1. TOKIO Y UNA EXTRAÑA MUJER.

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-Vamos globito terráqueo darme un buen país- rogaba interiormente, ¿Qué tan loca estoy como para rogarle a un modelo de la tierra?
Aúnque algunas personas muchos más cuerdas que yo han sido exitosas  en matemáticas y las ciencias mismas por creer en lo imposible. Mientras me daba apoyo motivaciónal, observe que mi dedo índice había señalado una parte de Asia. - Corea del norte,no  ojala Corea del Norte, no – suplicaba mientras mi dedo índice destañaba el país elegido por la suerte.

Japón. Se leía.

Claro estaba era un país que siempre o mejor dicho la mitad de mi vida había soñado con  ir pero esto solo abarcaba en ir a vacacionar, nunca a vivir, con suerte manejaba un poco el japonés y me refiero a lo básico, el inglés lo dominaba a medias, lo único bueno que sacaría era que podía insultar en mi lengua maternal y nadie me diría nada.

Incluyendo que para poder nutrir mi cuerpo debía  buscar un empleo además de transportar mi carrera hacia el país incluyendo que todo el papeleo que se debía hacer,
Me convertiría en un adulto a mis  dieciocho años incluyendo que mi viaje de escape era lo más impulsivo que haría.

Aún así necesitaba un nuevo aire, tenía que dejar la ______ que ha estado sin rumbo fijo y en un lugar del que no se a movido desde su nacimiento, debia encontrar quién era, además de crear la historia para mis futuros nietos que no quiero tener pero que pueden aparecer, no seré la abuela aburrida sin historias de vida, tenía que salir de este país y comenzar algo de cero.

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Una azafata perfectamente peinada me sonreía alegremente mientras extendía mi boleto- Disfrute su viaje- concluyo dejándome pasar.

"Ala económica, asiento A6" repetía  en mi mente. Cada vez que me colocaba en una experiencia nueva y desconosida investigaba obsesivamanete todo de esta, y ahora fue el turno de los aviones, gracias a mi gran investigación encontré rápidamente mi asiento. Me deposite en el azulado y acolchonado asiento mientras los audífonos, comenzaban a emitir una de las tantas canciones de All time Low.
Gracias a mi masoquismo ignato y la mala jugada de mi cerebro recordé  todas aquellas películas de vuelos fallidos desde destino final hasta sully ,junto a esto también recordé la cara de felicidad que puso mi madre por saber que haría su sueño frustrado, para que luego se echara a  llorar en mi hombro por la partida de su única hija , la mujer era una maraña de emociones palpable.

Sin más y con emociones a flor de piel desidi desplomarme en los brazos del dios griego en el momento en que los motores de dicho vehículo volador se ensendio entendiendo que estaría  sentada por muchas hora.

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Finalmente, y gracias a las repetidos intentos de despertarme de la assfats durante las casi 20 horas de viaje, llegue a Tokio.
Las luces de la ciudad que la inundaban completamente eran encandesentes, los altos edificios que brillaban por la iluminación y las enormes masas de gente que camina tranquilamente, tantas nacionalidad en tan solo una ciudad.

El cansancio de mi trasero luego de la adrenalina había estado espresandoce dándome a entender que un taxi era necesario para llegar a mi hotel y seguir durmiendo sin la interrupción de la asafata.

-¡¡¡Hey!!! Taxi- aletee mi mano para hacer seña a uno de los trasportes aparcados en la acera del aeropuerto. Un hombre de cabellos negros me ayudo con las maletas mientras le intentaba decir el nombre del hotel, pero como aun no dominaba el idioma saque mi teléfono para mostrarle una foto de la construcción donde me quedaría y así el de cabellos negros asintió dándome una corta sonrisa.

Finalmente no llegue al hotel si no que decidí bajarme en una pequeña plaza que al cruzarla llegaría a mi descanso, lo que me saco de mis planes fue una extraña mujer, sus ojos eran hermosamente de un color caramelo cautivador, sus cabellos castaños recogidos por la vejes, mientras que en su regazo un pequeño libro, creo que se percató de mi mirar pues me hizo una seña de que me acercara a ella.

-No eres de aquí verdad- musito con su ronco tono, pero aun así podía entenderle un poco.

- no- musite- soy nueva en el país- prácticamente como hace 20 minutos dije para mis adentros mientras me depositaba en la banca con mi maletas seguido de la mujer.

-vienes por la cultura verdad- su mirada me ponía inquietante pero a la vez era muy tranquilizadora como si estuviera viendo a mi propia abuela.

- sí y aprender aún más el idioma.- sonreí, mientras le agradecí internamente al anime por dejarme saber un poco más de japonés.

- sabes, eh estado lejos de casa, además de que quiero viajar un poco más.- me sonría, hablaba como si un recuerdo nítido de su juventud volviera, yo solo la miraba extrañada, genial _____ llevas 25 minutos en el país y te has puesto a charlar con una extraña anciana la cual podría haberte quitado tus órganos.

- Toma ______- me cogió de la mano mientras que en mis labios hacia una señal con sus dedos de silencio.- eh estado fuera de casa, además tu igual quieres nuevos aires, puedes quedarte todo lo que quieras, pero por favor cuida de ambos.- me sonrió dejándome su libro, estaba en trance no sabía si correr, llamar a la policía aunque no sabía el número de contacto, oh regrésarme a mi país llorando. Como diablos sabia mi nombre y mis planes omitidos en nuestra conversación. Cuando por fin me pude parar la mujer ya no estaba conmigo. 

MODERNA DIOSA (Tomoe & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora