Das Sie Blau Werden [IzuTobi]

Especial HashiMada

Por favor lean hasta el final, habrá muchas explicaciones. 

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Hashirama Senju era un fantasma condenado en aquel teatro donde tendría que pasar sus noches divagando por ese lugar que le traía malos recuerdos. Portaba una máscara tal como aquel día.

Él era el mejor cantante de su época, siendo reconocido y obteniendo toda la fama que varios quisieran. Pero un disparo certero a su pecho acabó con su carrera, así como su vida. Lamentaba su muerte cantando las canciones más depresivas que cualquier ser vivo pudiera admirar.

Caminaba de nuevo por aquel escenario, viendo este lucir solo, lúgubre. Se sorprendió al ver una chica pelinegra acercarse mientras cantaba levemente por aquel lugar sin miedo alguno. La fémina bailaba lentamente siguiendo con aquel canto digno de dioses.

El castaño no podía ver a los vivos, era simplemente un milagro que pudiera ver a tal joven. Años muertos y encontrarse con tal sorpresa lo perturbaban. Se acercó lentamente a la chica que permanecía concentrada en su canto.

La mujer se asustó al ver tal persona, pero había algo que la hipnotizaba hacia aquel extraño sujeto. Ambos pudieron tocarse, siendo poseídos por una melodía extraña. Podían sentir como aquel lugar se llenaba de ella, siendo tocada por una persona irreconocible.

Empezaron a verse mutuamente, cada uno atraído por el otro. Moviéndose por el lugar como un baile alejado seductor, se dejaban poseer. Y una canción extraña salía de ambos labios, con perfecta sincronía. Sin saberlo, sus almas habían encontrado su unión.

Dormida
Él me cantó,
Dormida
Él vino. . .
Esa voz
Que me llama
Y dice
Mi nombre. . .

Y hace
¿Qué sueñe de nuevo?
Por ahora
Yo encuentro
Que el Fantasma de la Ópera
Está allí -
Dentro de mi mente. . .

Canta una vez
De nuevo conmigo
Nuestro extraño
Dúo. . .
Mi poder
Sobre ti
Crece más fuerte
Todavía. . .

Y sin embargo
Alejas de mí,
La mirada
Detrás,
El Fantasma de la Ópera
Está allí -
Dentro de tu mente. . .

Aquellos que
Han visto su cara
Se alejaron
Temerosos. . .
Yo soy
La máscara que llevas. . .

Soy yo
Al que oyen. . .

Tu / mi espíritu
Y tu / mi voz,
En uno
Combinados:
El Fantasma de la Ópera
Está allí
Dentro de tu / mi mente. . .

Él está allí,
El Fantasma de la Ópera. . .
Tengan cuidado con
El Fantasma de la Ópera. . .

En todas
Tus fantasías,
Siempre has
Conocido
Ese hombre
Y ese misterio. . .

. . . estaban ambos
En ti. . .

Y en
Este laberinto,
Donde la noche
Es ciega,
El Fantasma de la Ópera
Está allí / aquí
Dentro de tu /mi mente. . .

¡Canta, mi Ángel musical!

Él está allí,
El Fantasma de la Ópera. . .

La mujer complementaba la parte final con una majestuosa presentación de su poder vocal, sonando casi como una avecilla que al terminar cayó al piso de rodillas. Se agarraba de su vestido justamente en la parte de su pecho. Ella reconocía aquella voz, donde el dolor de su muerte volvía a su mente. Y también sentía su vida irse con aquel canto.

¿Quién era la joven de hermoso cabello azabache? Su nombre respondía a la de Madara Uchiha, la nueva integrante del teatro que poseía un talento natural. Pero jamás había logrado tal tono de voz, sintiéndose completamente abrumada y sentía un extraño dolor en el pecho.

Hashirama la cargó como si fuera una verdadera princesa, notando como la cantante se dormía instantáneamente en sus brazos. La veía y se enamoraba cada vez más de ella. Se fue hacia los cuartos de los artistas que había en el teatro, dejando a esta en la mejor cama. Volvería por su perfecto dueto otro día.