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Dos llantos al unísono llenaron la sala del hospital, el padre nervioso soltó un suspiro de alivio mientras se frotaba los ojos ya que se habia quedado despierto toda la noche y le dolían un poco, la enfermera se acercó y con una leve reverencia lo invito a pasar a donde se encontraba su amada, ella se ecomtraba acostada sosteniendo en cada brazo a dos pequeños cachorros, niño y niña, mientras sonreía agotada.

Él se acerco sonriente y beso la frente de su pareja, sus pequeños tenían el mismo aroma y eso ya era lo bastante raro pero solo hacian a sus bebés mas especiales para él, una enfermera llego para llevarae a los dos cachorritos para bañarlos y revisarlos dejando a los dos padres en la habitación. Al otro lado del pasillo justo en la habitación de enfrente una mujer se encontraba sola en su camilla, miraba el reloj agotada, justo unos minutos antes el doctor le había dicho que su cachorro habia nacido sin vida, negando aun decidió levantarse, caminó hasta dar con las cunas y vio como ponian dos pequeños bebés recien bañados en ellas, la enfermera salio de esa habitación y ella entro, miro a los bebés y tomo en sus brazos a uno, acaricio la mejilla de este y sonrió de nuevo.
-mí pequeño, mami te llevara a casa.-
Salió de la habitación y escapo del hospital para no volver a ser vista.

Todo el personal del hospital intentaron localizarla, ambos padres con la pequeña cachorrita que les quedaba estaban inconsolables.
-Mi pequeña Catherine, encontraremos a ti hermanito.-
Dijo la omega abrazando a su pequeña bebé mientras lloraba, su padre no se separo de ellas, estaba tan devastado que se prometió a si mismo que no volveria a dejar que algo pudiera alejar y lastimar a su esposa  e hija.

Entro rápidamente a una cabaña la señora aún con la bata del hospital y el pequeño llorando en brazos.
-Cristián... Mi pequeño Cristián, no llores bebé mamá esta aqui.-
Sabia lo que habia hecho y que le habia arrebatado a otra madre un bebé pero, ella estaria bien además tenia otra y se encargaría de cuidar a éste pequeño.

Ambos pequeños crecieron y más raro aún ambos hermanos con el mismo aroma eran omegas, tal vez nunca pudieron reunirse de nuevo... Pero no cabe duda de que de alguna forma lograron conectarse como si siempre hubieran sido uno solo...

Eres mi Omega?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora