1 ½

883 140 6
                                    

Tweek cortaba manzanas y se sentaba a mi lado, intentando darme de comer.
Odiaba eso, pero no podia hacer gran cosa.
Odiaba depender de otros.
Más si se trataba de alguien como él.
Había un par de cosas que nos sentaban bien incluso con aquel escenario.
Uno, el sujeto que me golpeo me rompio un brazo, lo que significaba sedantes gratis en el hospital.
Dos, para evitar que demandaramos o lo que fuera, el viejo nos dio dinero suficiente para no necesitar nada más en un tiempo.
Tres, tenia formas de amenazarlo si queria acercarse a Tweek de nuevo.
Bueno, tampoco era como que eso importara mucho.
"I-Ire por tu manta" dijo mi cachorro rubio yendose por la puerta de la habitación.
Quise decirle que no se fuera.
Las palabras se quedaron en mi garganta, atoradas, asfixiandome.

Hilo rojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora