Parle avec-moi [Kyman Week]

World.

Continuación del capítulo anterior, pero en el au de mirrorverse

Sus cortas piernas intentaban no rendirse al salir corriendo de su ex abusor, Bueno, aun lo era, pero ahora los golpes eran cambiados por miradas llenas de sensualidad que lo ponía ansioso e incómodo.

Llamo a Scott, le pidió que fuera a su casa para hablar cosas de medios hermanos, quien intentando calmarlo diciendo que ya llegaba, junto a un regalo para su gata, con el teléfono bloqueado y casi cerca a su casa se dio un respiro, rebajando la velocidad de sus pasos, dando un poco de libertad a sus pulmones, las lágrimas dudaron en bajar por sus mejillas, se detuvo, inhalo y sonrió, otra sonrisa falsa en su vida.

- Hola mah –Saludo con un beso sonoro en la mejilla en su progenitora, disculpándose por llegar tan tarde –Voy a hacer tareas, oh y Scott vendrá en un rato, dile que estoy en mi habitación

-Está bien amor –agarro su cartera y metió en ella una pistola –iré a comprar algunas cosas en un rato, si no llego a las 8 y Scott está aquí, llama a la policía –Medito sus palabras y negó con la cabeza –no, esos no hacen ni mierda, no llames a mami, envía un mensaje –Eric asintió y subió las escaleras, cerro su cuarto y llamo a Alexa

-Alexa, coloca una canción suave, para relajarme

-Entendido, colocando canción

Bajo la melodía de una canción de cuna saco sus cuadernos, colocándolos encima de su escritorio y abriendo paginas al azar, Kyle, movió su lapicero dejando respuestas incoherentes, Kyle, borro todo y volvió al inicio, ¿Por qué lo dejo como si nada?, matemáticas no estaba funcionando, mejor pasaba a ciencias sociales, sus cabellos rojos escapando de su ushanka verde. Sus amigos que lo querían muerto, su madre que no lo dejaba ser libre porque sabía que era demasiado puro para aquel mundo de delincuentes y armas, jamás había matado a nadie, ni cuando sus compañeros le avisaban de las purgas, para dañar lo mas precioso que había en él, Kyle que lo abrazaba con un brazo y rechazaba el matar a otros porque iban a ver una película que terminaba en charlas de la existencia, su mundo alterno donde todo era hermoso, tanto que algunas veces soñaba morir e ir a aquel lugar, ciencias sociales no funciona tampoco, tiro todo a un lado, sacando su fuera interna y rogando ser salvado de lo que haría a continuación, No resistió mucho y abrió un cajón, dejando ver una navaja afilada, que esperaba con ansias abrir su piel

-Hermanito, tu gatita no quiere dejarme – oyó a lo lejos o eso supuso, tocaron su puerta, el agarre en el filo daño sus dedos - ¿Eric? - su vista nublada por sus emociones encontradas, sus labios tristes –Abre por favor – acerco la fina punta y respiro, una sola vez, no lo había hecho hace meses, todo estaría bien –Voy a entrar –

La imagen fue clara pesar de que la luz de la lámpara era débil en el cuarto oscuro, se notaban las gotas de dolor que derramaba el más bajo, mirando a su pecoso hermano con vergüenza y pánico, no sabía qué hacer, soltó la navaja y cubrió su cara con sus manos, era débil.

-N-no fue mi intención –Grito defendiéndose de forma inútil, Scott seguía parado, tratando de analizar la situación, gotas de sudor recorrieron su nuca, avanzo rápido donde su hermano y se arrodillo abrazándolo, acariciando sus cabellos y susurrando mentiras que calmaban al otro.

Luego de un rato, botando todo lo que le pudiera hacer daño, agradeció muy en fondo que su madre se fuera dejándolos solos, Scott no había dicho nada, solo daba indicaciones bajas con el tono más gentil que podía, de vez en cuando pasaba su mano por sus risos, cada que lo hacía en su mente aparecía Kyle y se sentía peor, debía darle una respuesta del porque su actitud de la última semana, pero era cobarde para aquello, no para defender a los débiles, no para tratar de sacar lo mejor de otros, pero era su debilidad, esa piel pálida y ojos verdes lo eran.