Cinco meses han pasado desde mi primer shinki y el impactante encuentro que tuve con Leila la primera vez que visito mi santuario. En ese entonces la vivienda ya era aglomerada por un dios vagabundo adicto a la cerveza y su shinki que cada vez que podía lo instruía por el camino del bien además del zorro de ceño fruncido que me regañaba cada vez que mis "actitudes rebeldes" salían a la luz, casi siempre según él y Mizuki que a pesar de hacer un excelente sake no era bueno tocando flauta dulce. Los gritos, las carcajadas de yato y mía mientras bebíamos junto a Mizuki y rara vez Tomoe se nos unía, eran los momentos que más atesoraba, pues esos chicos me hacían olvidar aunque sea solo un poco de la rutinaria vida universitaria y mis clases que yo misma emprendía en dicha institución.
Kou prácticamente es mi mayor confidente, a pesar de su fachada de tipo frío y distante como el zorro platinado, se adaptó de manera impresionante a su nueva vida. Todo a salido de maravilla excepto por que nadie me dijo que terminaría con más de un arma divina.
.........
-Bien, empezare con Kou, luego Naruse, Hyo, Chinhaya y para finalizar Tatsuki, Obi tu estarás conmigo todo el tiempo- concluí mientras el chico de cabellos negros asentía con su típica mirada juguetona que me he estado acostumbrado de apoco, todos estábamos en el hermoso jardín junto a mi primer acto de poder, aun el hielo estaba reluciente igual que cristal y dentro de este la hermosa rosa roja oscura perfectamente encerrada.
Mi primera arma ya lista como un hermoso arco y sus flechas correspondientes, comencé a impactar en el cascaron verdoso de las sandias apiladas a una distancia prudente.
Gracias por la sandía mamá. Ingresaste fruta "legalmente al país". Según la mujer moriría de hambre por no saber cocinar.
-¿Qué vez Obi?- pregunte olvidando mis pensamientos y concentrándome en el hombre en forma de auricular que se posicionaba en mi oreja derecha, la habilidad de Obi era realmente útil si querías alcanzar una mejor distancia y puntería, mi arma era muy parecida a Kasuma de Bichamonten solo que este era más coqueto y risueño con una muy semejante cara de gato.
- Mmm.. puedes hacerlo mejor- soltó risueño, mientras mi ceño fruncido se formaba.
-No se enoje que después me congela- se quejó- O mejor dicho ¿Me calienta?- soltó.
Mi saliva me hizo atragantarme mientras el reía a carcajadas.
-Ignóralo _____- intervino Kou- Solo está jugando-.
La seriedad del chico se notaba a kilómetros al igual que el mal humor de Tomoe.
-Solo regresa kou- susurre para luego tener en mis manos una nueva arma, un látigo de dos correas, era Naruse un chico alto, castaño de mirada firme con una gran habilidad de ser honesto donde uno menos se lo espera.
-______-senpai, creo que le agrada sentir poder contra otros- gimoteo el nuevo.
Se me olvida mencionar que es un pervertido de primera, pero es un buen chico.
-Sin comentarios al respecto- conteste- Solo, vuelve.- suspiré rendida.
Debía admitirlo la altura de este chico era realmente intimidante, incluso era más grande que el zorro, el cual nos observa desde lejos con una determinación inigualable, al parecer está esperando las katanas, después de todo se ofreció "agradablemente" por enseñarme a utilizar mejor las armas que se requieran más cercanía. Y me refería "agradable" a que nos gritamos un día entero sobre "mi necia cabeza" y "que era un incompetente familiar" mientras Mizuki intentaba agarrar la mayor parte de los objetos para no ser lanzados por ambos mientras yato, Kou, Naruse y Hyo veían divertidos la escena.
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MODERNA DIOSA (Tomoe & Tú)
Fiksi PenggemarJapón mas una chica completamente opuesta a organización eran una dupla extrañamente particular. Pero un viaje que comenzó al azar termino en la historia más increible jamás contada.