—Ya sé debí pedir su número, ya no me regañes Mery, por favor, me haces sentir más miserable. —
—Es que ¿cómo no se lo pediste? estuvo en tu cara Melina... —musitó la de ojos color almendra —en tu cara...pero bueno, reza para que te llame o mande un mensaje... y cuando entren en conversación le pides su facebook y ya podrás mandarle la solicitud. —
—Sí, y es que me dijo que se tenía que ir, y, yo no sabía ni que decir... me sentí como idiota cuando le dije hola soy Melina en vez de responder lo que me decía... — las colegialas fueron sorprendidas mientras cuchicheaban por la profesora que se encontraba ya exasperada.
—Señoritas si quieren que toda la clase se entere de sus problemas pueden pasar al frente y decirlo pero por favor presten atención. —decía, la mujer de aproximadamente cuatro décadas, en un tono furioso.
—Lo sentimos profesora, no fue nuestra intención molestarla...— sonó al unísono de los labios de las estudiantes avergonzadas por las risas de sus compañeros.
La profesora siguió su clase sin mas interrupciones y cuando ésta terminó las jóvenes siguieron su plática en ausencia de la docente.
—Como te decía Mery, el se fue y...— sonrojada —sólo me guiñó el ojo y desapareció, al parecer corrió...—
—Ay mujer, está bien, esperemos llame, no hay que perder las esperanzas...—
—A ¿qué hora te llamo? Meli —llegó un chico no tan alto, de piel clara amarillezca y algo delgado.
La muchacha de ojos oscuros se quedó en Shock mientras que su amiga hacía una cara de desagrado.
—No hablábamos de ti Mateo. —dijo Mery, seria y con el ceño fruncido.
Mateo es un chico guapo, pero no muchos soportan su sentido del humor, tiene más amigos hombres que chicas, a Melina la conoció por el baloncesto y ella soportó su sentido del humor aunque a veces la ponga en situaciones incómodas, y a las chicas que quieren algo con él las rechaza, muchas mueren por él y en realidad sólo le interesa jugar y pasar tiempo con sus amigos, es un gran amigo para Melina y Mery.
—Ya lo sé, pero para su información chicas...— se acercó a las jóvenes mirando que nadie lo viera y murmuró. —todo el salón escuchó su plática...—
A Melina le subían y bajaban los colores Mery sólo trataba de calmarla y Mateo...él solo reía.
De pronto un sonido interrumpió en el salón a los pocos alumnos que restaban, era la campanilla que indicaba la hora de receso.—Ups, Melina hoy no podré estar contigo, tengo que ir al salón de 2do "C" porque... estoy castigada y debo ponerme al corriente con unos apuntes...-—
—oh lo entiendo, pues yo iré a....—
—¿Por qué no vienes y te la pasas el receso conmigo?— interrumpió Mateo.
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A Quien Decidí Amar.®
Roman pour Adolescents-Me gustas, sé que quizás sea tonto para ti, pero aunque no te conozca bien ni tú a mí, me gustas... -Dijo la chica mientras se sonrojaba cada vez más. -Yo... - Melina gusta de un chico al cual ni si quiera le habla y sólo lo ve sábados y domingos...