CHANGES | Tangled Fanfic

Origen del caos

(dos años en el pasado)

Medio día.

Ya había pasado un tiempo desde que las mañanas en el Reino de Corona se sentían tan frías.

No era invierno, tampoco otoño, sólo un día frío de primavera, al que muchos se encontraban acostumbrados. De igual modo, los negocios se encontraban abiertos y había personas en ellos, comprando.

Era completamente normal.

A pesar del frío, la luz del sol arremetía contra todo el panorama, y al mismo tiempo, hacía de la mañana una preciosidad brillante y viva.

Para los aldeanos era común y aburrido. Sin embargo, no era lo mismo para cierta extranjera, que desde hacía ya unos treinta minutos había estado observando el asombroso paisaje y a las personas contentas seguir su rutina diaria.

En su reino no había tanta luz de sol ni tantos colores...

...

Los dueños de los negocios notaron su presencia y se extrañaron un poco.

Era una niña, ¿No? ¿Qué era lo que hacía ahí, sola, de pie en donde nunca había sido vista mirando a la gente?

Era medio rarita.

Para una persona específica fue imposible no preguntarle qué le sucedía.

¿Estaría perdida? ¿Sabrá hablar español?

-¿Qué sucede jovencita? ¿Estás bien?- cuestionó finalmente.

-¿Mmm...? ¡O-Oh...! Sí, estoy bien, gracias...- dijo exaltada. –Disculpe, ¿Podría decirme en dónde estoy?- sonrió por deber, en realidad estaba nerviosa. Llamaba tanto la atención por torpe idea de mirar la aldea que estaba preocupando a la gente, qué patética se sintió.

-Estás en el Reino de Corona...-

-¿De verdad...?-

-Sí... ¿No viste el castillo gigante hacia la izquierda?- le preguntó sin intención de sonar sarcástico, pero no pudo evitarlo.

-A-Ah... No...-

-¿Qué es lo que haces ahí parada? No has hecho nada que no sea quedarte quieta en el mismo lugar y preocupas a mi novia.-

-Oh... D-Disculpe, no quería preocuparle... Llegué hace un rato a este lugar y... Quería preguntarle a alguien si podría ayudarme. Estoy buscando a un hechicero.-

-¿Un hechicero...? No hay hechiceros aquí, que yo sepa.- se cruzó de brazos, un poco confundido con la idea.

Qué cosas buscan la juventud de hoy en día...

-¿Ah no...?- su rostro se entristeció ligeramente. Quería escuchar cualquier cosa menos esa. Había hecho ese viaje tan largo para absolutamente nada.

-...No he escuchado de ningún hechicero, pero... Creo que sí hay un chico medio rarito que hace explosiones de colores y cosas así... Quizás él te ayude.-

El brillo de felicidad se plasmó de nuevo en sus ojos. El hombre sonrió un poco enternecido.

-¿D-Donde puedo encontrarlo...?- cuestionó invadida por las ansias y la prisa.

-En Corona Antigua. Es una aldea que se encuentra cruzando el... Uhh... Mejor ven.- diciendo esto, la guió hacia la entrada del reino y señaló un camino que se adentraba en el bosque. –Tú sigue ese camino, y en al menos una media hora vas a estar ahí.-

-¡Entiendo...! Muchísimas gracias por su ayuda, ¿señor...?-

-Tú dime "Pata de garfio"-

–Muy bien... Muy lindo garfio el de su pierna, por cierto.-