Sasuke fue el primero en entrar en aquella fiesta, seguido por un trajeado Naruto con la cámara colgada a su cuello. Antes de llegar a la barra, se detuvo un segundo para observar a ese chico que le descolocaba por completo. Cuando le conoció, sólo iba a ser una aventura de una noche, un chico como cualquier otro que le daría algo de afecto y confianza por una noche y no volvería a ver. Su primera impresión por la mañana fue que se había acostado con un chico enamoradizo y algo atolondrado, pero después de cómo le había tratado para intentar alejarle de su vida, se daba cuenta de que era un completo imbécil que se mantenía allí a su lado pese a los apaleamientos verbales que él le ofrecía. ¡Hasta le había ayudado con su problema de las cicatrices! Sencillamente... ¡Era de la clase de chicos de los que te enamorabas! Pero él no podía permitirse algo así, no siendo la bomba de relojería que era.
- ¿Qué ocurre? – preguntó Naruto.
- No es nada.
- Estabas pensando en algo.
- Déjalo – refunfuñó Sasuke, intentando volver a caminar hacia la barra para pedir una copa.
- De verdad que odias las fiestas.
- No me gusta estar rodeado de gente.
- Eres modelo, deberías estar acostumbrado a que todos quieran codearse contigo.
- Sigue sin gustarme la gente, mucho menos las fiestas. Ni siquiera sé por qué he aceptado venir contigo.
Naruto sonrió. Quizá antes le habría afectado las palabras de ese moreno, ahora empezaba a ver que aquellas palabras "hirientes" sólo eran parte de la coraza que se había puesto para alejar a todos de él. No quería decir que no le afectasen, pero fingir que no lo hacía sacaba más de las casillas a Sasuke y le permitía estar a su lado. Entendía que Sasuke siempre buscaría alguna forma de alejarle, pero entonces era su misión encontrar algo para acercarse.
- Te invitaré a la primera copa si así te sientes mejor – sonrió Naruto, adelantándole y consiguiendo que el moreno le mirase con extrañeza.
- No te he pedido una copa.
- Tengo sed, tú también, odias las fiestas y yo también. Al menos creo que podemos beber juntos, ¿no?
- Eres idiota.
- ¿Por qué? ¿Por invitarte a una copa?
- Porque eres el único que conozco al que puedo insultar y sigue aquí a mi lado.
- Quizá me estoy acostumbrando a tu mal humor. Eso sí... necesito una copa para seguir aguantándote – sonrió Naruto.
Tras ver cómo Naruto pasaba de largo, sus ojos se fijaron en aquella musculosa espalda. Para ser tan fino, reconocía que también debía hacer algo de deporte, sus músculos no estaban demasiado desarrollados, pero sí lo suficiente como para hacerle un chico atractivo a simple vista. No pudo evitar sonreír al darse cuenta de que ese chico estaba empezando a calarle y no sabía cómo impedirle que siguiera haciéndolo.
Desde el accidente, se había ocupado de asegurar que su pasado se quedase allí donde debía estar, oculto de todo el mundo. Nadie conocía más de lo que necesitaban saber de él, pero Naruto lentamente, estaba descubriendo cosas sobre él. Quizá no demasiado ahora mismo, pero ahí estaba, insistente como siempre.
La primera copa la bebieron en silencio, lanzándose furtivas miradas de reojo el uno al otro sentados como estaban en la barra. De vez en cuando, Naruto se levantaba o incluso desde el propio asiento, sacaba alguna fotografía, hasta que uno de los flashes llegó hasta los oscuros ojos de Sasuke obligándole a cerrarlos cuando estaba jugando con una de las aceitunas de su copa.
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El fotógrafo (Naruto: Sasunaru)
Fanfiction¡Una noche! Eso es lo que duraban sus citas, una única noche. Para Sasuke Uchiha, ésa era su única regla, no acostarse más de una vez con el mismo chico, evitar a toda costa que entrasen en su vida y le conocieran realmente como era, sin embargo...