Warrior ( Bellamy Blake)

La caja de Pandora

Kane estaba en medio de la arena, formando el círculo de los enemigos de Wonkru.

Miró a Octavia, que ahora era llamada Blodreina, la cual mantenía su mirada fría como el hielo clavada en cada una de las personas que se habían atrevido a desafiarla. 

La gente gritaba eufórica alrededor de ellos, esperando la tan ansiada pelea, pero todo ruido cesó en cuanto Gaia levantó los brazos.

- Estos 4 combatientes han cometido crímenes contra Wonkru- habló- Son nuestros enemigos. Traidores a nuestro pueblo, a nuestro código de fuerza, unidad y honor. Pero hoy, uno de vosotros tendrá la oportunidad de volver a ser nuestro hermano o hermana. Pero antes... Tendrá que sobrevivir. Se el último.

Rápidamente, los otros tres competidores, cogieron las armas que habían colgadas en la pared. Dos de ellos se enzarzaron en una lucha, mientras que el otro fue con decisión hacia Kane. Este, cogió un escudo, para así protegerse de los ataques de su contrincante.

Mientras caminaba hacia la verja, protegiéndose, cogió un hacha y en un momento dado, consiguió clavársela a su contrincante.

En cuanto levantó la mirada, vio como había otro cuerpo en el suelo.

Kane y su oponente se miraron durante unos segundos, para después atacarse el uno al otro con fuerza. 

En un momento de despiste por parte de Kane, su atacante consiguió rajar parte de su espalda, haciéndolo caer de rodillas al suelo.

Kane, sin rendirse, cogió el hacha entre sus manos y tras esquivar el golpe de su oponente, logró clavar el hacha en el pecho de este, acabando con el.

- Marcus Kane- habló Gaia- Al robar a Wonkru medicinas vitales, cometiste un crimen contra el pueblo, pero eres el último. ¿Ha ganado su libertad, Blodreina?

Octavia miró a Kane sin compasión y se levantó.

- No- negó- Luchará otra vez mañana.

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- Coronel, soy yo- habló Shaw- Dice la verdad. No se como han bloqueado el acceso remoto a la crio-sala y a las cápsulas. No podemos despertar a nadie.

-¿Vas a hacerme caso ya?- preguntó Bellamy a Diyoza.

- No se como entrasteis en mi nave, pero como le pase algo a uno solo de los míos...

- No les pasará nada- la interrumpió- Mientras podamos negociar. 

- Yo digo que lo matemos ya- soltó McCreary.

Diyoza se acercó lentamente a Bellamy.

-¿Que quieres?

- Que nos ayudéis a abrir un búnker. Sois mineros, no debería daros problemas. Ayudadnos y soltaré a los tuyos.

-¿Y luego? ¿Comeremos perdices?

- Partiremos el valle por la mitad. Si coméis perdices o no, es cosa vuestra. ¿Aceptas el trato o no?

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Estaba acostada en un banco de una de la habitaciones de la nave Eligius.

Tenía las piernas encogidas, rodeadas por mis brazos entumecidos.

Mis ojos estaban cerrados, pero se abrieron en cuanto escuché un ruido a mis espaldas.

Con dificultad. levanté la cabeza y vi a Bellamy parado en la puerta. Rápidamente corrió hacia mi, se sentó a mi lado y me ayudo a enderezarme.

Mis ojos se clavaron en los suyos un par de segundos, sin poder creerme que fuera real tenerlo allí, frente a mi. Entonces me aferré a el, abrazándolo, mientras el me estrechaba con fuerza entre sus manos, al tiempo que acariciaba mi espalda con delicadeza, como solía hacer.