-Me gustas, sé que quizás sea tonto para ti, pero aunque no te conozca bien ni tú a mí, me gustas... -Dijo la chica mientras se sonrojaba cada vez más.
-Yo... -
Melina gusta de un chico al cual ni
si quiera le habla y sólo lo ve sábados y domingos...
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Martes 7:10 am —¡Mery! tengo sueño —reprochó la joven a su amiga —Todo porque hablamos en la noche de... —dijo sonrojada con una sonrisa escapando de sus labios.
—El momento en que el te dijo que quiere estar contigo —rodó los ojos la de ojos almendra.
—jejeje sí, conmigo, me lo pidió, prácticamente eso fue mejor que ganar el partido de hoy —dijo entrelazando su manos y jugueteando con sus dedos. —Aún así quiero jugar y dar lo mejor de mí. —
—Tienes razón amiga, y te deseo éxito en tu partido, no creo que te gané esa chica pero aun así no te confíes —advirtió la castaña.
—Sí por el momento aprovecharé comer entre clases y acabarme mi comida para que en el receso no me sienta rara, además solo traje fruta con yogur y mi agua. —sonrió sacando unos trastes, a escondidas, con mucha fruta y yogur —Que rico —susurró hacia su amiga.
—Está bien pero ten cuidado y no comas tanto te vayas a sentir mal. —
Comenzaron las clases y fueron casi continuas hasta que se escuchó el toque de receso en plena clase de Inglés.
—Muy bien los que terminaron se pueden retirar y los que no se quedan. —
—Pero profesora tengo que hacer algo —se quejó Melina parándose de su asiento.
—Lo siento señorita —eso le pasa por comer en la hora anterior y no poner atención en la explicación. —
La alumna tomó asiento y se dignó a escribir.
«Mmm llegaré tarde y pensará que tengo miedo... pero es que no se que poner... » pensaba aquella chica de orbes oscuras mientras borraba y escribía en su cuaderno. Durante 3 minutos estuvo así, ya en el salón sólo había 4 chicas de las cuales sólo una estaba formada Melina.
—Uno de los siete ejercicios estuvo mal pero te la dejo pasar esta vez, ya te puedes retirar —
—Gracias Profesora — agradeció la muchacha que salía alegremente y corriendo hacia la puerta del aula.
Al llegar a las canchas Melina corrió hacia sus amigas que estaban esperándola, ya con ellas se posó frente a Paola mirando por el rabillo del ojo a Ángel que se encontraba en el piso sentado junto con su amigo Francisco y sus dos nuevos amigos Mateo y Christian.
—¿Comenzamos Meli? —inquirió la de melena oscura.
—Claro, va a ser un juego limpio y libre, la que gane lo único que se llevará es la victoria de... —viró a Ángel —de ser la ganadora. —Ante tal acto Paola se paro mas firme y con una mirada maliciosa.
—Que gane la mejor. —sentenció por último.
Las chicas se pararon una frente a la otra listas para lanzar la pelota al cielo, cuando ésta descendió Paola fue la primera en tocarla dándole ventaja a su equipo, sin embargo el equipo de Melina no tardó en robarla y subirla a la canasta contraria llegando casi a encestar, el partido continuó de la misma manera, Paola no dejaba de cubrir a Melina y no daban oportunidades las del equipo contrario, las chicas de Paola eran muy altas dejando al equipo de Melina sin oportunidad. El pequeño encuentro siguió igual, sin ganar puntos ningún equipo hasta que una chica estaba cerca de la canasta y cuando iba a tirar Paola la trató de cubrir y la joven le dio pase a Melina quien rápidamente encestó.
