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Me abri paso como pude al gran lugar donde este sujeto se encontraba, rodeado de musica, fiesta, lujos y prostitutas.
Llevaba la cara cubierta cuando comence a disparar, un par de disparos a sujetos sin importancia fueron suficientes para distraer a seguridad y a la gente ahí presente que comenzo a dispersarse con rapidez.
El sujeto estaba en la sala principal, solo, rodeado por otros sujetos más.
Un pelirrojo estaba frente a él, le abrazaba asustado mientras empuñaba un cuchillo y miraba a todos lados con preocupación.
Mire la apariencia de aquel muchacho, pequeño, delgado, con pecas salpicando sus mejillas.
Me dio rabia recordar a Tweek al verlo.
¿Que clase de vida habria tenido que soportar mi asustadizo rubio cachorro?
Dispare certeramente desde la ventana hasta la sala, donde herí a dos sujetos, para pronto darles el tiro de gracia cuando entré, el pelirrojo y el sujeto que buscaba estaban asustados, no parecía tener un arma mas que el objeto punzocortante.
En una cobarde accion, el cerdo uso a su compañero como escudo, el pelirrojo lo miro con horror cuando se dio cuenta de lo que pasaba...
Me quede quieto pensando en como asesinar a aquel infeliz sin dañar al otro idiota pero la desición la tomo el chico por mi.
Enterró su cuchillo en las entrañas del sujeto, haciendo que cayera al suelo, sangrando demasiado y mirando asustado a su alrededor.
Me di cuenta que no podia negociar vidas si quería estar a salvo.
Dispare a la cabeza del pelirrojo, viéndolo caer, el horrible imbécil desangrandose frente a mi se retorcía de manera patética, arrastrándose sin dignidad alguna.
Tome el encendedor que solia cargar y lo acerque a su saco que comenzó a quemarse, podia verlo retorcerse en el sueño gritando de dolor.
El fuego se propago y yo me retire del lugar, tenia que cambiarme rápido sin que nadie supiera que había estado ahí.

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora