Ib 2:El regreso de la Galería [TERMINADA]

Capítulo 1:Bienvenido al mundo de Guartena.

Ib admiraba la lluvia, y escuchaba con atención cada sonido que formulaba. Sonrió, cosa que no pasa siempre. Su celular sonó, era un mensaje de Garry.

Garry:

"Voltea, Querida Rosa".

Ib giró su cabeza. Garry se encontraba delante de ella, sosteniendo un platito con una rebanada de pastel, y en la otra mano un batido de chocolate. Ib tomó el plato, y sonrió.

—Gracias —dijo la chica —. ¿Por qué tardaste?

Garry tomó asiento delante de ella, y sorbió un poco su malteada. Se relajó en la silla.

—Ah, hoy esta lloviendo muy, muy fuerte —suspiró —. Ya te podrás imaginar el diluvio que hay en toda la ciudad.

—Supongo. —Cabeceó un poco tras probar un poco de la tarde de fresa —. De todas formas, ¿Por qué hoy no fuiste por mi?

Garry se enderezó, y rebuscó en uno de sus bolsillos. Dejó sobre la mesa un papel, que posterior a eso deslizó hasta quedar a la vista completa de ella. Ib se asustó un poco al ver el folleto, ya que la portada tenía una de las obras de Guartena. Temblando, tomó el folleto.

—Agradece que no se mojó —rio.

Ib lo leyó:

¡Vuelve a ver las obras de Guartena! Exhibición abierta desde 12/06 hasta 30/06. Por favor, no robar nada.

¡Te esperamos!

Entrada gratis.

Ib río ante eso. Colocó el folleto en medio de la mesa.

Sus ojos se enseriaron para dejarle en claro a aquel chico de cabellera azul-violeta su mal presentimiento respecto al tema. De solo pensar en ese lugar, su piel se erizaba.

—Vamos, Ib —murmuró —. Han pasado muchos años. No pasará nada, ¡promesa!

La expresión de Ib cambió en cuanto escuchó aquellas palabras. Una pequeña sonrisa casi imperceptible se hizo nota. Aun estaba agradecida de que cumpliera aquella promesa de reunión.

La castaña suspiró, y miró el café que hace poco se les había entregado sin que ella se diera cuenta. Le dio un sorbo y miró a su amigo, quien esperaba con paciencia a su respuesta.

—Tienes suerte de que deba hacer un trabajo sobre Artistas desconocidos —murmuró antes de darle otro sorbo a su café.

Garry asintió, y le dio una mordida a su bizcocho. Tampoco se habían percatado de cuando lo habían dejado en la mesa, pero tampoco importaba demasiado.

—¿Por qué reabrieron? —preguntó Ib. —. Quiero decir, creía que las obras de Guartena ya habían sido expuestas en ese momento, ¿por qué hacerlo de nuevo?

El peliazul tragó rápidamente para responder.

—No eran todas las obras —sonrió —. Resulta que cerraron la exposición del Museo para hacer renovaciones y cambios en la estructura para que entraran todas su obras. Cuadros, esculturas, cuentos, ¡muchas cosas! -Ib se encogió de hombros, haciendo una pequeña mueca interna –. Por lo que han hablado mis amigos, debe ser completamente diferente y absolutamente grande.

Ib se encogió de hombros aún más.

—Vamos, Ib. —Sus manos se posaron sobre las de ella —. Está bien. Han pasado años, es hora de dejar atrás todo. –Ella arqueo una ceja —. Eso no quita que sea aterrador o consternante pisar la Galería de nuevo, pero es hora de avanzar.