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Jimin caminaba de manera un tanto apresurada por los pasillos del instituto. Lo habían dejado encerrado en el armario de limpieza durante el receso y no fue hasta que el conserje escuchó sus suplicas y le abrió.

Iba tarde a su salón de computación y para su desgracia éste quedaba al otro extremo de dónde estaba originalmente atrapado. Ahora tenía que llegar lo más rápido que le permitieran sus cortas piernas y con suerte el profesor se apiade de él y lo deje pasar.

Tan concentrado iba en su trote que no se fijo en el momento de chocar con alguien.

—Hola bonito.

Un escalofrío recorrió su columna vertebral.

«Maldición. No ahora. No con mi celo recién empezado» .

Elevó su mirada y en efecto, se trataba de nada más y nada menos que Min, aquel alfa que descolocaba su sistema hormonal y  psicológico. Porque YoonGi también formaba parte del grupito de abusadores. Solo que éste era un poco especial o ¿raro?.

—Y-yo me disculpo, no mire por donde iba –trato de safarse de los brazos que apresaban su delgado cuerpo, pero fue en vano.

Los abusos, eran lo de siempre, sumadas las burlas y maltratos, ya eran cosa normal para él. No fue su culpa ser una persona pobre. Ser un omega que tuvo alguna vez tuvo marca y fue desechado. No era su culpa el haber sido violado a la fuerza y quedar embarazado.

No lo era.

Más no importo para su familia y la sociedad que le rodea. Los seres que lo engendraron lo echaron de el lugar que alguna vez llamó hogar, dejándolo solo y a la deriva con un cachorro en camino. Deambulaba y dormía en albergues. Pese a eso, él aún tenía fe en la humanidad. Jimin nunca ha dejado de creer en la bondad de los demás, y hacia bien. Inclusive una pareja de ansiamos lo acogió como si fuese su propio hijo; tirado y temblando lo encontraron un día de invierno, había agarrado un resfriado y se maldecía un sin número de veces por no haber tomado las precauciones necesarias. Mucha gente hizo de la vista gorda, pero no aquella pareja. Preocupados se acercaron a ver su estado y les sorprendió mucho ver el pequeño vientre hinchado. Sin dudarlo lo ayudaron, una vez en el hospital Jimin estaba alarmado por la salud de su cachorro. Para él, ese niño era una bendición, le importaba una mierda el cómo fue concebido, la criatura no debía llevar un carga de alguna culpa, todos tenemos derecho a la vida.
Park no paraba de llorar por lo agradecido que estaba con aquellas personas, salvaron su vida y la de su bebé, y más fue su alegría cuando éstos le ofrecieron un hogar donde vivir.

Su corazón en momentos como aquel se sentía cálido. Volvió a la escuela y a una de mejor prestigio en su pueblo, recuperó el tiempo perdido con ayuda de su nueva familia.

¡Pero claro!.

La vida no es color rosa, la realidad es cruda y cruel. Todo el instituto se enteró de vieja situación. Y bueno ya imaginaran la discriminación y el asco que sintió la mayor parte.

—Hueles —recorrió con la punta de su nariz el delgado y blanquecino cuello —Tan dulce, tan bien —ronroneo.

—Hyung por favor debo irme —suplicó.

—¿Cuál es la prisa pequeña putita?.

Entre más forcejeaba YoonGi más lo aprisionaba. Comenzó dejando pequeños besos por el cuello hasta llegar a las clavículas del menor y dejar pequeños chupetones.

—¡Dentente!

Volvió su mirada a Jimin. Los ojos del omega reflejaban tristeza, su cuerpo temblaba levemente debido al miedo. Miedo provocado por él.

Felicidades Min, acabas de espantarlo nuevamente”

—Lo siento —fue lo último que dijo para luego soltarlo y marcharse.

Un suspiro de alivio escapo de los rojizos labios de Jimin.

—No logro comprenderte Min YoonGi.

—¡Puta mierda! —pateo con fuerza una banca.

—¿Y a ti qué coño te pasa? —indago YuGyeom.

—¿Hay manera de curar la estupidez humana? —lo miro atento.

El otro alfa se lo pensó unos momentos para responder.

—No. No hay. No existe, así fuimos diseñados.

—Me lo imaginaba.

YoonGi realmente quería a JiMin. Desde la primera vez que lo vio solo sentado en la azotea leyendo un libro se fascino por él. Su corazón desbocado. Y ni hablar lo hipnotizado que lo dejaba el aroma del omega.

Pero su naturaleza de chico malo y alfa demandante a las exigencias del pueblo lo hacian actuar de una manera errónea. Podía decirle pura mierda y luego estar ahí consolándolo.

No entendía su propia bipolaridad.

Su alfa reclamaba al omega, y a la vez lo ahuyentaba. YoonGi quería besarlo, pero luego hablaba burradas y medias.

—Tienes miedo a que te rechace.

¡Oh sorpresa! Nunca se lo pensó. Quizás YuGyeom no estaba equivocado. La mala reputación de YoonGi deba mucho que decir. Pero carajo se está rehabilitando, con el único fin de conquistar al pequeño omega.

Le valía madres el pasado de JiMin, quería y anhelaba protegerlo y reclamar al pequeño omega junto a su cachorro como suyos.

Después de todo desde que lo vio supo a ciencia cierta que ese chico de mejillas abultadas y ojitos pequeños era su destinado. La persona con la que debía estar y pasar el resto de su vida.

—Oye y ¿qué es de BamBam? según recuerdo me dijiste que es tu destinado —cambio de tema.

—Uhmm, ser destinados no interesa. Encontré a alguien mucho mejor. Podría decir que incluso me enamore de ese apuesto y sexy omega —sonrió.

YoonGi no le dio buena espina lo dicho.











Quiero aclarar que la aparición de ciertas parejas serán fundamentales para el desarrollo de la historia. Y que tendremos YugBam pa' largooooo 😂😂💚

 Y que tendremos YugBam pa' largooooo 😂😂💚

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Gracias por leer 🥃

Tentando al Felino » [YugBam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora