Warrior ( Bellamy Blake)

Ejemplificación perversa (parte 1)

Llevábamos un rato parados, ya que el Rover se había quedado sin batería.

- La batería está cargada- informó Bellamy- Preparemonos, pronto estaremos en casa.

-¿Y luego qué?- cuestionó Clarke-¿Huimos?

- No vamos a huir, Clarke - hablé- Buscaremos a los demás y buscaremos la manera de acabar...

- No hay otra manera- me interrumpió- Necesitamos a un Natblida.

-¿Y que quieres que hagamos, Clarke? ¿Ir de pueblo en pueblo preguntando por sus Natblidas?- pregunté irónica.

- Si es necesario, sí.

- No, Clarke- negó Octavia- Si Alie nos ha encontrado en la plataforma de Luna, lo hará en cualquier sitio. No te ayudaré a destruir otra aldea de terrestres inocentes.

- Si no damos con un Natblida, no habrá aldeas terrestres, ni hogar al que volver.

- Razón de más para volver y asegurarnos de que nuestros amigos están bien- dijo Bell.

Clarke nos miró a cada uno de nosotros y sin decir nada más se marchó de allí. Miré a Bellamy, solté un suspiro y salí detrás de mí hermana.

Cuando llegué a su altura, vi como sostenía la caja de la llama entre sus manos, sus ojos estaban llorosos.

- Se que la echas de menos- murmuré- La querías.

- Ya no es simplemente por Lexa, Nymeria- hizo una pausa- Si no conseguimos detener a Alie...

- Lo haremos- la interrumpí- No vamos a rendirnos. Lo conseguiremos, como siempre.

Antes de poder responder, un ruido llamó nuestras atención, haciendo que nos girasemos. Ambas vimos a un guardia de Arkadia caer al suelo, con una flecha en su cabeza.

Saqué mi espada rápidamente y miré hacia todos lados, hasta que mi mirada se encontró con la de un terrestre a lo lejos.

-¿Roan?- murmuró Clarke sorprendida.

El se acercó rápidamente hacia nosotras.

- Parece que no soy el único que os sigue el rastro- dijo cuando llego a nuestro lado, entonces me miró- ¿Quién es?

- Nymeria, mi hermana - respondió Clarke- Nymeria, este es Roan, Rey de Azgeda.

- Lo conozco- respondí- El terrestre que te capturó para llevarte ante Lexa y que me clavó el cuchillo en la pierna.

- Así que eras tú...- murmuró Roan mirándome de arriba a abajo con una sonrisa- No te había reconocido.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó Clarke.

Él le quitó la llama a Clarke y se dió media vuelta para marcharse.

- Adiós, Wanheda- dijo alejándose, ambas lo seguimos.

- Espera- dijo Clarke, pero él no se detuvo.

- Ha dicho que te esperes- solté.

El se giró lentamente, ya que mi espada estaba sobre su cuello. El me miró serio pero pronto una sonrisa apareció en sus labios.

- Escúchame, Roan- habló Clarke- Necesito encontrar un sangre nocturna para dárselo.

Bajé mi espada.

- Ya hay a quien dárselo. Por tu culpa Ontari no ha podido ascender. No esperaré, no hasta que tengamos comandante.

Roan volvió a dar media vuelta dispuesto a marcharse, pero Bellamy estaba apuntandolo con su arma.