Love Drunk | Remus Lupin | NO TERMINADA

¡Feliz Navidad!

Saliendo de la enfermería con un vaso de zumo de naranja en la mano, pensaba todo con mayor claridad mientras caminaba hacia el Gran Comedor para encontrarme sólo a Sirius y Sam desayunando.

-¿Cómo está el palo en la cabeza? - preguntó mi mejor amiga, me senté a su lado, quitándole el sandwich a Sirius

-Si quieres vivir, mejor no preguntes - le respondí, mordiendo el sandwich, sentía la mirada asesina de mi primo

-Podrías servirte tu propio desayuno - gruñó

Me encogí de hombros y seguí tomando de mi zumo

-Por cierto - interrumpí los pensamientos de los chicos - Feliz Navidad, saben que soy la peor con los regalos, así que me comprometo a hacerles un trabajo o tarea

-Que sea todos mis trabajos de historia de la magia - apuntó mi primo, le tiré el sandwich en su cara

-Olvida que te ofrecí como regalo de navidad hacerte algún trabajo

-¿Puedes hacer mi tarea de pociones? - agregó tímida Sam

Tomé aire profundamente, conocía perfectamente la persona indicada para ese tipo de tareas...

-Si... no hay problema, te lo tengo listo antes de que terminen las vacaciones de navidad y año nuevo

-Miren el honor que tenemos hoy - interrumpió Sirius - el príncipe se dignó en lavantar de la cama y venir a comer con el pueblo

Remus tenía la cara completamente pálida y sus ojeras eran más oscuras de lo normal, debe estar con una jaqueca de los mil demonios como el que tuve yo esta mañana

-El que tiene la sangre más limpia eres tú Black - le gruñó, sentándose al lado de Sirius, tomando un vaso de leche... no se ha percatado de mi presencia.

Sam, que estaba sentada a mi lado, giró su rostro y me miró atenta, quiere los detalles de lo ocurrido anoche o quizás quiere que le converse a Remus... a veces esta mujer no sabe dar indicaciones con la mirada.

Sentí otra mirada encima mío, ya me encontraba bastante incómoda con tener a Remus frente a mi, luego de pasar la noche juntos para después irme de su habitación sin haber conversado... sobrios. Levanté mi mirada y me encontré con la de él, desvió la mirada al instante y se sonrojó ¿siempre fue así?

-Samy... debo... darte tu regalo - intervino Sirius

-Pero si tu - habló mi amiga

-Otro regalo - abrió los ojos, Samy... si no entiendes esa indirecta, es porque no pasas el tiempo suficiente con Los Merodeadores.

No dudó, Sam y Sirius se fueron lo más rápido posible, llevándose toda la comida que pudiesen, pasteles, dulces, chocolates y muchas cosas más como para producir un coma diabético.

Y ahí estábamos, en medio de los pocos estudiantes que se quedan para las fiestas de fin de año, no nos dedicábamos la mirada como lo hicimos anoche, no nos sonreíamos como lo hicimos anoche... ya no nos tocamos como lo hicimos anoche.

-Feliz Navidad - intenté comenzar la conversación

-Feliz Navidad - me respondió, tímido como siempre.

Sólo Remus Lupin sabe ser el hombre lobo que es durante la noche y en la mañana convertirse en un cachorro

-Tuve que ir a la enfermería para pasar la resaca - segundo intento de conversación

-Yo dormí un poco más - se dignó en volver a mirarme, le di mi peor sonrisa nerviosa

-No había pensado en ese tratamiento

-Habrías dormido un poco más... conmigo - lo miré a los ojos, se le nota ¿triste?

-Hablando de eso - me mordí el labio, nerviosa, en realidad ni idea tenía sobre qué decirle

-Déjame hablar de una vez Emi... yo ya no puedo con todo esto - tomó aire, tomando una de mis manos, las suyas estaban heladas - quiero que sepas todo lo que pienso de ti, de una vez por todas

Abrí mi boca para contradecirle, que no hablara de más, pero no salían palabras

-Me encantas, simplemente me encantas, quiero ser el chico por el que sonríes, por el que despiertas cada mañana para volver a ver, quiero pasar días enteros abrazado a ti, verte dormir, besarte - suspiró, alzando mi mano y besando mis nudillos - sé que sigues queriendo a James, a pesar de todo el daño que te ha hecho durante los años, pero quiero estar ahí, en el momento cuando puedas dar vuelta la página y estés dispuesta a estar conmigo, sólo conmigo

-Remus yo...

-No te quiero presionar, es lo que menos quiero hacer, no te voy a obligar a sentir algo. Sólo dame una oportunidad, cuando tú estés lista

Pero yo quiero estar lista...

Pasé por sobre la mesa, sentándome a su lado, acaricié su mejilla, no lo dudó, me tomó de la cintura, apegándome más a su cuerpo, lo tomé del cuello y lo besé, lo besé frente a todos... esto nos va a traer problemas