『 Capítulo tres 』

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𝐍𝐎 𝐋𝐄 𝐃𝐈𝐆𝐀𝐒 𝐀 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 ═════════════════════

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𝐍𝐎 𝐋𝐄 𝐃𝐈𝐆𝐀𝐒 𝐀 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄
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Tony le sonríe un poco⎯⎯, ¿quieres seguirme escuchando?

Stephen le lanza una mirada escéptica, Tony vuelve abrir la boca.

⎯⎯Me vendría bien compañía.

⎯⎯¿No tenías novio?

Se supone que era una broma, pero cuando ve como la cara de Tony pierde todo brillo, Stephen se da cuenta del mal uso de palabras.

⎯⎯Solía tenerlo ⎯⎯desvía la mirada⎯⎯. Está bien si tienes que ir a la biblioteca, olvidalo es estúpido ⎯⎯el castaño se sacude un poco en su posición, mientras agacha la cabeza, dispuesto a dar la vuelta.

Se ve apagado, triste, melancólico. Sus pasos pesados que indican no estar en un buen momento. Stephen se siente culpable, tal vez es eso lo que lo obliga a actuar un poco decente.

⎯⎯Lo siento ⎯⎯dice una quinta más bajo de su tono normal⎯⎯. ¿Qué tal unas bebidas?

Tony se gira nuevamente, sus ojos un poco más brillantes que antes, y levanta la vista⎯⎯realmente no pierdes el tiempo.

Stephen debería estar molesto por el comentario, es de hecho, ese tipo de comentarios los culpables de que Tony no sea de su agrado.

⎯⎯¿Sabes que? Ya me arrepentí.

⎯⎯¡Muy tarde Strange! ⎯⎯el castaño tararea, como si hace unos segundos Stephen no hubiera visto una corazón destrozado, lo toma por la manga de su chaqueta de cuero negra y lo dirigí hacía Dios sabe dónde.

Terminan en el auto de Tony, quien empieza a conducir.

⎯⎯Realmente no pierdes el tiempo ⎯⎯ahora es Stephen quien dice en broma.

Tony le sonríe mientras mira a la carretera⎯⎯. Solo vamos a ir por unas cervezas y volveremos, lo juro, nada más sucediendo, soy un ser triste justo ahora.

⎯⎯Bien. Pero tú pagas.

⎯⎯Si tienes una tarjeta de tu padre al que odias, pagas por absolutamente todo.

Él lo hace, paga por las bebidas y por algunos aperitivo, Stephen no abandona el auto, deja que Tony se encarge mientras pega la cabeza del asiento dejandose caer hacia atrás, suelta una respiración pesada.

¿Qué mierda hace un martes a las 6:47 pm con Tony Stark comprando cervezas para luego cantarle?

Esta es la cosa más aleatoria que pudo pasarle en lo que lleva de carrera.

Por alguna razón se siente emocionante, como si eso tuviera sentido, así que Stephen solo agradece no estar en exámenes finales y tener el suficiente tiempo de ocio como para permitirse perder su tiempo.

Tony vuelve, mete todo lo ha comprado en los asientos traceros, prende el reproductor del auto en donde empieza a sonar la música.
Stephen reconoce la canción de inmediato, ama pink floyd y ama que esté sonando su canción favorita.

⎯⎯Esa es mi canción favorita ⎯⎯Tony murmura desde su asiento. Empiza a tocar el ritmo de la canción con las manos sobre el volante del auto, tararea en voz baja y menea un poco la cabeza.

Stephen no le dice que igual es su canción favorita. De todas formas, repite la letra que conoce incluso mejor que la palma de su mano, mentalmente.

Entonces se da cuenta, Christine tiene razón, odia admitirlo, incluso si el pensamiento no va a ser compartido en voz alta nunca, Tony y él son tan parecidos que podrían llevarse mejor que bien.

Solo son tres días, ni siquiera han hablando realmente, al menos no de temas profundos y esas mierdas que Stephen no suele dejar que nadie vea; pero aún así, es como si por primera vez en su vida, alguien puede entenderlo.

Secretos musicales, querer arreglar errores, música favorita, ¡que carajos! Incluso Tony tiene el auto que Stephen desearía tener.

Cuando llegan de nuevo al salón de música, Tony se da cuenta que éste no es el mismo Stephen Strange con el que suele encontrarse cada tanto tiempo, es distinto, no tiene esa mirada petulante como si solo intercambiar palabras con otra persona que no sea de su agrado es una perdida de tiempo. Éste Stephen bromea, le sigue las risas fáciles a Tony, lo mira como si pudiera ver más allá de cualquier otra persona.

Tony se guarda el momento, porque sabe que seguramente no tendrán otro igual, porque solo necesita dejar vagar su mente en otra cosa que no sean sus problemas actuales, y si Stephen le ofrece la oportunidad de olvidarlo, aunque sea algo tan efímero, entonces lo acepta, mientras beben cerveza y comen papas fritas.

⎯⎯¿De quién es la canción que estabas cantando? ⎯⎯Stephen pregunta despreocupado.

Tony duda por un momento si decirle que la canción no es de nadie, que se le ocurrió mientras su mente melancólica estaba en su punto de "inspiración".

⎯⎯No es de nadie, la improvice⎯⎯responde. Toma un largo sorbo de cerveza.

⎯⎯Con razón no reconocía la letra⎯⎯Stephen medita, el castaño lo mira.

Al segundo siguiente Tony está cantando nuevamente, Stephen levanta la mano para deternerlo, el castaño para, mientras lo mira con miedo de haber hecho algo mal.

Pero desaparece tan pronto como Stephen empieza a tocar el piano⎯⎯intenta seguirme.

La melodía del día anterior se filtra en la habitación, Tony parpadea un par de veces sorprendido, entra cuando parece adecuado hacerlo. Canta esa canción que inicia su primera estrofa sobre desamor y soledad, en la segunda habla sobre querer arreglar errores y para la tercera, Tony está improvisando nuevamente, esta vez habla sobre como hay cosas pequeñas que devuelven la esperanza. Stephen también se encuentra improvisando el último tramo de la melodía, ahora es un poco alta y transmite esperanza.

Se siente mágico, como si el mundo fuera del tamaño de una salón lleno de instrumentos, un piano, un estudiante de medicina y un corazón roto.

Para cuando terminan, Tony no puede no sonreír como si esos días malos que lo hicieron querer correr hasta que desapareciera, nunca hubieran estado allí.

Stephen agacha la cabeza, pero su sonrisa sigue ahí, y Tony jura que nunca lo ha visto tan feliz en su vida, entonces decide que le gusta, quire verla más seguido.

⎯⎯Somos un buen duo, quien lo diría ⎯⎯Stephen murmura luego de un rato de silencio.

⎯⎯Mira, hoy parecen el día de los milagros ⎯⎯los dos sonríe a medias⎯⎯. Puedes escucharme, pero no le digas a nadie.

⎯⎯Bien, entonces es un secreto, puedo tocar para ti, pero no le digas a nadie.

⎯⎯¿Nuestro secreto? ⎯⎯Tony le pregunta, la complicidad inundando su voz.

⎯⎯Nuestro secreto ⎯⎯Stephen responde luego de un rato, mientras la esquina de su labio sigue arqueda en una sonrisa que Tony jura le gusta más a la anterior que vió. Tan sencillo, como que esta vez era directamemte para él.

•••

Turn Down The Volume「 𝐈𝐫𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora