CHANGES | Tangled Fanfic

Unión

-Muy bien, querida niña, ¿Qué edad tienes?- le preguntó.

Habían comenzado su caminata a la casa del muchacho. Obviamente no iban a llegar al instante, así que tenían que conversar un poco para romper el hielo, eso pensó el muchacho.

Eleanor nunca ha sido una gran conversadora. De hecho, es un poco tímida. Por fortuna su contrario nunca se calla, y convenientemente siempre tiene ánimo y poca vergüenza para iniciar conversaciones con confianza... O eso concluyó ella.

-Tengo 13...- respondió sin más.

-Ya veo. No aparentas esa edad. Te ves un poco mayor.-

Eso la sorprendió, ¿de verdad se veía mayor?

Frente a Varian es un poco baja.

-Gracias, supongo... No me habían dicho eso jamás.- agregó un poco avergonzada.

-Se nota mucho que no hablas con otras personas.- burló él.

La muchacha se sintió ofendida.

-¡P-Pues no creo que los mocosos que trepan árboles tengan muchos amigos...!- arrojó de pronto.

El muchacho se carcajeó. Era divertida esta chica.

-¡Pero qué carácter tienes...! Yo sólo jugaba contigo...- dijo al fingir tristeza. -...Aunque tienes razón, no tengo amigos... Sólo mi padre y Rudinger.- al decir esto, señaló al mapache que caminaba junto a ellos.

-Y-Ya veo...- esbozó ella, un poco más relajada que antes. -¿Tú qué edad tienes?-

-Tengo 14. Soy un anciano frente a ti...- volvió a bromear, esta vez logrando hacerla reír. Se sintió victorioso por ello. -No sabía que podías reír.- respondió un poco juguetón. Quiso detallar su rostro y notó cómo pasó de una sonrisa radiante a una expresión seria y un tanto avergonzada en cuestión de un segundo.

Eso le resultó adorable.

-Por supuesto que puedo reír...-

-Me alegra verte sonriendo luego de todo lo que te causé... Es lindo.-

Ella volvió a sentir verguenza.

-N-No fue la gran cosa en realidad, no te preocupes... Igual me estás ayudando, ahora yo soy la que te debe algo.- dijo para hacerlo sentir mejor, posando su mano en su hombro.

Varian sonrió más ampliamente, mientras más hablaba con ella, más le agradaba.

-...Eres gentil, eso también es lindo.-

...

Entonces ella sintió sus mejillas ruborizarse.

-¡...!- se alteró, no le habían hecho un cumplido en muchísimo tiempo... -A-Ah...-

-No seas tan tímida, relájate.- le arrojó él al notar lo tensa que se puso al recibir un cumplido tan tonto.

-S-Sí, ¡me relajaré!- se dijo a sí misma en voz alta. -¿qué demonios te pasa...?-

-¿P-Pero qué hice?- cuestionó confundido.

-¡N-No, no...! Hablaba conmigo...- se sintió ridícula otra vez.

-¡JAJA! ¿Siempre eres así de nerviosa?-

-...sí.-

Su contrario volvió a reír, aliviando el ambiente tenso.

Eso lo agradeció, comenzó a relajarse más.

-...Varian, ¿alguien te espera en casa?- preguntó curiosa y un tanto contenta por finalmente tener una conversación con alguien. No todos los días se encontraba una compañía.