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Catherine abrio los ojos y se sento, estaba en el suelo entre un montón de flores, se levanto y no veia mas que colinas repletas de flores, cubriendose un poco los ojos miro hacia el cielo que estaba despejado, el viento movia su larga cabellera negra.
-Cristián!- escucho una voz que se le hacia familiar, volteó aunque se extraño de que la llamaran de esa manera.
-Cristián!- de nuevo la llamaron, pero no veia a nadie a su alrededor.
-Cristián! Despierta porfavor!, abre tus ojos.- ella escuchaba la desesperación en la voz que la llamaba.
Aqui estoy!
Pero parecia que no la escuchaban.
-Cristian por favor no nos dejes.- ella no entendía pero lágrimas resbalaban por su mejillas.
No los he dejado, aqui sigo.
-Cris mi amor... Por favor... Abre tus ojos.-
Fue lo ultimo antes de escuchar el llanto de la persona que la llamaba.
Regresare a ti, esperame por favor, nos reencontraremos y esta vez sera diferente.

Catherine desperto y se froto los ojos para encontrar algunas lágrimas en ellos, no entendía nada pero sentia una gran tristeza.
-Buenos días Cat.- Le sonrio Lulu y se acerco con un poco de Té.
-me quede dormida.- dijo bostezando y tomo el té que le ofrecia la Alfa.
-Lo noté- dijo riendo Lulu mientras se sentaba al lado de ella.
-y...-
-¿y Aleksei? Salio a su trabajo, y el pequeño Alexis esta dormido.- Cat asintio mientras tomaba un poco de su bebida.
Ellas se encargarian de cuidar al pequeño cachorro mientras el Alfa regresaba y a cambio podian descansar ahí, Cat seguía algo, o mas bien, bastante confundida lulu acarició la cabeza de la contraria al notar su preocupación recibiendo como respuesta una sonrisa de la Omega.
Alfa... Donde estas?
Resono en la cabeza de Lulu de repente esas palabras y supo que algo no estaba bien, se levanto de golpe, sabia que la cuidad estaba cerca asi que corrio hacia la puerta, Cat aún más confundida miro a la Alfa y cuando esta abrio la puerta ella se levanto también del sofá.
-Lulu ¿a donde vas? No me dejes so...- suspiro al ver que Lulu ya se había ido corriendo y se sento en el sofa de nuevo.
-sola aquí...- suspiró y en eso vio unos ojos curiosos asomarse de un cuarto.
-hola pequeño- le sonrió al cachorrito.

Dylan se encontraba sentado en el sofá mientras jugaba sus manos algo nervioso pero emocionado ya que se encontraba en la casa de Lucía, lo malo es que tenía a la madre de ella sentada en el otro sofá con un café en la mano y revisando su móvil, ¿estaba intimidado? Pero claro que lo estaba, volteó al otro sofá y se encontraba Alexandra sonriente, el castaño gruño por lo bajo, odiaba estar cerca de aquella fastidiosa chica, el sabía que ella lo habia empujado, estaba seguro. Aun no entendia porque esa Omega estaba ahi también y porque parecia tan tranquila, ni siquiera podia imaginar que podria estar tramando pero el sabía que no seria nada bueno.
-Esta aquí.- Dijo la Alfa quitando la vista de su movil y levantándose del sofá justo cuando la puerta de la casa se abrió, Dylan volteo para ver quien habia entrado topandose con esos hermosos ojos azules que reconocería en cualquier parte acompañados de ese aroma a tierra húmeda.

Eres mi Omega?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora