dio el lujo de gritarle ahora si. Pero a la vez tratando de ocultando su notorio sonrojo. - Me arruinaste todo... - se cruzo de bazos y desvio la mirada molesta.
 
- Como te dije, vine a evitar que cometieras un error... - volvio a repetir con seriedad.
 
- Y a ti que te importa! - grito con enojo, tratando de salir de la ducha en la que aun estaban, pero Fuji se lo impidio - Dejame pasar!! - exclamo arta.
 
- No - se nego rotundamente.
 
- Que me dejes! - Insisto. Fuji se negaba, a la vez que reia por lo rabiosa que se estaba poniendo, le parecia muy divertida. 
 
- Eres una chica mala... - le susurro al oido.
 
- Que hay con eso! - lo miro fiera, pero solo logro ponerse mas nerviosa.
 
- Me encantan las chicas malas... - La miro con deseo, y estaba dispuesto a hacer lo que quisiera con ella en esa misma ducha. Gina sintio algo de miedo ante esos penetrantes ojos celestes que la miraban con lujuria, y no pudo negar sentirse igual de atraida y a la vez cautivada. 
 
Se podria decir que desde entonces ambos comparten un secreto dificil de ocultar... solo ellos sabran que ocurrio en esa ducha aquel dia...
 
(fin del flashback)

Para la tranquilidad de la feliz pareja, desde entonces Gina dejo de ser un problema latente... con respecto a Fuji, su mirada divertida oculta algo cada vez que la ve... y Gina tambien. Muy sospechoso a la vez.

Un Amor para EijiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora