Love Drunk | Remus Lupin | NO TERMINADA

Cerveza Lager

-¿Qué tal el secuestro de los chicos? - me preguntó cuando ya terminábamos el helado

-Aburrido, faltaron esos pájaros voladores

-¿Pájaros voladores? - quedó pensando con la cuchara en la boca - ¿no me estás hablando de los helicópteros o si?

-Esa misma cosa - reímos

-Iba a ser parte de la misión, pero tuve otras cosas que hacer, ya sabes, mis padres y todo lo que está pasando - comenzó a revolver el helado que ya se estaba derritiendo

-¿Qué harás con eso?

-Quizás conseguir algún vuelo para que se vayan de vacaciones, lejos de mi, espero que Voldemort y sus secuaces no persigan a mis padres

-No lo creo... no deberían, quizás sólo perseguirán a los que están aquí

Sentí cómo el escalofrío recorrió la espalda de mi amiga

-Entonces no tengo mucho tiempo

-Lo tendrás - le sonreí, dejando mi cuchara a un lado - nos tienes a nosotros, Dumbledore, de seguro él te encontrará una perfecta solución para que tus padres no corran peligro

-¿Podemos hablar algo menos... escalofriante?

-¿Como qué?

-Como los padres de Remus

Rodé los ojos

-Siguiente tema

-La casa muggle de Remus

-Otro

-La pieza muggle de Remus

-Puede ser cualquier cosa, lo que tu quieras, pero que no tenga que ver con él

-Es que... han sido pocos días sin verte, entonces no creo que tengas tanto tema de conversación

Tomé aire

-Los chicos de verdad son demasiado aburridos cuando están en casa de James, pasan todo el día tirados en el sofá viendo el cubo con videos, como no tienen en Hogwarts

-Ese cubo de videos se llama televisor, Emilia

-Genial, salgo del colegio para que me dejen de enseñar y me vienes con clases extras - sonreí, me secundó

-¿Vamos al bar?

Asentí y nos levantamos, saliendo del local

-A todo esto ¿cómo lo hacen los chicos? Son menores de edad

-Tu nunca aprendes en clases - sacó un cartón y me lo entregó

Alcé una ceja y levanté el intento de credencial a la altura de sus ojos

-Es una broma ¿cierto?

Sam rió

-A diferencia de ti, yo tomo atención en clase y leo los libros, vamos al bar

Caminamos unas cuadras y llegamos al famoso bar al que Sam frecuentaba en período de vacaciones, créanme, es mucho mejor que las tres escobas o el caldero chorreante.

Al ingresar el gigante guardia nos detuvo con su brazo gigante, es tan ancho como el diámetro de la cabeza de Diggory.

-Credenciales - dijo con su profunda voz

Sam sin pensarlo le entregó el intento de identificación y yo la imité. El hombre nos quedó mirando y alzó una ceja

-Se ven menores de 22

Sam le sonrió

-Es la magia - le guiñó, quitándole los cartones e ingresó. Nerviosa la seguí y entramos al local.