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Tweek me escuchó entrar y corrió a la habitación a encerrarse.
Patee la puerta con violencia y lo mire con severidad, vi como se cubria con los brazos pero mi intención no era acercarme a él.
Tome el bat de baseball de atras de mi cama y mi teléfono celular.
"No le abras a nadie" le dije y asintió energéticamente.
Me tope con aquel sujeto cuando sali, senti una gran ventaja cuando me percate que no cargaba un arma.
Marque al 911 mientras el hombre me hablaba furioso y se acercaba.
Era más grande y alto que yo.
Las cosas por supuesto no terminaron bien.
Pero la operadora registro todo el audio como evidencia y el estupido tembloroso cachorro rubio estaba a salvo.

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora