Lo primero que escuchó al despertar fue un fuerte portazo proveniente de la casa conjunta. Se levantó exaltando y desorientado. Caminó torpemente hasta la ventana donde apoyó sus manos en el cristal y vio a través de él como Dylan McGregor, el vecino, encendida el vehículo y prendía la sirena de su patrulla para luego dirigirse a toda velocidad hacia un rumbo desconocido.Cuando pudo entrar en razón y reconocer lo que sucedía en su entorno, agudizó el oído y escuchó varias sirenas policiacas que lo hicieron darse cuenta que algo grande pasaba.
Bajó las escaleras a toda prisa, pero su padre aún no había llegado a su hogar. Maldijo y prendió la televisión para saber qué sucedía. En ella apareció la imagen de la reportera rubia y bien arreglada de siempre.
—Esta mañana nos enteramos que en en centro comercial, Metroplex, se está desatando un atentado por parte de Los Escorpiones, un grupo criminal que ha estado operando en la ciudad —su labio inferior temblaba, parecía que la noticia la preocupaba—. Hasta ahora no ha habido heridos ni muertos civiles, pero si varias bajas de la policía por oficiales que han querido entrar.
Cambiando la imagen, apareció en vivo una reportera afuera en la inmensa explanada que era el estacionamiento, sólo que estaba lleno de personas que rodeaban el edificio por fuera del límite puesto por la policía.
Los comentarios seguían y seguían. Pero Alexander sólo se preocupó por su vecino ¿habrá querido entrar bien llego? No lo sabía. Luego, como si un pensamiento le golpeara la cabeza para llamar su atención, recordó que los escorpiones con los que combatió volvían a ser normales después de haber sufrido una especie de trance. Alex sabía que era el único que tenía noción de eso, que era gente ordinaria bajo esa máscara de delincuencia.
Corrió hacia su habitación para salir igual de rápido como entró, pero esta vez portando su chaqueta azul marino la cual tenía en su bolsillo izquierdo el pasamontañas del mismo color.
Salió de su casa y muy a lo lejos pudo reconocer un camión enorme, no, un tanque. Menos. Era un vehículo totalmente diferente a cualquiera que había visto.
El monstruoso vehículo enorme, de tres pares de ruedas y totalmente blindado, se movía en dirección a el centro comercial. Era un vehículo negro con ventanas opacas, por las cuales no se podía ver nada; una enorme puerta se encontraba en la parte de atrás, por la cual se accedía a su interior. Dos pares de ruedas estaban en la parte trasera, y el otro par en la delantera. En una parte del móvil, Alexander pudo reconocer el logo de un globo terráqueo junto a unas iniciales que decían: OAGT.
Dentro del blindado se encontraba el grupo antiterrorismo liderado por Joel Smith, junto a sus acompañantes: Javier, Francisco, Jacob, Vincent y Karl. Todos ellos vestían trajes especiales, en especial el líder, que tenía un par de brazaletes negros en cada brazo. Cada uno portaba un rifle de asalto y un par de cargadores, junto una pistola común que se encontraba en sus cinturas. El rifle de Vincent tenía una mira diferente al de los demás.
Alexander corría por los callejones, los pasillos, por donde encontraría algún atajo para llegar más rápido. Estaba nervioso, era la primera vez que se enfrentaría a algo tan grande como era lo que pasaría en Metroplex. No tenía una razón para hacerlo, podría simplemente colgar la chaqueta y olvidarse sobre lo que pasaba, pero no podía, él era el único que sabía lo que pasaba con los Escorpiones realmente. Pero ¿realmente lo sabía? ¿Realmente tenía una noción de lo que sucedía?Obviamente no. No tenía ni idea de a qué se enfrentaba ni a lo que se avecinaba.
Asomó la cabeza por afuera del callejón que daba directo a la gran explanada que era el estacionamiento del centro comercial, Metroplex. Era una edificación circular de gran tamaño, con paredes pintadas de un color crema, grandes carteles celestes con letras blancas que rezaban el nombre del edificio. Era similar a ver un estadio de fútbol, con todos los fanáticos aclamando a su equipo, pero en este caso eran cientos de personas comunes, policías y reporteros. No había manera de que pudiera pasar sobre el mar de gente que se amontonaba en el estacionamiento.
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Blue Night: El inicio de un héroe
ParanormalEn una ciudad plagada de delincuencia, donde el crimen abunda. Un joven llamado Alexander Smith, un chico de 18 años, el cual el destino lo haría convertirse en el héroe que la ciudad de Crystal necesita. Pero en su camino se verá obligado a enfrent...