«Mierda, justo cuando hoy Chris haría un avance»
Mientras tanto dos chicos nuevamente en una combi, pequeña, llena y sin espacio alguno sobrante.
—Melina... —solicitó la atención el muchacho de mirada pérdida.
—¿Qué sucede? —atendió ella.
—Si la combi va llena ¿el camión irá tiburón? — dijo sonriente, agachado a la altura de su oído.
—Jajaja —comenzó a reír la de orbes oscuras —eres un tonto —contestó sonrojada por el acercamiento.
—jejejeje —rió sin decir más, sólo mirar a su amiga, que aun se notaba incómoda, recordando su confesión y sonrojándose por el hecho
El camino siguió, llegaron al primer destino dejando sus mochilas en casa de la chica para tomar el encargo y llevarlo a la segunda parada.
—Melina... —susurró sin dejar de caminar.
—¿Sí? —
—Pues... Sólo quería decir que, pues, ¿a dónde iremos? —
—Oh cierto la casa de mi abuela es en el centro histórico, bueno cerca... —
—Ya veo, vamos —dijo frío y serio.
«Ahora que le picó »
Sin rechistar ni un poco Melina emprendió el segundo viaje ignorando ese pequeño gesto del chico, recordando que siempre es así él.
Cuando montaron un segundo autobús el cuál iba con los lugares contados con los dedos de una sola mano y para mejorar la situación todos separados, los chicos optaron por separarse Melina sentándose en el primer lugar de la ventana de lado derecho y Ángel hasta atrás justo en medio.
Ella junto con el chico de a lado iban pendientes de la ruta hasta que un niño de unos 12 años subió a ofrecer unos pequeños detalles para parejas (rosas, chocolates, etc.), siendo ellos los primeros sujetos para la venta perfecta.
—Hola joven buena tarde, compreme una rosa para su novia, no sea malo. —
El muchacho delgado de ojos grises que vestía una playera de una banda de rock junto con un collar de un corazón con una nota musical atravesando y algunas pulseras sólo rió.
—¿Cuánto vale la rosa? —preguntó simpático.
—12 pesos —contestó sonriente el pequeño.
El aparente rockandrollero sacó un billete de cincuenta pesos le tomó la rosa depositando el dinero en sus manos regalando una sonrisa. Cosa que sin más el niño agradeció y siguió.
—Toma Novia —
—Eh... Yo...—
—No quería arruinarle la venta y no tengo a quien dársela, por favor ten. —
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A Quien Decidí Amar.®
Teen Fiction-Me gustas, sé que quizás sea tonto para ti, pero aunque no te conozca bien ni tú a mí, me gustas... -Dijo la chica mientras se sonrojaba cada vez más. -Yo... - Melina gusta de un chico al cual ni si quiera le habla y sólo lo ve sábados y domingos...