14. Fiestas.

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Disclaimer: Amolad pertenece a TheSnipster.

—Gracias, Tim. No esperaba verte aquí. —Murmuro Des, escurriéndose las palabras con temor.

Aquél hombre más alto que Des, quedó frente al menor, mientras analizaba sin pudor la delgada figura frente a él, ganándose la mirada airada de Leo —No sería una sorpresa, sí alguien me hubiese invitado.—Aclaro sin vergüenza, haciendo relucir que no había recibido una invitación a su compromiso.

—Pensamos que no era apropiado, Lamentamos profundamente la desaparición de tu padre—Fue Leo quien se apropio de la conversación, podía sentir la vacilación en las acciones de Des. Y sí este se encontraba indispuesto, le demostraría que podía defenderlo, con garras, dientes y... palabras. —Esperamos puedan encontrarlo pronto.

El rostro de Zerban se deformó en ira, pero rápidamente fue sustituido por una falsa sonrisa — Eso esperamos todos, En este momento están rastreando las pistas. Es un hombre muy listo. —Concluyo con malicia y una retadora mirada.

"O lo era" Pensó el moreno, todos podían sospechar de muchas cosas pero, nunca podrían confirmarlas. — Si necesitas ayuda, puedo poner a mi servicio de seguridad a tu disposición —Ofreció sin titubeos o duda, mientras un poco de su aroma invadía el salón, Leo Spindler era una extraña combinación de olores de la tierra, era selva y mar.

Las miradas se dirigieron a ellos, aunque de manera más precisa al Alfa de iris chartreuse, mientras los omegas del salón lo veían con miradas provocativas y los Alfas con recelo. Timothy lamento no tener aroma en ese momento, los juegos de palabras cualquiera puede jugarlos, pero en la guerra de territorio él estaba por debajo.

Leo sólo sonrió triunfante, Timothy era demasiado joven para saber con quién se estaba metiendo, él no era viejo, pero tenía los contactos y la experiencia que se necesitaba. Y si de impresionar a un salón se trataba, podía ser lo que querían, radiante y poderoso.

El castaño chasqueo la lengua, estaba irritado, quería arrancar el rostro amable y compasivo de Spindler, todos lo subestimaban, Des al rechazarlo, su padre al decirle que no tenía oportunidad de dirigir sus negocios... y ahora ese irritante Alfa que le había robado a su Omega y su boleto seguro a tener lo mejor del país, y que ahora lo compadecía y le echaba en cara que podía encontrar más rápido a su progenitor.

—Querido, te estaba buscando, no debes olvidar que eres mi acompañante. —Mascullo una mujer, el entallado vestido, revelaba su bien dotado escote, y su cabello negro se mecía con delicadeza. Vanya siempre sería una mujer de envidiable belleza.

—Una disculpa, Sra. Vega. —Murmuro Thomas mientras tomaba la mano de la mujer para besarla, y después colocarla alrededor de su cintura.

—Veo que te me adelantaste a felicitarlos. —Comentó la mujer, mientras Escrutaba con su mirada amatista a los dos hombres frente a ella, sonrió maliciosamente — Dada tu sigilosa forma de ser, me sorprende todo esto—Señaló el arreglado salón con sarcasmo— Sobrino.

Posiblemente Vega era de las pocas Alfas que le dirigían la palabra a una casta más baja y tomaba en cuenta su opinión, pero es que Des no era cualquier Omega. Y quitar los hábitos tomaría tiempo.

El aroma de Leo había hecho estremecer a Des, acunando a su corazón en aquella cálida sensación de falsa protección, el enlace en su cuello gritaba que estaría seguro en esa fiesta, que todo saldría bien, definitivamente no hubiese soportado eso si no hubiera culminado el enlace con el moreno, aunque en su mente él sabía que nada estaba escrito, que debía ir con cautela y terminar lo que había empezado.

—La felicidad se debe compartir con los demás, y nuestro compromiso ameritaba una fiesta de esta magnitud. —Comentó mordazmente Des, retomando la conversación y su porte altivo. Gracias a la acción de Leo, había recobrado un poco la postura.

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