Warrior ( Bellamy Blake)

El evangelio de Calíope

Calíope POV

Kylie entró en el comedor, encontrándose con Russell y Simone.

- Es muy tarde - dijo - ¿Ha ocurrido algo?

- Han matado a Rose - habló Russell- Pero Jade ha vuelto con tu familia.

Russell abrió su mano y mostró los chips a la chica.

- Gracias a Dios - murmuró esta, acercándose, pero Russell cerró la mano- Antes, dinos la verdad.

- Dicen que tu familia y tú ibais a huir cuando subisteis a esa nave - intervino Simone.

- Eso es absurdo, ¿por qué íbamos a huir? - cuestionó- ¿Quién ha dicho eso?

- Yo - habló Josie apareciendo en el salón, seguida de mí.

- ¿Os fiais de una extraña antes que de mí?

- ¿Qué pasa Lili? - cuestionó mi hermana, colocándose frente a ella- ¿No reconoces a tu mejor amiga?

- ¿Josephine?

- Sorpresa - murmuré, ganándome una mirada aterrada de Kylie.

- ¿Calíope? - preguntó en un susurró.

- La misma - respondí.

- Dicen que fuiste tú la que encontró mi último cuerpo después de mi trágica caída- dijo Josie.

Kylie respondió en un idioma que solo mi hermana y yo pudimos entender.

- En nuestro idioma - exigió mi madre.

- Mató a alguien que me importaba - dijo- Yo protegí Sanctum, de tí.

- Yo también - respondió, para acto seguido, clavarle un cuchillo en el cuello.

- ¡Josephine! - exclamó mi padre.

- Tu cara fue la última que ví antes de morir - dijo sujetando a Kylie, mientras su garganta sangraba sin parar y la tiró al suelo - Estamos en paz.

Mis padres se quedaron mirando a Josephine atónitos, mientras esta se llevaba a la boca algo de comer.

- Se que hay mucho de lo que hablar - dije, caminando hacia la salida- Pero antes necesito una ducha.

******

Josie bailaba sin parar por la habitación, dando vueltas sobre sí misma y tarareando la canción que retumbaba en sus auriculares.

Yo mientras tanto, estaba acostada en la cama, con mi pequeño cuaderno de dibujos entre mis manos, cuando me detuve a observar uno de ellos.

- ¡Calíope! - gritó Josie, haciéndome volver a la realidad y se sentó a mi lado, observando el dibujo de Maio- ¿Estás bien?

- Sí, claro... Todo bien - dije cerrando el cuaderno y poniéndome en pie, para acercarme al gran lienzo que estaba a medio pintar.

- No intentes engañarme, Cali - murmuró ella, colocándose a mí lado- ¿Qué piensas?

- Todo se repite una y otra vez en mi mente - hablé- Papá intentando llegar a mí, Maio apuñalandome... No puedo dejar de pensar en ello.

- Ahora estás a salvo, hermanita - dijo pasándome un brazo por el hombro y atrayendome para abrazarme- Estamos de vuelta, juntas, como siempre.

Justo en ese momento,  la puerta se abrió y nuestros padres aparecieron tras ella.

- ¿Todo bien? - preguntó mi madre, clavando su mirada en mí.