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-Es qué no lo entiendo...-la joven Alfa estaba sentada en la alfombra mientras sam cepillaba su largo cabello negro.
-tal vez... solo se puso nervioso- dijo intentando tranquilizar a lulu.
-entonces mi omega es tímido!.- sonrio para ella, lo que tenia que hacer ahora era acercarse poco a poco así el no huiria otra vez.
-si, la señorita debe tener paciencia.- sonrio y trenso el cabello de lulu.
-paciencia... esta bien!, mi omega no huira de nuevo- sonrio y se levanto de un salto cuando sam terminó de peinarla.
-usted puede!- dijo animando a la pequeña.

iba entrando animada al Instituto, esta vez su omega no huiria de ella.
-lulu! buenos días!- corrio hacia ella la omega rubia.
-Ale, buenos días, que bonito peinado- dijo sonriendo viendo las dos colitas que llevaba la omega.
-gracias!- sonrio Ale sonrojandose un poco.
Ambas entraron y lulu buscaba a su omega por todas partes con la vista, suspiro al no verlo.

Dylan se habia despertado tarde, no podia dormir anoche recordando lo que paso en la cafetería, su lobo solo queria ir corriendo a encontrar a su Alfa pero el aun no aceptaba que aquella pequeña de ojos azules tan lindos, de finos rasgos, con su tes pálida que contrastaba con el color negro profundo de su cabello... Sacudió su cabeza y gruño bajo al pensar asi.

Ya que iba tarde decidió pasar a la farmacia antes, compro una caja de supresores, con eso pensaba en ocultar su aroma y asi evitar que aquella Alfa lo encontrara, se tomo una antes de entrar al Instituto y fue a su clase.

Las clases habian acabado y ella no pudo encontrarlo, no sentia su aroma, busco en la cafetería a la hora del almuerzo pero tampoco estaba ahí, estaba devastada, cabizbaja salió del instituto.
-no te desanimes, seguro después lo encuentras.- sonrio al lado de ella su mejor amiga.
-Gracias Ale, me siento mejor con tu apoyo.- Alexandra le sonrio de vuelta.
-siempre estare a tu lado.- aunque en realidad ella no apoyaba a la Alfa, no queria que se encontrara de nuevo con aquel chico, sabia que era de algun grado superior porque en su piso no lo habia visto, ni en la ceremonia de nuevo ingreso, asi que evito ir con lulu a lugares donde podrian encontrarse con los de mayor grado.

Dylan suspiro, había logrado evitar encontrarse con aquella chica de ojos azules, su lobo estaba triste por no poder verla.
vamos a encontrarla!
el chico negó, no queria escuchar a su lobo que gruñia por estar con su pareja.
-quedé de ir a una cita con nat en un rato asi que me adelantare.- aquellas palabras del pelirojo sacaron de sus pensamientos a Dylan.
-oh ya veo, esta bien.
-nos vemos mañana!.- dio una palmada en el hombro de dylan y se fue corriendo a su encuentro con su dulce omega, el castaño solo sacudio su mano sonriendo.
El castaño paso por una librería antes de regresar a casa, buscaba algo que llamara su atención.

-lulu~, hoy no puedo ir a tu casa, pasare antes a comprar una cosa que mi madre me encargo.- lulu sonrió y asintió.
-no te preocupes, yo esperare aqui al chofer.- acarició la cabeza de la pequeña rubia y esta se sonrojo por el acto.
-entonces te veo mañana.
-si, hasta mañana- Ale avanzó unos pasos pero luego estornudo, al escuchar eso lulu se acerco a ella y paso su suéter en los hombros de la Omega.
-ten, yo me ire en el coche.-dijo sonriente lulu a su amiga.
-pero...
-hay! mira ahi esta.- lulu corrio hasta el coche y se subio, bajo la ventana y se despidió con una sonrisa.
-Tan linda...- penso Ale y se puso el suéter de lulu bien.

Dylan estaba revisando algunos libros cuando un leve aroma a lluvia lo distrajo, alzo la mirada hacia la entrada...

Eres mi Omega?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora