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Una mata de cabellos negros corrían por toda la sala.

—¡Señorita quédese quieta!— decía la joven con olor a lavanda mientras intentaba atrapar a la pequeña de ojos azules.

—¡No puedo, estoy muy emocionada!- dijo la pequeña cachorrita de ahora siete años.

—Pero ya es tarde... ¡cuidado!- corrió la joven al ver a la pequeña tirada ahora en el suelo.

—¡Estoy bien! no me duele nada— sonrió y se levanto rápido.

—¡Te tengo!— la sirvienta la tomó por los hombros.

—Holi Sam~— Lulu esbozo una sonrisa.

Se encontraban ambas en la entrada de lo que ahora sería la nueva escuela de la joven azabache. Nerviosa no podía esperar ya por explorar el nuevo lugar.

-y espere en la puerta a que llegue el señor sergio-

-lo se, estare bien sam, me explicaste todo durante el camino-
la joven suspiro y revolvio los cabellos de la pequeña.

-lo se señorita, pero es que nunca habia estado fuera de casa- sonrio triste recordando que la habia cuidado desde que nació y nunca se habia separado de la pequeña que ahora estaba frente a la puerta de la primaria.

-no te preocupes sam, estare bien, además volveré a casa en cuanto terminen las clases- dijo la pequeña que ahora abrazaba a la joven.
-lo se, portece bien señorita, la estare esperando en la casa.
-claro que si!.

en cuanto dijo eso salio corriendo adentrándose en la escuela.
-tenga cuidado!- grito la joven omega mientras veia a la pequeña alejarse.

ya dentro de la escuela la pequeña lulu buscaba su aula cuando una pequeña mano la detuvo, se giro algo sorprendida y vio a unos ojitos curiosos.
-h..hola- sonrio tímidamente ante la pequeña dueña de aquellos ojitos llenos de curiosidad.
-eres nueva verdad?- sonrio la pequeña rubia.
-s...si
-me llamo Alexandra- sonrio la peli rubia.
-yo soy lulu... a que diga, Lucía.- se sonrojo al decir el apodo que sam le habia puesto.

la peli rubia se acerco a ella olfateandola haciendo que la pequeña contraria se pusiera más nerviosa.
-q...que haces?
-eres Alfa verdad?
-s...si- dijo nerviosa.
-pequeñas! las clases ya comenzarán, vayan a sus aulas.- las dos pequeñas se voltearon al dueño de aquella voz encontrándose con un profesor algo mayor.

después de los sustos en el pasillo al incio el resto del dia fue todo tranquilidad, la peli rubia de antes estaba en el mismo salón que la pequeña de ojos azules, era una Omega con un olor a rosas, ese olor definitivamente le queda , pensó lulu, las dos se llevaron bien rápidamente.

ahora lulu se encontraba esperando a que llegara su chofer mientras veia a todos los demas alumnos salir, en eso un ligero olor a té de miel? llego hasta ella que empezó a buscar entre los que pasaban a la persona dueña de ese aroma que tanto le gustaba y que ya no podria sacar de su cabeza.

mientras al otro lado del camino un pequeño niño de 9 años con cabellos castaños y ojos color miel que iba pasando se detuvo de golpe al sentir un ligero aroma que lo hizo tener una sensación de calidez.
-porque te detienes de repente? -dijo su acompañante sacandolo de ese trance.
-solo... olia bien- dijo y comenzo a caminar de nuevo alejándose de aquel lugar.
-y a que olia?
-como a lluvia-dijo el castaño sonrojandose un poco.

al no encuentrar a la persona dueña de ese aroma a té de miel hizo un puchero, el aroma ya se había ido y eso hacía a su lobo interior sentirse inquieto y triste.
-señorita!- grito desde el coche un señor con una sonrisa.
-aqui!- levantando ambas manos la pequeña corrio hacia el coche.

Eres mi Omega?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora