BROKEN

6.-Telaraña.

Disclaimer: AMOLAD  pertenece a The Snipster.

—Es-estas las traje para ti, a ti te gustan... —Contestó en un tartamudeo Leo, mientras extendía aquel hermoso ramo de lirios y rosas, Des abrió sus ojos en asombro ante aquella aclaración, brindándole una tenue sonrisa.

El alto lo tomó entre sus manos, mientras lo inspeccionaba meticulosamente con indiferencia; mientras se abría paso hacia la mesa del recibidor, sus ojos en un segundo observaron la entrada y su alrededor, todo dispuesto como deseaba, las cortinas perladas rozando el suelo, los candelabros colgando sutilmente, la mesa donde hacía unos años había jugado con el hombre que ahora tenía a su espalda, y las flores del centro, recién colocadas hacía apenas unos días ¿Qué haría?¿Qué debía hacer? Apretó suavemente los tallos del ramo que sostenía —Es una lástima que estén muertas— Murmuró sin que lo dicho fuera escuchado por el moreno, mientras se dirigía a la mesa y sacaba las antiguas flores del jarrón y colocaba las traídas por Leo —¡Son hermosas!— Pronunció con felicidad y una encantadora sonrisa.

Los viejos lirios descansaban ahora en las manos de Aeva, el cual volteo a ver a su visita, el rayo de luz que entraba desde el marco de la puerta lo hacía lucir precioso, o por lo menos eso paso por la mente de Leo, llevándolo a recordar cuando él le llevaba regalos a aquel niño, el cual con la misma inocencia y felicidad tomaba sus obsequios y los cuidaba como algo preciado y querido; sin embargo Des no dudo un momento para dejarlas caer con desdén al suelo.

—¡¿Qué haces?!—Carraspeo el moreno, mientras se agachaba y juntaba las flores que se encontraban dispersas en el azulejo blanco; Des interpuso su pie entre las manos de Leo y aquellas flores, sin dejarlo continuar en su tarea, haciendo que el moreno alzara la vista.

—Han cumplido con su función— Había comentado con un tono comprensivo, mientras su mirada se clavaba en la oliva de él —Ya no tienen uso en esta sala,— Menciono de forma despectiva; apartó su mirada y dirigió su andar hacia el jardín —Tu les has quitado su utilidad, deja que la servidumbre se haga cargo, que para algo les pagamos.

Leo terminó de recolectarlas, mientras observaba con lastima como algunas habían perdido sus pétalos, y otras las hojas; siguió a su anfitrión a la salida, hacía el jardín, no sabía qué hacer con los lirios despedazados de sus manos, ¿porqué Des había hecho eso? No lo sabía, sin embargo las palabras que dijo lo hacían sentir culpable. "Tu les quitaste su uso" resonó como un eco, sin pensarlo más, las llevó a fuera y las colocó junto a la hojarasca. Des sonríe de lado, lo ha visto, no comenta nada esperando que el alpha llegue hasta donde esta él.

Sus miradas chocan en un segundo, y Des no podría sentirse más triunfante, sin embargo un sutil y dulce aroma inunda las fosas nasales de ambos, un empleada domestica se acerca con miedo hasta donde esta Des.

—Je-Jefe, yo no... puedo controlarlo... ¿Podría tomarme el día?— Comenta la mujer mientras busca la compasión en la cabeza de la familia Aeva, la mujer apesta a "celo" las lágrimas se deslizan por sus enrojecidas mejillas, mientras el sólo puede pensar en su visita, sin embargo pareciera que Leo, tiene más resistencia de la que demuestra.

—Claro—Sonríe dulcemente, Sin poder evitar sentir rabia, al pensar que lo creen tan estúpido, su semblante cambia en un segundo—Estás despedida, tendrás unas largas vacaciones, Violet. — Menciona su nombre con indiferencia, aquello es sólo para recurrir al temor de que él sabe quién es, sin embargo no puede evitar pensar que esa sucia trepadora, debería estar apuntando a algo más... eso no estaba medido en sus planes de ese día.

La mujer lo mira con los ojos cubiertos de gruesas lagrimas, murmurando que tiene familia en cual pensar, mientras mira a su alrededor y se inca ante Leo, que ha presenciado todo, suplicándole su ayuda. — por favor, necesito el trabajo; usted podría...